Agosto y septiembre fueron meses de alta conflictividad en el mundo universitario. A raíz del postergado acuerdo salarial, que llegó a su fin el viernes 7 de septiembre, hubo cinco semanas de paro docente y diferentes tomas en facultades de distintos puntos del país.
La Universidad de Buenos Aires no estuvo exenta. Los paros se sintieron con más fuerza, sobre todo, en dos de los colegios preuniversitarios de la UBA: el Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini. En las facultades, incluso una vez resuelto conflicto, hubo tomas que impidieron el dictado de clases en Psicología, Sociales y Filosofía y Letras.
Más allá de que algunas cátedras son más flexibles, para sostener la regularidad de las materias, los estudiantes deben asistir al 75% de las clases de todos los espacios: teórico, práctico y seminario si la asignatura lo tuviera. Entonces, la pregunta que surge es: ¿qué pasa con los cuatrimestres?
Psicología
El lunes 3 de septiembre comenzó la toma en Psicología. En el medio, se resolvió la negociación salarial de los docentes universitarios, el principal reclamo que impulsaban los estudiantes, pero la ocupación siguió una semana más. Recién el viernes 14, gracias a la presión de los propios alumnos, se levantó la toma que llevaban adelante grupos de izquierda ajenos al centro de estudiantes.
Buena parte de los 14.000 estudiantes que tiene Psicología se movilizaron ante el riesgo inminente de la pérdida del cuatrimestre. Ya les habían informado que, de mantener la toma, perderían la regularidad de las materias. Es que las clases en la calle que proponían los militantes del Partido Obrero no eran válidas por dos motivos. Por un lado, por las condiciones ambientales y de seguridad y, por otro, porque la ART no cubre los accidentes que hubiesen podido ocurrir.
Ante la consulta de Infobae, con las clases ya funcionando con normalidad, la Facultad de Psicología aseguró que "no hay manera de que los estudiantes pierdan el cuatrimestre". En los próximos días, se anunciará la reprogramación de las fechas de exámenes y de presentación de las tesis. Cada alumno deberá estudiar por su cuenta los temas que no se dieron en clase por las medidas de fuerza
Sociales
La única facultad de la UBA cuyo cuatrimestre corre riesgo es Sociales. Es la única que aún no resolvió su situación. La sede de Santiago del Estero está tomada por estudiantes de izquierda, que en los últimos días flexibilizaron la modalidad: ahora permiten el dictado de clases en algunas aulas, pasillos y en la calle, pero impiden el ingreso de las autoridades y personal administrativo.
Por eso, más allá de la validez o no de las clases públicas, los profesores no pueden tomar asistencia porque las oficinas permanecen cerradas. Incluso ayer se sumó un nuevo foco de conflicto. Después de revisar las instalaciones, el decanato decidió suspender las clases por tiempo indeterminado. Encontraron distintas anomalías ocasionadas por la toma, como el piso inundado o las salidas de emergencia bloqueadas, que implican un riesgo para docentes y alumnos. Los estudiantes, sin embargo, consideraron que estaban dadas las condiciones y mantuvieron abierta la Facultad.
"En tanto continúe esta situación, corre serio riesgo el cuatrimestre", dijo una fuente del decanato. "Estamos haciendo todo lo posible para que no se pierda, pero es imprescindible la normalización de la vida institucional de la Facultad", agregó.
Filosofía y Letras
Después del paro en contra del techo salarial del 15%, que se sintió con intensidad en Filosofía y Letras, tuvo lugar una toma estudiantil, que se prolongó durante dos semanas. La ocupación, sin embargo, se levantó y desde este lunes la Facultad funciona con normalidad.
El domingo, las autoridades de la Facultad hicieron una recorrida por la sede de Puan y constataron que las instalaciones estaban en línea y permitían el dictado de clases.
Por tanto, los estudiantes de Filosofía y Letras no tienen riesgo de perder la cursada. "Estamos evaluando alternativas para dictar correctamente los contenidos necesarios para sostener el cuatrimestre con calidad. En cuanto al área administrativa, estamos ajustando los procesos que se demoraron y ya se decidió la reprogramación de las mesas de septiembre, para que se puedan tomar los exámenes finales", sostuvieron desde Puan.
Colegios Nacional Buenos Aires y Carlos Pellegrini
Los dos colegios más emblemáticos de la UBA sintieron, incluso más que cualquier facultad, el paro docente. Ahí confluyeron dos factores: por un lado, a diferencia de lo que pasa en las universidades, la mayoría de los maestros viven de su sueldo y no tienen otra profesión. Por otro lado, un buen porcentaje de sus profesores pertenece a la Conadu Histórica, el gremio de izquierda que más huelgas hizo y que rechazó la oferta del Gobierno.
En el Nacional, se calcula que se perdieron entre un 25 y 30% de las clases del año. Para Gustavo Zorzoli, rector del colegio, es difícil establecerlo con exactitud porque hay distintos "tipos" de profesores. "Hay un 30% que adhiere a todos los paros. Otro 30% que viene siempre y jamás acata las medidas de fuerza. Pero también hay un 40% que fluctúa de acuerdo a la situación: a veces adhiere y a veces no", le dijo a Infobae.
Para compensar los días perdidos, extendieron el ciclo lectivo tres semanas. Terminará el 21 de diciembre. También postergaron las mesas examinadoras de diciembre a febrero y de febrero a marzo. Con respecto a los temas que no se dieron por los paros, Zorzoli reconoció que habrá un recorte de los programas que "no será unificado" porque algunas materias están más avanzadas que otras.
En el Pellegrini la situación es incluso más angustiante. El propio rector, Leandro Rodríguez, reconoció en un comunicado que "en la mayoría de las asignaturas se dio un promedio del 50% de las clases programadas". Por eso, planteó una extensión del ciclo lectivo hasta el 14 de diciembre. El período de recuperación será del 10 al 14 de diciembre y las mesas de exámenes del 18 al 28 de diciembre.
A su vez, a partir de octubre, los chicos de primer y segundo año tendrán clases de apoyo los sábados en matemática y lengua. Las actividades extracurriculares, que impliquen la salida del establecimiento, se reducirán al mínimo indispensable. En tanto, los docentes tienen tiempo hasta el 30 de septiembre para presentar a cada jefe departamental las readecuaciones que hicieron en contenidos por los días de clase perdidos.
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