En Argentina, según los últimos datos oficiales, hay 323.255 profesores que dan clases en el secundario. Mucho de ellos, profesores pero no docentes. Más del 20%, unos 65.000, no tiene título habilitante para enseñar en el nivel medio.
Son graduados universitarios, técnicos superiores, docentes de primaria e incluso, en ciertos casos, apenas egresados de la secundaria. Parte de la problemática surgió por una medida ampliamente celebrada y necesaria, pero que no tuvo en cuenta la presencia cuantitativa de profesores. En 2006, cuando se aprobó la Ley Nacional de Educación, se hizo obligatoria la educación secundaria en todo el país.
"Además de la falta de control de las autoridades y de la mirada cómplice de la comunidad, lo más preocupante es la impericia con la cual se diseñan y escriben leyes y normas", señaló a Infobae Juan María Segura, experto en gestión e innovación educativa. "Era evidente que la obligatoriedad de la escuela secundaria iba a generar faltante de docentes en ese ciclo", agregó.
La problemática fluctúa según la provincia de que se trate. Por caso, en San Juan hay un 50% de profesores de matemática, física, química e inglés que no cuentan con la titulación requerida. Mientras que en los profesorados de inicial y primario se reciben cerca del 40% de los estudiantes, en los de secundario solo termina el 15% de los que comienzan.
"La problemática responde a varios factores que estamos atendiendo desde la política educativa", sostuvo a Infobae Cecilia Veleda, directora ejecutiva del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD). "Hay que seguir trabajando en la planificación de las carreras en las provincias. Es un desafío importante ampliar la oferta de profesorados secundarios y mejorar la tasa de egreso que es baja, en parte, porque la formación específica tiene un mayor peso. Son carreras que exigen una serie de capacidades que los chicos no traen de la secundaria".
En las carreras más "duras", la tasa de graduación es todavía menor: se emanan menos titulaciones de profesores de matemática, química y física. Incluso también hay un faltante notorio en profesores de inglés. "Tener en condición de 'enseñadores' a quienes aún no terminaron de aprender aquello que deben enseñar es una aberración. Posee un enorme valor simbólico. Con los chicos no se juega. No podés improvisar a la hora de diseñar políticas y espacios institucionales donde deben modelar su futuro", consideró Segura.
En la misma línea, Axel Rivas, director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés e investigador principal de CIPPEC, indicó: "La formación pedagógica es central para el trabajo docente. Muchos profesores de secundaria son profesionales que se acercaron a la docencia por distintos motivos. Pese a los años de experiencia dando clases, esto no reemplaza una formación pedagógica sistemática".
Veleda piensa que la falta de una titulación "puede afectar la calidad de los aprendizajes", que se requiere un apoyo. Por ello, desde el INFOD, en la órbita del Ministerio de Educación, relanzaron un programa que apunta a formar profesores de secundario sin título docente.
El programa de complementación
En 2017, se inició "Trayectos de Fortalecimiento Pedagógico" y todavía hoy hay mil cursantes. Para 2018, el cupo también es de mil profesores. Apunta a cumplir con el objetivo número dos del Plan Nacional de Formación Docente: garantizar la cantidad necesaria de maestros con titulación en todas las aulas.
"La certificación de las competencias pedagógicas es parte de la profesionalización de la carrera docente. Es un paso necesario para la mejora de la calidad educativa", aseguró Rivas.
La oferta está destinada a profesores de las asignaturas troncales en las cuales se dan las mayores dificultades de aprendizaje y de promoción: matemática, biología, física, química, lengua y literatura, historia, geografía e inglés.
La convocatoria ya está abierta y se extenderá hasta el 7 de marzo. Está destinado a profesores sin títulación que dan clases hace al menos 3 años y están a por lo menos más de 5 años de jubilarse. "Se trata de una medida remedial para un problema ya existente que se busca solucionar en el acto", planteó Veleda.
La iniciativa se encuentra disponible en las 16 provincias que se mostraron interesadas: Catamarca, Chaco, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán. Se cursa a distancia -con una demanda de 5 horas semanales- y contempla encuentros presenciales en cada jurisdicción.
Hay tres tipos de trayectos, cada uno muy diferente en su objetivo y destinatarios:
-Profesorado para secundaria destinado a graduados universitarios que dictan asignaturas ligadas a su título. Por ejemplo, un abogado que imparte Historia obtendría el título docente al terminar el año y medio de capacitación. Es la única de las tres en las que se enseñan solo materias pedagógicas y no de contenidos curriculares.
-Certificación pedagógica para la secundaria para docentes de primaria, técnicos superiores y graduados universitarios que dictan asignaturas que no van de la mano con su título. Ellos no reciben título docente después de la cursada.
– Certificación pedagógica para secundaria para mayores de 25 años de y con título secundario como máximo grado de educación.
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