La pandemia y las medidas de aislamiento obligaron a una rápida reacción y reconversión de hábitos en diferentes ámbitos y la industria de la construcción no quedó ajena a ello. Las necesidades de quienes habitan los edificios impusieron una transformación. Mayor preponderancia de espacios verdes, sectores de teletrabajo, mayor cantidad de metros cuadrados, espacios flexibles, amenities más sofisticados. Estas tendencias, que ya venían creciendo, se aceleraron abruptamente después de la “era COVID”.
Darío Rizzo, de Alternativa Propiedades, abrió el debate y expuso las tendencias: “Las viviendas sin dudas se volvieron protagonistas indiscutidas. Tienen que ser hogar, oficina, colegio, y hasta gimnasio o fuente de entretenimiento o esparcimiento. Es muy difícil satisfacer todo esto en un mismo espacio, sobre todo cuando los metros son los mismos. Por este motivo, las consultas por mudanzas en las afueras estallaron durante la pandemia, ya sea para alquilar, comprar casa, o comprar lote y construir”.
Según el experto, la gente busca más metros tanto en el interior como en el exterior. Y aclaró que el mercado de casas en barrios cerrados no es para todos los públicos porque, si bien los costos de construcción están en sus mínimos históricos, los lotes hoy están defendiendo más su valor. En este contexto, un producto que está creciendo mucho es el de los dúplex. “Los desarrolladores compran terrenos cerca o alrededor de barrios cerrados, en zonas urbanizadas y con buena oferta comercial y de servicios. Allí desarrollan pequeños barrios cerrados, con amenities (piscina y SUM), bajas expensas, y viviendas llave en mano estilo dúplex. Estas viviendas se encuentran sobre lotes más pequeños, entre 300 y 500m2. Por eso, son ideales para aquellos que no llegan a comprar un lote y construir en un barrio cerrado tradicional”.
Con respecto al diseño interior de los hogares, una de las consignas principales consistió en crear un hábitat de trabajo dentro de la casa. En este sentido los escritorios son sin dudas protagonistas de la vivienda como así también los espacios exteriores (en una casa un jardín y en un departamento un balcón o terraza). “Las dependencias de servicio, o habitaciones extra casi desaparecieron, y dejan hoy su lugar a espacios de oficina o escritorio. Para quien cuenta con menos metros el escritorio se resuelve en espacios dentro del living, o en las mismas habitaciones. Y en los edificios de la ciudad los desarrolladores ya piensan en los business center como un amenity imprescindible, al nivel del SUM o la piscina.”, agregó Rizzo y ejemplificó con lo que sucede en Estados Unidos. “En ese país este amenity ya era una constante en los edificios desde antes de la pandemia. Incluso algunos edificios en Miami, que combinan residencias con unidades hoteleras, están pensando en incluir sus propias clínicas médicas dentro del complejo”.
En consonancia con estas tendencias, M&M Desarrollos Inmobiliarios emprendió Alto Grande Asamblea, un proyecto pionero en favorecer el teletrabajo a través de sus amenities. El emprendimiento ubicado en el corazón de Parque Chacabuco, sobre la Avenida Asamblea 1652, busca solucionar el dilema de tener que desarrollar todas las actividades diarias desde un solo espacio.
El diseño de las residencias fue creado en función de las nuevas prioridades de este siglo y de esta nueva normalidad que demanda flexibilidad y sistemas abiertos. Ejemplo de ello son las burbujas de teletrabajo, un concepto que ya es tendencia en los países nórdicos; salas de reuniones seguras, equipadas para encuentros profesionales y con la comodidad que significa pasar del departamento a la oficina en un minuto; running track (se trata de un circuito aeróbico en la terraza). Y el Freshdeliveryroom, una cámara de refrigeración para guardar y almacenar los pedidos de los residentes que sumado al Box deliveryroom, actúan como depósito para delivery de productos.
Gabriel A. Maioli, director de Desarrollo Inmobiliario, resumió el concepto del emprendimiento: “Se implementaron muchos mas amenities para que los residentes no tengan que salir del edificio ni para trabajar, ni para correr. El running track en las nubes, las burbujas para teletrabajo y el fresh delivery room, nacieron con la pandemia luego de horas de debates y encuestas con clientes. El público hoy prioriza los espacios abiertos como balcones o terrazas. La gente pide espacios descubiertos y amenities más funcionales a la nueva normalidad. A diferencia de la compra de una casa, los departamentos con amenities le dan la posibilidad al usuario de incrementar su interacción con los vecinos en espacios que integren y generen encuentros o excusas para relacionarse. Los livings sociales en PB, el microcine, la sala de lectura, el running track, la piscina, el laundry, el playground, el mini golf, el gimnasio entre otros, están diseñados para fomentar la recreación y la interacción comunitaria”. Y finalizó: “Con respecto al diseño interior creo que irá evolucionando hasta llegar a emular o a tener dejos de verde o naturaleza en los lugares interiores. El encierro tan prolongado hizo repensar muchas cosas y primar la vuelta a lo esencial y lo más despojado. Con respecto al mobiliario, sin duda alguna habrá cambios en escritorios, mesas de café, y sillas como para albergar a los teletrabajadores del futuro en sus propios hogares”.
El arquitecto Hernán Bernabó, socio del Estudio MRA+A a cargo de la arquitectura de Surfside Village en Punta del Este, se unió al debate y explicó una nueva tendencia nacida en la pandemia. “Viene creciendo desde hace varios años en todo el mundo y que se ha acelerado con la pandemia, el poder vivir y trabajar a distancia desde lugares que pueden ser o no centrales como las grandes capitales. Por eso, Surfside Village está pensado con la flexibilidad necesaria para cumplir ambas funciones: vivienda para vacaciones o vivienda permanente. Brindar y dar las características necesarias para que la vivienda pueda ser permanente no solo es un plus al proyecto, sino que hoy por hoy, se puede considerar como una necesidad”. En respuesta a la necesidad de mayor contacto con la naturaleza los arquitectos del emprendimiento trabajaron para fusionar “el verde” en cada uno de los espacios. “Se buscó una funcionalidad en los ambientes que va desde sus dimensiones y relaciones, hasta sus materiales y terminaciones. Esto acompañado, gracias a su ubicación privilegiada, de extensas vistas a un paisaje inigualable desde cada ambiente y desde los espacios intermedios al exterior, manifestado en amplias terrazas”.
La tendencia global de pensar diseños respetuosos de medio ambiente también fue característica del emprendimiento. “En términos de sustentabilidad, podemos decir que el proyecto contempla varios temas que se relacionan con el ahorro y eficiencia energética. El tratamiento de la envolvente de las unidades con carpinterías de alta eficiencia y vidrios DVH (doble vidriado hermético) con control solar, que ofrece aislamiento tanto en invierno como en verano. Los artefactos electrodomésticos, ya sea anafe, horno, termotanques previstos son de alta eficiencia energética. El sistema de acondicionamiento térmico, con equipos de aire acondicionado del tipo VRV (volumen de refrigerante variable) de alta eficiencia y bajo consumo energético. En referencia al agua, los artefactos sanitarios son de doble descarga, para ahorro de agua; cuenta con tanque recolector de agua de lluvia para reutilizar. La iluminación de todas las áreas comunes es a través de artefactos con lámparas LED de alta eficiencia, bajo consumo y larga vida útil”.
El nuevo estilo de vida fue la premisa del proyecto, es decir un mayor contacto con la naturaleza, los espacios verdes, y en especial con el mar. Bernabó finalizó: “El proyecto en sí, por las dimensiones del terreno y la forma en que se implantan las torres, busca que los espacios verdes rodeen cada edificio creando sectores intermedios. La naturaleza, a través del diseño del paisaje, sirve como telón y contenedor en lo visual y acústico. Se apunta, no solo a lo estético y funcional, sino a mejorar la performance energética, aprovechar mejor los recursos naturales para la construcción, y los energéticos para el funcionamiento y mantenimiento en la vida útil que tendrá el edificio”.
Ya en el final del debate Teófilo Banchero, de Banchero Real Estate, desarrolladora uruguaya con proyectos en Montevideo, compartió su mirada sobre las modificaciones que están implementando hoy los desarrolladores en sus proyectos. “Luego de la pandemia los conceptos de co-working y co-living que se estaban instalando van a tener que replantearse o desaparecerán. Los espacios abiertos en los departamentos se transformaron en lo más deseado de una unidad, ya sea que se trate de balcones o terrazas. Estos espacios que empezaron a sumar metros desde la pandemia también se enriquecieron con elementos que hacen a su disfrute como parrilleros o barbacoas a gas, sistemas de calefacción de exterior, cerramientos automatizados, entre otros. De ese modo, se transformaron en el espacio más valorado de la vivienda. Otro espacio que apareció con protagonismo desde la pandemia fue el del “work side”, como lo llaman los norteamericanos, un lugar específico dentro del hogar, lo más retirado posible, diseñado para trabajar. Los desarrolladores ya estamos pensando en incorporar estos espacios dentro de los nuevos proyectos. No necesariamente se trata del tradicional escritorio, puede ser simplemente un espacio retirado, en un rincón de la casa, lo más separado posible de la dinámica habitual del hogar”.
Con respecto al valor de los metros semicubiertos explicó: “Hoy tienen más valor incluso que los metros cubiertos. Nosotros, por ejemplo, lanzamos un proyecto a los dos meses de iniciada la pandemia y notamos cómo desde entonces a hoy los metros semi cubiertos se valorizaron. Hoy es el espacio más valorado. Los lotes en barrios cerrados aumentaron mucho, sobre todo en el departamento de Canelones, lindero a Montevideo. Allí la demanda creció a tal punto que empujó los precios de los lotes hacia arriba, algo que no sucedía desde hacía muchos años”. Y finalizó explicando que la terraza y las tipologías flexibles con espacios de trabajo son tendencias que llegaron para quedarse. “Hace dos años se vendían unidades sin balcón ni terraza, hoy es impensable diseñar un proyecto con unidades sin espacios descubiertos o semi cubiertos”.
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