Dubái – Enviado especial. Cuando se recorren los pasillos, también cuando se ingresa a alguna de las salas, hay palabras que se repiten. Se leen y se escuchan. Primero, claro, "educación". Luego, en orden aleatorio, "futuro", "innovación", "trabajo", "maestros". Después otras más específicas: "realidad virtual", "robótica", "big data", "inteligencia artificial". Sin embargo, hay una que desvela a los aquí presentes: "habilidades".
Pese a su corta historia, el Global Education and Skills Forum (GESF), organizado por Varkey Foundation, se instaló como el evento cumbre de la educación. En un fin de semana, toman la palabra políticos, expertos, empresarios, activistas, incluso figuras reconocidas del cine y del deporte. La actriz Charlize Theron y el piloto de fórmula 1 Lewis Hamilton, por caso.
Como cada año el plato principal será mañana domingo, cuando se conozca al ganador del Global Teacher Prize, pero los focos cambian. El eje de la cuarta edición del GESF es una declaración de principios: "Cómo preparamos a los jóvenes para el mundo de 2030 y más allá?".
En la apertura del foro, Vikas Pota, CEO de la fundación, dijo: "Un chico que entra hoy al colegio se graduará en 2030. No es un futuro intangible". Parece lejano, pero no lo es. Solo doce años para que, en el medio, las transformaciones sean abruptas y abran un porvenir incierto.
Entonces, ¿qué habilidades serán indispensables? Una de las conferencistas adhiere a una sentencia: "La big data es el nuevo petróleo". Ya lo es hoy y lo será todavía más mañana. Convertir un volumen inmenso de datos primero en un análisis; luego en acciones concretas. Los expertos en el área serán requeridos, pero -todos coinciden- hay otras competencias, más intangibles, todavía más esenciales.
El nombre de la presentación de Ricardo Paes de Barros, economista del Instituto Ayrton Senna, es contundente: "¿Por qué las habilidades socio-emocionales nunca fueron más esenciales?". Y lo explica: "Nos movemos de una sociedad que valora el conocimiento a una que valora cómo se maneja ese conocimiento".
Compasión, aceptación, tolerancia, empatía. Valores que distinguen al hombre del robot y que implican un plus. En Filipinas, por ejemplo, los puestos de trabajo del 56% de la población corren riesgos de ser robotizados, según asegura Jan-cayo Fiebeg, cofundador de CoderTrust, una plataforma de aprendizaje para freelancers.
Fieberg entiende que ya hay un camino trazado hacia la economía freelance. Hoy, dice, las habilidades más solicitadas en el mundo del trabajo son robótica, blockchain y bitcoin, "pero lo más importante son las habilidades soft". Para difuminar fronteras, convertirse en "ciudadanos globales", se necesita primero que todo creatividad, pensamiento crítico, desarrollo personal.
En una mesa redonda, que se preguntó cuáles serían las competencias para los puestos de trabajo de 2030, destacaron curiosidad e imaginación. Llamaron a comprender que se atraviesa un proceso de "transición". La tecnología avanza demasiado rápido y obliga a una actualización constante para no quedar por detrás de las nuevas demandas laborales.
La pregunta que también intentó responder el panel fue todavía más compleja: ¿cómo se enseña a los chicos a desarrollar esas habilidades? Si parecen abstractas, incluso invisibles, y son difíciles de evaluar. ¿Cómo lograr que los alumnos incorporen competencias que parecen innatas?
Una de las respuestas provino de Saadia Zahidi, directora de Educación, Género y Trabajo del Foro Económico Mundial: "Se suele ver a la tecnología como parte del problema, pero hay que pensarla como parte de la solución. Tenemos que empezar a usar esa tecnología como facilitadora, para hacer que los chicos dejen de pensar de una manera sistemática".
Por más paradójico que suene, en la era de la tecnología, las habilidades que más se valorarán son las que no tienen que ver con ella. En todo caso, la tecnología es un vehículo y nunca un contrincante. En esa línea, Yao Zhang, fundadora RoboTerra, pionera en la incorporación de robótica en las aulas, dijo: "Tenemos que preparar a los chicos para una carrera con los robots; no contra ellos".
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