Menor impacto ambiental y empleo de calidad: el debate sobre el futuro del mundo empresarial

“La era del triple impacto” tiene su origen debido a las consecuencias ambientales, económicas y sociales que se vienen gestando desde la última revolución industrial.

En los tiempos actuales, con nuevos paradigmas en pos de un mundo más sustentable y un desarrollo sostenible para todos, el eje de la estrategia de crecimiento de las empresas ya no pasa sólo por la búsqueda de rentabilidad, sino por un desarrollo donde el rédito económico se genere sin comprometer los recursos naturales y a su vez que persiga el bienestar de las personas más necesitadas. Se trata de un modelo basado en tres conceptos: valor económico, mirada social e impacto ambiental.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en una de las claves para generar impacto sostenible en la sociedad del futuro. Su crecimiento en la última década y su influencia la convirtieron en un tema de agenda para el sector público y el privado; ambos necesitarán sistemas de gestión más sofisticados y transparentes.

En este contexto, Infobae realizó el evento “Responsabilidad Social: historias que inspiran” en el Hotel Four Seasons donde se reunieron una gran variedad de empresas, expertos en responsabilidad social empresarial y jóvenes científicos para entender cómo son actualmente las políticas de sustentabilidad en el país y por qué es importante que los grandes empresarios desarrollen este tipo de actividades.

Para llevar adelante el evento, las marcas que acompañaron fueron Quilmes, Pan American Energy, Coca-Cola, Ford, Telecom, Unilever y Veladero.

Con Luis Novaresio como moderador, se desarrollaron tres paneles con distintas temáticas. El primero se llamó “Inspirando nuevos paradigmas: de la RSE a la Sustentabilidad”, el cual aportó una mirada profunda para conocer los nuevos horizontes del sector –sustentabilidad, negocios inclusivos y triple impacto–. Allí participaron Francisco Murray, director ejecutivo de Sistema B; Jaqueline Pels, directora de Espacio de Negocios Inclusivos de la Universidad Torcuato Di Tella, y Alberto Willi, profesor y director académico executive MBA en IAE.

Acerca de la inmediatez que se vive en la Argentina, Willi dijo: “Discutimos los problemas de forma técnica y simple. Es un error que cometen las empresas. En general dicen ‘quiero trabajar con las comunidades pobres alrededor mío’, y yo les pregunto cómo vamos a trabajar porque la pobreza es sistémica y multicausal. Quizás es más eficiente trabajar con una cámara empresaria para reducir este malestar que ir a darle de comer a alguien. Estamos empezando a entender que estas agendas de triple impacto son complejas y nos cuesta un montón pensar la complejidad en una agenda a largo plazo”.

Otra de las temáticas que se abordaron fue la importancia de la inclusión y la diversidad de género como un compromiso sustentable. “La calidad bien entendida empieza por casa; si uno no hace para adentro inclusión y diversidad, no va a ocurrir afuera. Es importante que las empresas tengan políticas de género o inclusión, pero si creemos que el problema es la empresa, estamos equivocados. Esto aplica para todo los aspectos de la vida: la escuela, el club y el hogar. Si no tenemos incorporado este concepto, no se va a ver reflejado afuera”, explicó Pels.

Por su parte, Francisco Murray destacó que si bien la sustentabilidad y el triple impacto es una cuestión que aún debe desarrollarse de mejor manera en Argentina, es importante que este tema cada vez tenga mayor resonancia: “La buena noticia es que hoy se habla de sustentabilidad con salones llenos cuando antes esto no ocurría, es un tema que claramente está en agenda”.

Luego tuvo lugar el segundo panel llamado “Empresas que hacen la diferencia”, en el cual importantes firmas expusieron las políticas de RSE que desarrollan y su mirada acerca de la trascendencia de este fenómeno. Participaron Karen Vizental, vicepresidenta de Comunicaciones Corporativas y Sustentabilidad Unilever Latinoamérica; Gonzalo Fagioli, VP de Asuntos Corporativos de Cervecería y Maltería Quilmes; Agustina Zenarruza, gerente de sustentabilidad de Pan American Energy, y Carlos Galmarini, director de Asuntos Públicos y comunicaciones de Ford Argentina.

Una de las principales temáticas del panel fue el principal cambio de rol que hoy tienen las grandes firmas: “Comparto mucho de lo que dijeron los chicos del anterior panel, a las empresas les están sumando un montón de responsabilidades y las mismas tienen que poder redistribuir ese rol. A través de procesos de articulación público-privada. La prioridad de la empresa es ganar plata, pero también tengo la responsabilidad de que otros crezcan con lo que yo crezco. Tenemos la responsabilidad de que las comunidades en las que estamos e invertimos tengan una mejor calidad de vida. Como por ejemplo con los programas que tenemos para chicos de zonas vulnerables con alto potencial”, explicó Zenarruza.

“Hoy la sociedad se vuelve toda activista, para generar un cambio es necesaria una acción colectiva. Todos somos responsables como ciudadanos, políticos, organización o empresa”, explicó Vizental. Además, agregó: “Hay un gran cambio por parte de los consumidores de exigirles a las organizaciones este cambio sustentable y yo creo que la sustentabilidad debe pasar a ser la norma, antes era la excepción. El 91% de los millennials estaría de acuerdo con cambiar una marca por otra que se acerque a causas que ellos tienen y además las marcas con propósitos crecieron el doble en los últimos doce años”.

Por su parte, Gonzalo Fagioli hizo hincapié en los cambios que se están dando tanto en la sociedad como en la industria: “Hoy hay una gran concientización por parte de la sociedad. La sustentabilidad es el negocio y todas las decisiones están pensadas en base a este eje. Por ejemplo, es una novedad que todas las plantas de Quilmes trabajarán con energía eléctrica renovable".

A su vez, Carlos Galmarini destacó la importancia del diseño organizacional de las empresas: “Es fundamental que la sustentabilidad sea un eje transversal a todas las áreas de una compañía. El crecimiento y el éxito de la empresa está intrínsecamente relacionado con la sociedad en la cual está inserta. Nuestra principal responsabilidad como agentes de desarrollo es crear un negocio sólido pero que también ayude a crear un mejor mundo para todos, las dos cosas están relacionadas”.

Finalmente, el último panel bajo el nombre “El poder de las comunidades para el compromiso global y social” estuvo compuesto por Silvia Flores, directora ejecutiva de cooperativa La Juanita; Agustín Passerini, co-fundador de Astor, y Jerónimo Batista, joven científico.

Cooperativa La Juanita fue fundada, tras la crisis del 2001 por el “Movimiento de Trabajadores Desocupados –MTD La Matanza– que decidió rechazar los planes asistenciales y construir sus propios emprendimientos productivos y educativos. Entendiendo que el trabajo digno y una educación de primera calidad en un barrio marginal pueden generar los cambios necesarios para la transformación de su comunidad.

“Hay muchas empresas que todavía no están contribuyendo para que las comunidades marginales puedan crecer. Hoy nuestra tarea no es solo salir a buscar vecinos de barrio que quieran crecer sino también empresas que quieran involucrarse para transformar la realidad en serio”, explicó Silvia Flores.

Por su parte, Jerónimo Batista centró su exposición en la importancia del cuidado del medioambiente: “Es fundamental entender los problemas ligados a los residuos, el cambio climático y el uso de plásticos. Más del 90% del agua embotellada que ingerimos tiene microplásticos, lo que da un cálculo de 5 gramos por semana, lo que equivale a comerse una tarjeta de crédito. Es fundamental sostener este cambio de paradigma para las generaciones que vienen”.

Finalmente, Agustín Passerini hizo hincapié en una temática trascendental que crece día a día en el mundo: movilidad sustentable. “La forma en que nos movemos es muy ineficiente, ni hablar de la cantidad de carbono que lanzamos al aire. Astor está pensado para el uso en la ciudad, lo pensamos para que sea fácil de acceder, que sea cómodo ergonómicamente, ya que a veces es restrictivo cómo se generan los vehículos por cuestiones culturales”, explicó el joven.