Justin Hofman se había sumergido en el mar para fotografiar un pez raya o una ballena. No sabía que se iba a encontrar con una situación satírica y dramática. Un diminuto caballito de mar pasaba por frente a su cámara. Pensaba que tenía la oportunidad de retratar una imagen elegante. No imaginaba que lo que había fotografiado era la cruel interacción entre la ingenuidad animal y la desidia humana. La foto se llama "Surfista de aguas residuales" y fue elegida para concursar por el premio Wildlife Photographer of the Year organizado por el Museo de Historia Natural de Londres, uno de los certámenes de fotografía más prestigiosos del globo.
El fotógrafo -estadounidense, 33 años- pasó de la ilusión a la desesperanza. Había inaugurado una felicidad espontánea por retratar un bello y codiciado animal. Hasta que descubrió que para enfrentar la corriente, el animal se aferraba a un hisopo más grande que sus propias dimensiones. "Al principio estaba muy contento de haber encontrado a este adorable caballito de mar solo, pero a medida que la marea cambiaba, la hierba marina y las basuras comenzaron a pasar sobre el arrecife", narró Hofman a la BBC. El ejemplar lo había absorbido una corriente de plástico, basura y aguas residuales.
Su sensación fue ambigua: "Mientras todo ocurría, sabía que era una escena importante para documentar. Fue frustrante, asqueroso y triste pero tenía que capturarlo". Publicó la icónica foto en su cuenta de Instagram. La imagen, acompañada por más de 18 mil likes, tiene la explicación de su autor: "Me gustaría que la foto no existiera. Pero ya que existe, quiero que todos la vean. Lo que comenzó como una oportunidad de retratar a un pequeño caballo de mar se convirtió en frustración y tristeza. La marea trajo consigo innumerables pedazos de basura y restos. Este caballito de mar navega junto a desechos un día sí y otro también en las corrientes que fluyen a lo largo del archipiélago indonesio. Esta foto sirve como una alegoría sobre el estado actual y el futuro de nuestros océanos. ¿Qué tipo de futuro estamos construyendo? ¿Cómo pueden sus acciones dar forma a nuestro planeta?".
La foto se tomó en las playas de Sumbawa, Indonesia, el segundo país con mayor contaminación por plástico detrás de China. Según una investigación publicada en la revista Science en 2015, produce 3,22 millones de toneladas de residuos que tienen como principal destino las costas oceánicas. Se cree que por año las aguas reciben entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico. Los pronósticos para 2050 son catastróficos: las últimas estimaciones prevén que hacia mediados de siglo la cantidad de plástico que flota supere a la cantidad de peces que nadan.
El "surfista de aguas residuales" se multiplicó por las redes sociales y asumió la iconografía de activistas y organizaciones que denuncian la contaminación plástica de los océanos. Justin Hofman aseveró que la tonalidad blanca que se difumina en el fondo de la imagen son bolsas de plástico. Busca que su trabajo genere inspire comportamientos responsables. "La fotografía también puede concientizar sin necesidad de ser excesivamente gráfica, desagradable o explícita. La enorme cantidad de reacciones que ha generado en redes sociales me da algo de esperanza", explicó en el diario El País. "Todos somos responsables, aun cuando vivimos lejos del mar", concluyó.
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