La Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) convocó para hoy a la segunda medida de fuerza a nivel nacional. Habrá paro docente en todo el país y, con el correr de la mañana, los maestros se movilizarán hasta concentrarse en Plaza de Mayo.
Según cifras oficiales, el paro anterior, que interrumpió el normal comienzo del ciclo lectivo, tuvo un acatamiento del 35% y en algunas provincias que pagan presentismo, apenas se sintió.
En la nueva convocatoria se repite el principal reclamo de CTERA. Piden por la reapertura de la paritaria nacional que la firma del decreto 52 derogó y, a la vez, ratificó el piso del 20% por encima del salario vital y móvil. Los sindicalistas consideran que la negociación paritaria no puede quedar solo en manos de los gobiernos provinciales ya que eso genera una brecha salarial.
"Está marcha se realiza a 30 años de la Marcha Blanca, que exigía paritaria nacional docente y presupuesto educativo. A 30 años de eso, los maestros volvemos a reclamar lo mismo", dijo en conferencia de prensa Sonia Alesso, secretaria general del gremio mayoritario.
Desde el lunes, se lleva adelante la "Marcha educativa federal", que ya concentró manifestaciones en distintos puntos del país y el miércoles, junto a la huelga, confluirá en Capital Federal.
Además del que tendrá lugar hoy martes, ayer el frente gremial hizo un paro en la Provincia de Buenos Aires con el pedido de convocatoria a paritarias. Según el gobierno, tuvo un acatamiento del 40%, aunque los gremios con Roberto Baradel a la cabeza sostienen que alcanzó una adhesión del 90 por ciento.
Durante la semana pasada, los referentes de CTERA recorrieron las provincias en las que todavía se mantienen conflictos salariales y entregaron documentos en las gobernaciones de la Provincia de Buenos Aires, Neuquén y Chubut con el pedido de pronta resolución de la paritaria.
Además, difundieron una carta a la comunidad de educativa para "visibilizar los problemas de la educación pública y que las familias conozcan su posición. "Creemos que la educación pública está en peligro, como en los años 90, con un Estado ausente que se desresponsabiliza. Quisimos por todos los medios dialogar, pero desde el gobierno sólo obtuvimos oídos sordos y puertas cerradas", dice el escrito.
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