Por qué los latinos dejaron de apoyar masivamente a los demócratas y se volcaron por Donald Trump

Esta vez el boto hispano se repartió entre los dos candidatos en partes casi iguales

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Hispanos a favor de Trump en Miami (AFP)
Hispanos a favor de Trump en Miami (AFP)

Donald Trump ha proclamado su victoria en las elecciones estadounidenses, e incluso podría ganar el voto popular, algo que no logró en 2016. Los expertos políticos están ahora analizando los resultados para averiguar cómo lo hizo. Entre los condados que han contado casi todos sus votos, algunos de los resultados más decepcionantes para Kamala Harris se produjeron en Texas, en particular en la frontera con México. En el condado de Webb, su porcentaje de votos fue 13 puntos porcentuales inferior al de Joe Biden en 2020. Fue diez puntos inferior en Dimmit y Starr, y nueve puntos inferior en Zapata. En cada uno de estos condados, más de cinco de cada seis residentes son hispanos, un grupo que históricamente ha estado en el centro de la coalición demócrata.

Las encuestas previas a las elecciones sugerían que Donald Trump había logrado avances sustanciales entre los votantes hispanos en todo el país. Los resultados parciales sugieren que este cambio se ha materializado, lo que ha ayudado a impulsar al expresidente a superar la línea en los estados en disputa. Y aunque los votantes hispanos en general se han alejado de los demócratas (al igual que los votantes de todas las etnias), sus avances se concentraron particularmente entre los hombres hispanos.

En 2016, Hillary Clinton ganó entre los votantes hispanos por un margen de 38 puntos porcentuales, según las encuestas a la salida de las urnas. En 2020, el margen de Joe Biden se había reducido a 33 puntos. Este año, las encuestas a la salida de las urnas realizadas por la CNN sugieren que el margen de victoria de Harris entre los votantes hispanos es de solo ocho puntos porcentuales, un desplome notable si es correcto. Esto se refleja en el análisis a nivel de condado, que muestra que ganó una proporción sustancialmente menor de votos que Biden en los condados con una gran presencia hispana, especialmente los de Florida (ver gráfico). Hay varias explicaciones posibles para este cambio.

Una es una tendencia a largo plazo de despolarización racial. La política estadounidense se ha realineado en función de líneas sociales y culturales, lo que hace que la religión y la educación sean variables demográficas cruciales. Estas características dividen a los votantes hispanos al igual que al resto del país. Otra explicación es que los votantes hispanos son más propensos que otros grupos a decir que la economía es su tema más importante, territorio favorable para Trump.

Estas razones también pueden explicar el hecho de que los votantes hispanos no se están acercando al Partido Republicano al mismo ritmo. La encuesta de salida de CNN revela una ampliación drástica de la brecha de género entre los votantes hispanos. Los hombres hispanos han pasado de votar por Biden en 23 puntos porcentuales en 2020 a votar por Trump en diez puntos este año. Las mujeres hispanas, en cambio, votaron por Harris en 24 puntos. Si bien los hombres de todas las etnias tenían más probabilidades de votar por Trump, la ampliación de la brecha de género entre los votantes hispanos puede indicar divisiones sobre cuestiones como el aborto.

También hay una variación sustancial dentro de la población hispana en función de la herencia o el país de origen. Por ejemplo, los votantes mexicanos, especialmente los del suroeste de Texas, se inclinaron drásticamente hacia Trump en 2020. Este año, las primeras evidencias sugieren que los condados con grandes poblaciones dominicanas y cubanas fueron los que más se alejaron de los demócratas, mientras que las comunidades puertorriqueñas y mexicanas lo hicieron por un margen menor. Esto podría ser el resultado de la campaña electoral combativa y divisiva, marcada por episodios como un comediante que insultó a Puerto Rico en uno de los mítines de Trump, o de diferencias estructurales como la geografía, el idioma y la generación.

A medida que se sigan contando los votos en el oeste, veremos más datos de estados como Arizona, California y Nevada, que tienen grandes poblaciones hispanas. En Arizona y Nevada, importantes campos de batalla en las elecciones de este año, un cambio entre los votantes hispanos podría ser la diferencia entre que Trump o Harris ganen el estado. Pero el resultado de la elección presidencial no está en duda. Este año los votantes hispanos se han consolidado como un electorado clave. Para los demócratas, que miran hacia el futuro, reconstruir su coalición hispana será una tarea difícil.

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