Tal como se anunció dos semanas atrás, este martes se desarrollaron en todo el país las evaluaciones Aprender 2017. Al igual que el año pasado, la segunda edición de las pruebas encontraron opiniones encontradas. Por un lado, optimismo por lograr un nuevo diagnóstico de la educación argentina. Por otro, rechazo y medidas de fuerza de gremios docentes y alumnos que, incluso, llegaron a tomar un colegio.
En diálogo con Infobae, Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación, se mostró muy conforme con el operativo: "En el Ministerio estamos contentísimos porque el 94% de los establecimientos participó del operativo". Del 6% restante, aseguró, habrá una gran cantidad que lo hará mañana debido a fuertes lluvias que acecharon algunas zonas de La Pampa y Mendoza, Trenque Lauquen y el sur de Córdoba.
"Finalmente la resistencia a Aprender es de gremios de izquierda, pertenecientes al Partido Obrero y al trotskismo, que alzan demasiado la voz, pero después su poder territorial para sabotear una prueba nacional no es lo suficientemente grande", expresó Finocchiaro.
Desde un principio, estaba planteado que Aprender 2017, una inversión de 380 millones de pesos para el Estado, se realizaría en forma simultánea en todo el país. Se contemplaba que participaran 31.300 escuelas; un total de 1.210.620 estudiantes evaluados y 92.730 docentes involucrados. A diferencia de 2016, no implicó la suspensión de clases.
Al respecto, el ministro señaló: "El operativo fue más exitoso que el del año pasado porque logramos romper algunos mitos como que íbamos a echar docentes, a cerrar escuelas, a bajar salarios. Los mismos mitos que hicieron que este país perdiera 30 años de evaluación educativa".
En esta ocasión, los alumnos de 6º de primaria respondieron preguntas de Ciencias Sociales y Naturales, mientras que a los estudiantes de 5º y 6º año de secundaria se les tomó Matemática y Lengua. Además, se sumaron a la evaluación los chicos de 4º de primaria de 220 escuelas que produjeron un texto escrito como una continuación de un cuento.
A cada chico se lo proveyó con dos cuadernillos, uno por materia, con consignas en formato multiple choice con cuatro opciones. De allí, una de las principales críticas de los gremios que cuestionaron "las pruebas estandarizadas que no consideran las características de los alumnos, los contextos, ni las familias con las que viven los chicos".
Al cuestionamiento, Finocchiaro respondió: "Las pruebas estandarizadas son las que se toman en cualquier lugar del mundo que tiene la cantidad de alumnos que estamos evaluando nosotros. Son 1.200.000 alumnos. Si hacés una prueba abierta, tardás muchísimo tiempo en corregirla. No hay otra forma de tomar y, además, Aprender no mide procesos educativos, sino que te da una foto de cómo está la educación".
Otro de los reproches apuntó a que las pruebas estaban diseñadas para favorecer a las escuelas privadas de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, en detrimento de las de gestión estatal de las provincias. "Oponerse a la evaluación es como oponerse al análisis clínico del colesterol. Te puede enojar que te dio el colesterol alto, pero es una ridiculez porque finalmente tenés que hacer un tratamiento", consideró el ministro.
A su vez, agregó: "Algunos gremios no representativos siguen sosteniendo ideológicamente un modelo que desnudó las falencias educativas y está dando estos resultados. Les cuesta reconocer que lo que manejaron durante tantos años haya dado como resultado chicos sin comprensión de texto a la salida de la secundaria ni con capacidad para resolver operaciones básicas de matemática y que la mitad deserte".
Después del diagnóstico preocupante de Aprender 2016, según Finocchiaro, se reorientaron algunas políticas públicas. Se diseñó "Escuelas Faro", que consiste en asistencia "muy fuerte" a 3.700 instituciones en extrema vulnerabilidad. También se brindó "capacitación situada" con un educador que escucha la clase y después ofrece su devolución al maestro y surgió Secundaria 2030 porque allí estuvieron "los resultados más alarmantes". En diciembre se terminará de tratar en el Consejo Federal con los ministros jurisdiccionales. "Es una nueva forma de enseñar y aprender en la escuela media", comentó.
Los resultados de 2017 se conocerán a partir de marzo del año que viene. En cuanto a las expectativas, Finocchiaro dijo: "No esperamos cambios profundos. Lo que sí esperamos es ver tendencias que se pueden ir corrigiendo con desvíos de políticas públicas. Si registráramos una mejora drástica, las pruebas estarían mal hechas".
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