Los números son contundentes. Estudios del medio marino apuntan que por año las aguas reciben entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico. La falta de preservación de los mares y océanos refleja cómo la contaminación es un fenómeno cada vez más presente en el mundo.
Los pronósticos para 2050 son catastróficos: si en 10 años se calcula que habrá una tonelada de plásticos por cada 3 toneladas de peces, para 2050 se espera que la proporción se invierta: las últimas estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente prevén que hacia mediados de siglo la cantidad de plástico que flota supere al número de peces que nadan.
Una cruda expresión de esta situación la expuso la fotógrafa Caroline Power. En su cuenta de Facebook, subió cuatro imágenes tomadas entre entre las islas hondureñas de Roatán y Cayos Cochinos, ubicadas en el mar Caribe. Las capturas muestran cientos de cuchillos, tenedores, bolsas, botellas y demás productos desechables y residuos flotando entre las algas marinas. Una constante que se extendía a lo largo de varios kilómetros.
La joven británica retrató las consecuencias de la irresponsabilidad de la acción humana y su repercusión en el medio natural. Gran parte de los plásticos producidos por el hombre terminan en los océanos por su mal tratamiento y las nulas labores de limpieza que se realizan en los mares. Por ello, llamó a la toma de conciencia. "Esto tiene que parar", reclamó acompañando las capturas.
"Desafío a todas las personas y a todos los negocios a que guarden la basura durante una semana. Separe sus productos orgánicos y reciclables y conserve todo lo demás durante una semana. Le disgustará la cantidad de elementos de uso único que utiliza", propuso Power para concluir la publicación.
La organización ambientalista Blue Planet Society explicó el origen de este llamado "mar de plástico": se trata de basura arrastrada por el fronterizo río Motagua, desde Guatemala a las costas hondureñas.
En tanto la cancillería de Honduras ya hizo el reclamo a su par guatemalteca, solicitándole "realizar las acciones pertinentes para reparar el daño ambiental". La respuesta del vecino país fue que desde el año pasado se llevan a cabo tareas de limpieza.
Las disyuntivas caracterizan el alrededor de un problema de suma consideración. John Hourston, fundador de la asociación Blue Planet Society, aseguró que "es el ejemplo más grave de contaminación por plástico que había visto". Y recordó que este tipo de materiales se descomponen en pequeñas partículas que acaban en el plancton, unos organismos que forman parte de la cadena alimentaria de los peces.
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