En la cohorte 2011-2016, la última de la cual hay datos disponibles, el 39,7% de los alumnos no llegó en tiempo y forma al último año de la secundaria, ya sea porque repitieron o abandonaron la escuela. En ese contexto de desgranamiento de la matrícula, las diferencias entre las estadísticas provinciales son muy grandes.
Entre la Ciudad de Buenos Aires, que es la que mejor índice de trayectoria escolar presenta, y la peor, que es Santiago del Estero, hay 31 puntos porcentuales de diferencia. Mientras que en CABA 8 de cada 10 arriban en quinto año en el momento pautado, Santiago del Estero es la única provincia en la que más de la mitad de sus alumnos repite o abandona durante el secundario (51,5%).
Los datos surgen del informe presentado por el Observatorio Argentinos por la Educación. Allí se observa que solo hay cuatro jurisdicciones por encima del 65% de avance a tiempo -CABA, Tierra del Fuego, La Rioja y La Pampa- y que incluso hay disparidades entre provincias vecinas. Por caso, entre Tierra del Fuego (74,5%) y Santa Cruz (56%) o entre La Rioja (71,2%) y Catamarca (58,9%).
En la Provincia de Buenos Aires, en cambio, el número desciende hasta 61,8%, en línea con el promedio nacional (60,7%). "La gran cuenta pendiente de nuestro sistema educativo es la inequidad. Lo que se hizo hasta el momento no marcó diferencias", señaló a Infobae María Cortelezzi, directora ejecutiva de Educar 2050.
Es que las inequidades no solo se observan en la comparación entre provincias. En el sector estatal, a medida que las condiciones socioeconómicas se complejizan, también disminuye el porcentaje de estudiantes que llegan al último año en el tiempo teórico.
Para ello, los autores del informe se valieron del Índice de Contexto Social de la Educación (ICSE), que segmenta los territorios en los que están ubicados las escuelas en función de tres niveles de vulnerabilidad: bajo/medio, alto y crítico. Para determinar el ICSE se tienen en cuenta distintos factores como características de la vivienda, acceso al agua y saneamiento, educación formal de los padres, capacidad económica.
En los sectores más pobres, más de 6 de cada 10 estudiantes abandonan o repiten durante su trayectoria escolar. Entre el segmento con las necesidades cubiertas y el más vulnerable hay 25,8 puntos porcentuales de distancia.
"Pese a registrar algunas mejoras incipientes, la educación secundaria no está logrando contrarrestar las barreras exógenas que marcan las desigualdades de origen de sus estudiantes", dijo Sandra Ziegler, investigadora de FLACSO. "Este dato es una evidencia contundente para plantear que es necesario crear un modelo alternativo de escuela secundaria que permita que el conjunto de los adolescentes, independientemente de sus orígenes, accedan a los saberes y a una escolarización relevante", agregó.
Otra inequidad notoria se presenta según la zona en la que se encuentra la escuela. Si bien la diferencia en la matrícula es sideral, en proporción, solo logran avanzar 4 de cada 10 alumnos que residen en zonas rurales, mientras que ese índice llega hasta 7 de cada 10 en los chicos que viven en las ciudades.
El nuevo informe ratifica, una vez más, la brecha educativa que persiste en la Argentina. Esa brecha no solo se refleja en el desgranamiento de la matrícula, sino también en los aprendizajes. Hay 25 puntos porcentuales de diferencia entre los conocimientos en lengua y matemática de los alumnos de colegios privados y públicos. La diferencia interprovincial también está presente: entre la primera jurisdicción, que es CABA, y la última, que es Chaco, hay 35 puntos de distancia en lengua y 41 en matemática.
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