El patrimonio cultural más destacado de París, la catedral de Notre-Dame, continúa sin respuestas en relación a las necesarias refracciones de su fachada. Visitada por más de 14 millones de turistas de todo el mundo, la entrada a uno de los monumentos más destacados del cristianismo es aún gratuita. Un nuevo presupuesto denota las necesidades urgentes de los arreglos en el emblemático edificio; hoy se estima que se necesitan 110 millones de euros para realizar reparaciones urgentes, intermedias y a largo plazo.
La cifra necesaria para su arreglo continúa en alza. Hace solo unos meses, el informe presentado establecía un monto de 100 millones de euros; hoy los 20 millones de más hacen referencia a la urgencia de las necesidades de mantenimiento y restauración del patrimonio cultural de Francia.
"Gárgolas rotas y balaustradas caídas reemplazadas por tubos de plástico y tablones de madera. Los contrafuertes voladores se oscurecen por la contaminación y erosionados por el agua de lluvia. Pináculos sostenidos por vigas y unidos con correas", aseguraron miembros de Amigos de Notre-Dame de París, organismo creado para luchar por la recuperación del edificio.
Si bien el Estado francés destina cerca de dos millones de euros anuales a su mantenimiento, las necesidades de Notre-Dame son 50 veces mayores. Solo su emblemática aguja se llevaría 10 millones del presupuesto, ya que tiene dos preocupantes grietas por las que entran frío y agua. Reparar y consolidar los arbotantes costaría entre 20 y 30 millones de euros.
"Si no hacemos nada, corremos el riesgo de que se hunda. En todas partes la piedra se erosiona, y cuanto más sopla el viento, más estas pequeñas piezas continúan cayendo", advirtió André Finot, vocero de la catedral, al New York Times.
Construido entre los siglos XII y XIII, Notre-Dame recibió una de sus reparaciones más importantes entre 1844 y 1864, cuando los arquitectos Jean Baptiste Antoine Lassus y Eugène Emmanuel Viollet le Duc rediseñaron la torre y los arbotantes y agregaron varios retoques arquitectónicos característicos de la fachada. Gracias a esta labor, hoy su estructura se mantiene en pie, pero definitivamente los fondos asignados por el Estado de Francia no son suficientes para su total conservación.
El elevado monto para su arreglo se debe a su estructura gótica finamente pensada y se trata de una de las refacciones más importantes y complejas según el mundo de la arquitectura. Cada pináculo actúa como ancla que sostiene todo el peso de la catedral. También ciertas facciones del rostro de las gárgolas sirven para poder drenar el agua de la lluvia; cada detalle fue pensado con un objetivo determinado.
"Se trata de una arquitectura gótica y cada pieza tiene roles estructurales dinámicos. Si eliminas uno de esos elementos, hay un desequilibrio en alguna parte. Todo el edificio no se derrumbará solo porque pierdes tres pináculos, pero posiblemente se desequilibrará", aseguró Philippe Villeneuve, el arquitecto jefe designado para la renovación de la catedral.
Miles de parisinos están hoy en la búsqueda de la solución del problema, y se espera que una colecta pueda llegar a cubrir parte de los fondos necesarios. Mientras tanto, el clima y los años de construcción continúan acrecentando la cantidad de dinero necesaria para su correcta y eficaz renovación.
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