En una visita a a la Asociación para el Desarrollo, Rehabilitación e Integración de las Personas con Discapacidad (ADERID), los chicos reconocieron una necesidad. A los profesionales que allí trabajaban les costaba desarrollar ejercicios con sus pacientes. Sobre todo, en los niños. Se les hacía cuesta arriba reforzar sus maniobras de desplazamiento. Algo había que hacer, pensaron desde la Escuela Técnica N° 1 de General Villegas, para solucionar la dificultad.
"Nos dijeron que necesitaban un juguete para practicar el movimiento de las manos para, en un futuro, poder ser independientes en el uso de las sillas de ruedas", contó a Infobae Paola Ibero, profesora de tercer año. "Lo que suele ocurrir es que nunca manipulan una y al momento en que la van a usar, no lo pueden hacer".
Siete estudiantes, entonces, investigaron qué modelos de sillas de ruedas para niños había disponibles. La información que recabaron indicó que -no solo en Argentina, sino a nivel mundial- había muy pocas experiencias de sillas de ruedas enfocadas a menores de 5 años.
En ese momento surgió el proyecto "Rompiendo barreras". Los estudiantes del colegio, en la materia Dibujo Técnico, comenzaron a delinear bosquejos de prototipos para las sillas. Al mismo tiempo, llevaron adelante encuestas y entrevistas a profesionales de la salud para las especificaciones necesarias. La escuela se convirtió en un laboratorio. Los estudiantes trabajaron los aspectos técnicos de la fabricación en distintos talleres.
Después de pedir asesoramiento, de tener en cuenta la opinión de los padres de los niños y los terapeutas de ADERID, buscaron el modo de crear un dispositivo de traslado y estimulación motriz, pero con una particularidad: que sea, también, sustentable. Al final, lograron diseñar una silla liviana, de bajo costo, funcional y estética y donaron las primeras cinco sillas a la institución.
Los niños probaron las sillas y se sintieron a gusto porque, además de los respectivos cinturones de seguridad, se adaptan anatómicamente. "Son como pata-pata para nenes que aprenden a caminar. Hicimos una imitación de las sillas de ruedas, pero pintorescas. Son cinco sillas, diferentes porque las patologías son variadas, con distintos asientos y longitud, y todas resultaron útiles", dijo Ibero.
El miércoles, el Ministerio de Educación de la Nación, reconoció al colegio de General Villegas en el marco de "Escuelas Solidarios". "La idea, a partir de ahora, es seguir con el desarrollo para que todos los chicos tengan su silla", comentó la profesora. El evento repartió un total de $1.335.000 para llevar a cabo los planes entre los ganadores que resultaron de 100 proyectos finalistas.
Los otros ganadores
El colegio secundario Presidente Dr. Arturo Frondizi de Corrientes logró el reconocimiento con "Tutores en la web", un programa que ofrece herramientas de alfabetización digital en su comunidad. El Centro Multinivel N° 105 y la Escuela Provincial N° 62 Padre Luis Tiberi de Colonia Potrero de los Caballos, ambas de Formosa, idearon un espacio para la recreación, el descanso y el deporte. La Escuela Bachillerato para Adultos N° 7166 de General Güemes, en Salta, organizó una huerta comunitaria y distribuyó su producción en áreas con recursos escasos.
Los dos últimos ganadores pertenecen a la provincia de Tucumán. Se trata de la Escuela Especial de Famaillá y la Escuela Media de Taco Ralo. Los primeros llevan adelante un proyecto que integra la enseñanza a los pobladores de técnicas hortícolas, mientras que los segundos, después de notar la escasez de forraje para ganado, produjeron pasturas ricas en proteínas, vitaminas y minerales, en poco tiempo y bajo costo para proporcionar así, soluciones a la mortandad de los vacunos.
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