La asombrosa historia del economista irlandés que decidió vivir sin dinero

Mark Boyle fue un exitoso ejecutivo de la industria alimenticia. Hace ocho años renunció a su cargo y salario para crear una comunidad autosustentable en el oeste de Irlanda. Se hizo mundialmente conocido en las redes y a través de documentales como el “El hombre que vive sin dinero”

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Mark Boyle era economista y gerente de una empresa de alimentos hasta que se transformó.
Mark Boyle era economista y gerente de una empresa de alimentos hasta que se transformó.

Mahatma Gandhi dijo "sé el cambio que quieres ver en el mundo". Mark Boyle era un ejecutivo licenciado en ciencias económicas, gerente de una empresa de comida orgánica, con un gran caudal de ingresos. Hasta que leyó esa frase. Pensó cómo hacer el cambio que quería ver en el mundo. Identificó a la indiferencia como el peor mal que aqueja a la sociedad y al dinero y al consumismo como el principal efecto de esa insensibilidad.

“Es totalmente absurdo querer un crecimiento infinito en un planeta finito”.

Mark Boyle es un economista que desde entonces y hace ocho años vive sin dinero. No es pobre y dice ser más feliz ahora: "Irónicamente, son los años más felices de mi vida. Tengo más amigos que nunca, no me he enfermado y nunca he estado más en forma físicamente. Encontré en la amistad y no en el dinero, la verdadera seguridad. Ahora estoy seguro que la mayoría de la pobreza es espiritual, y que la independencia es realmente interdependencia".

Lo certifica quien mundialmente es conocido como "Moneyless Man" (El hombre que vive sin dinero), un anticapitalista irlandés que decidió renunciar un año a su estilo de vida burgués, que luego extendió el experimento dos años más y que finalmente lo adoptó como método diario. Y que hasta tiene su propio manifesto.

Empezó en noviembre de 2008, cuando se desprendió del vil metal para ser consecuente con la forma en que concebía el mundo. Como economista se convenció que era absurdo perseguir un crecimiento infinito en un planeta finito. En la primera fase de su transformación intentó defender sus ideales decrecentistas fundando una empresa de alimentos ecológicos: pronto advirtió que estos negocios éticos servían de poco. Y se lanzó.

Boyle vive hoy en "An Teach Saor" -"la casa gratis" en idioma gaélico-, un pequeño poblado ubicado en la ciudad de Loughrea, en el condado de Galway, Irlanda, Allí se llega tras atravesar seis kilómetros de bosque. Un ecosistema aislado, autosustentable, recóndito, incorruptible, que se rige sobre el acuerdo de "la economía del don": una teoría social en la que se intercambian bienes y servicios exentos de una comunión explícita de "quid pro quo" (en latín "algo por algo"), una creencia que sostiene que ningún habitante carezca de algún principio básico.

“Es obvio que el consumismo se nos ha ido de las manos”, planteó Boyle desde la comunidad An Teach Saor, que él mismo integra y vive.
“Es obvio que el consumismo se nos ha ido de las manos”, planteó Boyle desde la comunidad An Teach Saor, que él mismo integra y vive.

No hay pobres, no hay vagos, no hay "hippies", ni mendigos. Los menos de cincuenta habitantes de esta humilde región demuestran que es posible vivir sin dinero. Aunque en la actualidad Boyle sí disponga de cierta economía: interrumpió su ayuno monetario para comprar unas zapatillas de segunda mano de menos de seis dólares. Las otras ocasiones por las que decidió abortar sus creencias fue para adquirir artículos de primera necesidad y fundamentalmente invirtió sus ganancias para subvencionar y promocionar su causa.

Mark Boyle propone reemplazar “reducir, reutilizar y reciclar” por “resistir, rebelarse y reasalvajarse”

Su causa se tradujo a varios idiomas y vendió 75 mil copias en 17 países. Un blog personal dio vida al libro "The Moneyless Man: A Year of Freeconomic Living", un documental de su primer año de vida prescindiendo del capital, con especial énfasis en el capítulo alimentario. La publicación es una guía práctica para entender los modos y las conductas para subsistir sin dinero en un mundo diseñado para consumir, gastar, ahorrar y endeudarse. No es su único material escrito: "Drinking Molotov Cocktails with Gandhi" es su segundo libro en el que Mark Boyle quiere sustituir las tres erres "reducir, reutilizar y reciclar" por "resistir, rebelarse y reasalvajarse".

Cómo vivir sin dinero, según Mark Boyle

El método de nula utilización monetaria para vivir se hizo bandera en el irlandés anti sistema. Pero cómo. Lo principal, lo más importante era la comida: "Hice una lista con lo básico para sobrevivir. Me encanta la comida, así que eso era lo prioritario. Hay cuatro maneras de tener comida gratis: recogerla de la naturaleza, cultivarla, los trueques o comer de los desperdicios". En su primera experiencia, notó la importancia de no desaprovechar ningún recurso disponible: "Si cultiváramos nuestra propia comida, no desperdiciaríamos el 30% de ella".

Lo último que compró fueron unas zapatillas de menos de seis dólares.
Lo último que compró fueron unas zapatillas de menos de seis dólares.

Como alojamiento se hizo de una especie de remolque que consiguió trabajando como voluntario en una granja orgánica, a la que ayudó a hacerla autosuficiente y renovable para que no necesitara de una fuente de energía externa. Se baña en el río, usa periódicos para ir al baño y bicicletas para los desplazamientos. Para alumbrarse utiliza velas hechas con cera de abeja y para calentar su morada se sirve de madera en una estufa hecha de un antiguo bidón de gasolina.

En la comunidad "An Teach Saor" celebran talleres, cursos y actividades para compartir conocimientos, además de beber gratis la cerveza que fabrican. La idea es sencilla y plural: trabajar en conjunto para organizar eventos, fabricar y cultivar los productos que luego consumen todos. Sin necesitar del dinero, sin ser pobres.

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