El ministro de educación, Alejandro Finocchiaro, se reunió con su par francés, Jean-Michel Blanquer, en medio de su visita a París que se extenderá hasta el viernes.
El encuentro se produce en medio de un pico de popularidad que experimenta Blanquer en Francia que, a contramano, prefiere retornar a las prácticas educativas tradicionales: al dictado, a la memorización, al cálculo mental y -la más polémica de sus medidas- la prohibición del celular en las escuelas.
Preocupado por el cuadro decepcionante de la escuela secundaria, Blanquer, 53 años, ministro de Educación desde mayo de 2017, esboza un programa de metas simples que sin embargo la escuela actual ya no logra cumplir, pese a la sofisticación de sus teorías pedagógicas: leer, escribir, sumar, restar, multiplicar y… respetar al otro y al maestro.
Finocchiaro tendrá una agenda cargada. Mañana brindará su presentación en la apertura de un seminario. Luego dará una clase en La Sorbona -la emblemática casa de altos estudios parisina- sobre el centenario de la Reforma Universitaria que se celebra este año en la Argentina.
Llegando al final de su viaje tendrá una reunión con Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO. Por último, visitará la Casa Argentina, en donde se alojan estudiantes locales que emigraron a París para seguir distintas carreras de posgrado.
Seguí leyendo:
Cómo hizo el ministro de Educación de Francia para ser el más popular del gabinete