Es común pensar que a más diversidad en un sistema determinado, como puede ser una selva tropical, las necesidades hídricas deberían ser mayores, pero un equipo de científicos comprobó exactamente lo contrario. Un nuevo estudio demostró que este fenómeno se debe a una menor competencia por agua de plantas de diferente especies. Además, determinó cual sería la clave para evitar sequías en uno de los ecosistemas más necesarios para los suministros del planeta y del hombre.
Los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con científicos del Danum Valley Field Centre y el Forest Research Centre (Malasia), así como de la Universidad de Oxford (Reino Unido), utilizaron plantas de árboles tropicales de las selvas de Borneo (Malasia) en su fase inicial de crecimiento, denominadas plántulas.
Estás plántulas, de una sola especie, fueron insertadas en monocultivos y cubiertas con láminas de plástico para lograr su aislamiento y simular un típico episodio de sequía, tal como ocurre en los fenómenos climáticos estacionales.
"Respondieron a la sequía severa en todas las situaciones, pero, cuando la diversidad era más alta, se reducía el estrés hídrico en comparación con las plántulas en monocultivo", explicó el investigador del CSIC Michael O'Brien, que trabaja en la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC).
El objetivo de estos científicos es lograr comprender en profundidad la dinámica de las selvas tropicales. Estas se encuentran entre los depósitos más importantes de la diversidad biológica terrestre. Sus recursos ofrecen el sustento necesario de vida de las especies que conviven en espacio como también proporcionan los suministros necesarios para millones personas que viven a través de sus recursos.
"La pérdida de la diversidad forestal y selvática significa la falta de oportunidades para medicamentos, alimentos, materias primas y oportunidades de empleo, en una palabra: el bienestar", aseguraron voceros de FAO (Food and agriculture organization of the united nations) en su web.
Estudios has determinado que que el 70 por ciento de las plantas identificadas hasta ahora que tienen efectos contra el cáncer se encuentran en selvas tropicales. El Calanolide A, un nuevo medicamento que está desarrollando una empresa farmacéutica, posiblemente para tratamientos contra el VIH, proviene de un árbol descubierto en Borneo, según detalló el Instituto Nacional del Cáncer a National Geographic.
"Las plantas tropicales son fuentes importantes de moléculas de plomo anticancerígenas. De las 3000 plantas identificadas como activas contra el cáncer mediante estudios in vitro, el 70% son de origen tropical. La extracción de compuestos bioactivos de los materiales vegetales es un paso fundamental cuya eficacia es crítica para el éxito de los esfuerzos de descubrimiento de fármacos", aseguró Hewavitharana, científico de la Universidad de Queensland, Australia en su estudio.
La ciencia ya ha centrado su atención en uno de los ecosistemas más ricos del planeta, su comprensión y entendimiento pueden ser la clave para poder preservar miles de especies que utilizan diariamente sus suministros, incluso en pos de la evolución del hombre y su rol en la Tierra.
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