El conflicto salarial que sostiene el Ministerio de Educación con los gremios universitarios afecta el dictado de clases en las 57 universidades nacionales del país que, en parte, están sin actividad. La medida de fuerza se intensificó en los últimos días, pero aún su acatamiento es dispar. Donde sí se vio más afectado el ciclo lectivo es en los colegios preuniversitarios.
Tanto en los colegios de más renombre, el Nacional de Buenos Aires y el Carlos Pellegrini, como en los otros 60 colegios dependientes de universidades, los casi 40.000 alumnos ya llevan perdidos 25 días de clases por el paro.
Gustavo Zorzoli, rector del Nacional, le dijo a Infobae: "Estamos muy preocupados. Es la tercera semana consecutiva con casi un paro total, del 98%. En los colegios los paros se sienten más porque los docentes, en su mayoría, viven de los salarios. En las facultades hay muchos profesionales entre los profesores, que se dedican a otras actividades".
A raíz de la continuidad de la medida de fuerza, los padres del Pellegrini y el Nacional, ambos dependientes de la UBA, juntaron 2.500 firmas para una pronta resolución del conflicto salarial, que les permita a los chicos tener clases con normalidad.
"Como miembros de la comunidad educativa queremos expresar nuestra solidaridad con el reclamo docente, en la certeza de que la educación pública de calidad empieza con el reconocimiento de la justicia de esa demanda de mejora salarial por parte de los educadores. Entendemos que se trata de una crisis cuyo exponencial crecimiento pone en riesgo la formación de nuestros hijos", dice el comunicado.
Silvana Schneiderman, una de las madres del Pellegrini que asumió un rol protagónico, le dijo a Infobae: "Estamos muy preocupados porque los principales perjudicados son los chicos. La mayoría de los padres reconocemos los reclamos de los docentes, pero esa medida de fuerza impacta de manera muy diferente en un estudiante universitario y un chico que va al colegio, que están en plena consolidación de su ser estudiantil. Nuestros chicos están a la deriva. Los directivos dicen que en 25 años jamás vivieron una situación así y hasta los docentes se hicieron humo. Ya ni les avisan si van a ir a clases".
Hoy por la mañana los padres se reunieron con el vicerrector del Pellegrini, Javier Massafra. Le plantearon distintas ideas, distintos planes de contingencia, que el directivo se comprometió a evaluar. Por ejemplo, que los docentes den "tareas pasivas" para que los chicos hagan en sus casas, que les ofrezcan charlas con psicólogos y psicopedagogos para evacuar inquietudes y que los estudiantes de quinto año puedan hacer las veces de profesores y enseñarles a los chicos de primero.
Los colegios de la UBA ya anunciaron que extenderán sus ciclos lectivos hasta el 7 de diciembre y que los exámenes los tomarán en las semanas posteriores. Lo mismo sucede con el curso de ingreso que hoy se encuentra frenado.
Zorzoli entiende el reclamo de los docentes, pero no comparte la medida. "Desde el colegio hay poco que podamos hacer. La repercusión en los chicos va a ser muy fuerte, más allá de la extensión del calendario. Con eso no alcanza porque los chicos pierden la rutina del día a día y las familias de los posibles ingresantes están con la incertidumbre hasta fin de año", señaló.
La última oferta que realizó el Gobierno fue un aumento del 15% en tres tramos que, de inmediato, los sindicatos universitarios rechazaron. Ellos piden entre un 25% y un 30% con cláusula gatillo. Por la falta de acuerdo, el Ministerio de Educación pagó un 5,8% a cuenta de futuros aumentos el viernes pasado, que se suma a otro 5% que había depositado en mayo.
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