La mansión del presidente de Rusia, Vladimir Putin, salió a la luz de una manera escandalosa ya que nadie sabía de su existencia. Se encuentra en una isla cerca a la frontera de Finlandia y era uno de los más grandes secretos.
Con 20 hectáreas, este cuasi palacio consta de un complejo con varias casas construidas en el 2012, la principal –de 1.500 metros cuadrados– es la que pertenece al presidente de Rusia. Con una casa de huéspedes, un helipuerto y un embarcadero, su exterior se encuentra totalmente rodeado por seguridad.
Además dispone de una piscina climatizada gigante y una lujosa oficina amueblada con el águila rusa de dos cabezas grabada en oro sobre el escritorio. Los baños son de mármol y tienen inscrustaciones de oro, un sauna, una sala de juegos con billar, un cine privado y una sala para hacer fiestas.
A pesar de que salió a la luz hace poco, se encuentra totalmente protegida y blindada ya que siempre quisieron evitar miradas indiscretas. Sin embargo, el drone de Alexei Navalny, opositor del presidente, reveló este santuario vacacional del ex líder de la KGB.
Una vez transmitido en el programa de televisión Dozhd, surgieron testigos que aseguraban que Vladimir Putin pasaba sus vacaciones en Villa Sellgren, que se encuentra a nombre de un íntimo amigo.
Pero Navalny fue un paso más allá afirmando que en la isla también se había restaurado otro edificio para que sirviera de museo para Putin con fotografías y material dedicado al líder ruso.
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