Grupo San Cristóbal presentó 5 curiosidades sobre seguros que posiblemente los usuarios no conocen

“Casi cualquier cosa puede asegurarse, desde objetos valiosos hasta la vida. Los seguros no sólo protegen activos materiales, sino también la tranquilidad propia de los asegurados. Sin embargo, hay algunas singularidades que surgen de las coberturas que, por lo general, no se conocen”, aseguraron desde San Cristóbal Seguros, la compañía del grupo que además gestiona las marcas Asociart ART, iúnigo, San Cristóbal Retiro, San Cristóbal Servicios Financieros, Asociart Servicios y San Cristóbal Caja Mutual.

La empresa, que brindamos soluciones de seguros y servicios financieros para individuos, empresas y el agro en Argentina y Uruguay, detalló 5 curiosidades que pueden evitar pasar un mal momento:

“La razón es por la magnitud y lo imprevisto de la exposición a riesgos. Por este motivo, si te roban algún objeto que está al aire libre (ejemplo: patio, jardín, etc.) esto no está cubierto, ya que implica un riesgo mayor al considerado si estuviera guardado en un lugar cerrado”.

“Por más de que el primer vehículo haya frenado de golpe, la Ley de Tránsito establece que uno debe manejar con la distancia suficiente y prudente para prever el freno de repente y evitar el embestimiento de quien está adelante. Si lamentablemente te ves involucrado en un choque en cadena, recomendamos tomar datos de todos los que participan, pero especialmente del último vehículo”.

“Esto se explica porque lo que está asegurado es el vehículo y no quien lo maneja. Esto es así siempre y cuando el conductor cuente con la documentación requerida por la Ley de Tránsito y esté autorizado por el dueño del vehículo”.

“Para el caso de las mascotas existen seguros específicos que se comercializan con coberturas de atención veterinaria, gastos de sepelio y Responsabilidad Civil. Asimismo, también pueden estar incluidas en el seguro del Hogar, bajo la cobertura de Responsabilidad Civil hechos privados. En el caso de que una mascota causara lesiones o daños a terceros, una póliza de este tipo podría afrontar las consecuencias de este infortunio”.

“También entran en esta categoría las relaciones laborales (ej. patrón y empleado). Se considera daño a un tercero recién a partir del 3er. grado de consanguinidad. De este modo se busca evitar posibles fraudes o simulaciones para obtener beneficios económicos”.