La capacidad destructiva de una enfermedad mantiene en vilo al sector citrícola mundial. Huanglongbing (HLB o Dragón amarillo) es un agente infeccioso que ataca a los árboles y hace que produzcan fruta amarga y con anomalías en su tamaño y forma.
Esta enfermedad milenaria -se conoce en China desde el año 1870- hasta el momento no tiene cura y amenaza a la citricultura Argentina –siendo el octavo país productor mundial de cítricos-.
El HLB ya destruyó el 30% de la producción citrícola mundial
Uno de los datos que preocupa es su capacidad de propagarse rápidamente -por medio de un vector, el psílido Diaphorina citri, que la transmite desde árboles enfermos a árboles sanos- y eso se refleja en una disminución productiva entre 5 y 8 años en las plantas infectadas.
Cómo hacerle frente
En Argentina, la Asociación de Citricultores de Concordia trabaja intensamente en la prevención de la enfermedad para resguardar la actividad económica más importante del noreste entrerriano.
Una de las principales medidas consiste en articular las labores de monitoreo con los productores de las áreas de Concordia, Federación y el resto de la provincia, colaborando con la cobertura total de las explotaciones para garantizar la inexistencia de la enfermedad y en el caso de que surgiera, aumentar la detección temprana de las plantas y el vector.
"La pérdida mundial de citricultura producto del HLB alcanza al 30% de la producción. Alguien le va a tener que vender naranjas al mundo y debemos aprovechar esta oportunidad", dijo Juan Verliac, Director Técnico de la Asociación de Citricultores de Concordia.
En ese marco surgió una alianza estratégica con Coca-Cola de Argentina -quien compra 6 mil toneladas de jugo de naranja al año y promete triplicar ese valor para el 2025- que colaborará con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en programas para la promoción y el desarrollo del sector.
Para ello, invirtió 7 millones de dólares para adquisición de equipamiento específico y capacitación.
Según un informe de Impacto económico que la compañía encargó al IERAL de la Fundación Mediterránea, Coca-Cola adquiere anualmente el 60% de la producción argentina de jugo concentrado de naranja, y el 30% del jugo concentrado de limón y pomelo, equivalentes a 80.000 toneladas de naranjas, 15.000 de pomelos y 170.000 de limones.
"Nuestra cadena de valor empieza en el sector agrícola y estamos orgullosos de participar en este proyecto. En este sentido, destacamos que más allá de esto, lo importante son las familias, sueños y proyectos de vida que seguimos apoyando a partir de nuestro compromiso con las economías regionales", destacó Cristian Pérez, Gerente de Asuntos Públicos de Coca-Cola de Argentina.
Reunión cumbre
El avance de estas nueva políticas de prevención surgieron en el marco de un encuentro de la Asociación de Citricultores de Concordia, Entre Ríos junto con funcionarios de gobierno y representantes de instituciones del sector, como el Intendente de Concordia, Enrique Cresto, la diputada nacional por Entre Ríos Yanina Gayol, el Director de la Estación Experimental Agropecuaria de INTA Concordia, Guillermo Meier, el Vicepresidente de SENASA, Guillermo Rossi, y autoridades de la Asociación de Citricultores de Concordia y Coca-Cola de Argentina, en el hotel NH City de Buenos Aires.
Argentina espera entonces poner en marcha su estrategia de trabajo, políticas y acciones para prevenir el Huanglongbing (HLB).