Ya en julio, durante la cumbre del G20 en Hamburgo, el presidente Mauricio Macri había anticipado que la educación sería uno de los ejes temáticos del foro del año próximo: "Nos debe preocupar la gente más vulnerable. Una educación de calidad servirá para reducir la desigualdad. Apoyamos la iniciativa que impulsa el G20 para que la educación y el empleo vayan en armonía con procesos de innovación y digitalización", había expresado ante los líderes mundiales.
Entre las cumbres de G20 debe haber una continuidad temática. Argentina tomará la presidencia de manos de Alemania para 2018 y le cederá el liderazgo a Japón para 2019. Más allá de que la educación es una temática recurrente, por primera vez -aclaran desde Presidencia a Infobae- "los ministros de educación del G20 se van a encontrar para tratar el tema a fondo a nivel ministerial".
Para la discusión en profundidad, la presidencia argentina del G20 propuso la conformación del Grupo de Trabajo sobre Educación (GTE) en el Canal de Sherpas. Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa y una de las líderes del GTE, dijo a Infobae: "Es la primera vez en la historia que hay agenda educativa en el G20. Lo propusimos porque hace muchos años el desarrollo productivo, cultural y social está estrechamente ligado a un sistema educativo de calidad que implica buenos resultados y poca inequidad".
Producto de la globalización, y posterior digitalización, los cambios se aceleraron. Las grandes transformaciones presentan nuevos desafíos para un futuro incierto. Desde esa concepción, surgen preguntas que se presentaron como disparadores: ¿Cómo se puede garantizar la integración plena para todos los ciudadanos? ¿Cómo construir una educación inclusiva y de calidad en una sociedad que proyecta un marco de cambio constante? ¿Qué medidas deben tomarse para asegurar que la educación para el futuro disponga de mecanismos articulados de financiamiento internacional?
A partir de la asunción de la presidencia argentina, habrá tres instancias de encuentros. En primer lugar, las mesas de los viceministros con las discusiones preliminares. Esas mesas darán paso a reuniones de los ministros que se sellarán a través de actas de acuerdo con políticas a seguir. Por último, la cumbre de los líderes que encabezará el presidente Mauricio Macri y tendrá lugar en noviembre.
Dentro de la agenda educativa, habrá dos cónclaves centrales. En el primero se reunirán viceministros de educación y trabajo de todos los países en conjunto. Será en junio en Ginebra, Suiza, y Argentina liderará la mesa en la que se comenzarán a discutir lineamientos sobre el futuro del trabajo y las competencias que se requerirán. Luego, esa reunión se replicará con las autoridades de ambos ministerios en Mar del Plata el 6 de septiembre.
De la producción del contenido de la agenda educativa participan distintos organismos internacionales como la UNESCO, la OCDE, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, además de entidades locales. El G20 abordará dos temas prioritarios en educación:
-Habilidades del futuro:
En un escenario de profundas e impredecibles transformaciones, discutirán cuáles serán las bases para la educación del futuro. Uno de los puntos de mayor relevancia será la identificación de las habilidades para favorecer la integración a la sociedad y un mundo laboral incierto. El desafío será reconocer las competencias cognitivas, no-cognitivas y digitales, y plantear políticas educativas innovadoras e inclusivas, "con especial atención a grupos vulnerables", para promocionarlas.
"Planteamos la incorporación de políticas de adquisición de competencias que debe empezar en el sistema educativo, lo cual está en consonancia con lo que está haciendo Argentina con la propuesta federal de repensar la escuela secundaria", explicó Miguel.
-Financiamiento educativo:
La educación del futuro requiere la compañía de políticas internacionales de financiamiento. En la cumbre de Hamburgo, los líderes del G20 se comprometieron a examinar la propuesta del Secretario General de la ONU de establecer facilidades financieras teniendo en cuenta otras iniciativas existentes, como la Alianza Mundial para la Educación y La Educación No Puede Esperar.
En ese marco, buscarán establecer consensos para una gestión articulada de mecanismos de financiamiento internacional. "El valor agregado que buscamos es trabajar con el resto de los países una inversión eficaz y eficiente en el sistema educativo", amplió la funcionaria.
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