La buena suerte es relativa. En Tailandia, lanzar monedas en un estanque con tortugas ayuda a ahuyentar la mala suerte. Es una creencia que se enfrentó a una consecuencia feroz. Resulta que la tortuga del estanque en el que los devotos de estas teorías arrojaban las monedas debió ser operada de urgencia para extraerle, paradójicamente, 915 unidades de la buena suerte.
Om Sin es el nombre de la tortuga marina que debió someterse a una operación de estómago de siete horas en la Universidad de Chulalongkorn, en Bangkok. Un equipo de veterinarios tailandeses le retiraron cinco kilos de metal en forma de monedas nacionales y extranjeras que el animal acuático de 25 años fue consumiendo durante largo tiempo.
El ejemplar hacía sido trasladado el mes pasado a la facultad de veterinaria desde el centro de conservación de tortugas marinas de la marina tailandesa en Chonburi, al este de Bangkok, por mostrar ciertas dificultades para nadar. Una radiografía reveló el tesoro que estaba escondido en su estómago e inmediatamente fue derivada para su intervención quirúrgica.
"Es difícil de imaginar cómo pudo tragar esa cantidad tan grande de monedas. No había visto antes un caso parecido", sostuvo Pasakorn Brikshavana, portavoz del equipo de cirujanos que participaron de la operación. Ahora la tortuga deberá permanecer una semana en análisis veterinario antes de que sea devuelta al centro de conservación, donde culminará su recuperación.
Rungroj Thanawongnuvej, decano de la facultad de Veterinaria de Chulalongkorn, intentará a partir del caso de "chanchito" o "banco" -los apodos que rápidamente le atribuyeron- disuadir la práctica de arrojar monedas a los estanques. "Una tortuga puede vivir hasta 80 años y la superstición es que arrojarle monedas hará que el interesado tenga una vida más larga -explicó-. Pero arrojarle monedas trae mal karma, porque es torturar a un animal".
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