Techint Ingeniería & Construcción (TEIC) se encuentra inmersa en dos de los desarrollos más ambiciosos de su historia en Chile. Ambas iniciativas tienen como objetivo primordial proporcionar agua desalinizada, proveniente del océano Pacífico, para sustentar las operaciones mineras, contribuyendo así a la sostenibilidad de esta vital industria. En el pico de la construcción, estas obras emplearán a 10.000 trabajadores, incluyendo a casi 200 argentinos expatriados para este proyecto.
“La aguda crisis hídrica que afronta Chile está afectando diversas áreas del país. Esta situación, que ha generado sequías y desertificación, impacta no solo en las comunidades, sino también en sectores clave como la minería. Con más de 6.000 kilómetros de costa, el país trasandino cuenta con una fuente privilegiada de recursos hídricos al alcance de la mano: el Océano Pacífico. Sin embargo, como el agua salada no es adecuada para el consumo humano ni para usos industriales, la solución reside en su desalinización. Para hacer posible este proceso y llevarla a las zonas de uso, que pueden estar ubicadas a más de 4.000 metros de altitud, es necesario desarrollar sistemas de transporte y bombeo eficientes”, describió la constructora del holding que encabeza Paolo Rocca y visitó recientemente ambos proyectos en territorio chileno y resaltó la importancia de esta iniciativa para el país y para la compañía.
Son dos proyectos que se desarrollan en el norte del país trasandino.
- SADDN, para la minera Codelco. Es la principal productora de cobre del mundo, implica la construcción de una planta desalinizadora de ósmosis inversa, con obras marinas de captación de agua de mar y un sistema de impulsión de agua de 160 km en 48 pulgadas. La iniciativa, de aproximadamente tres años, demandará más de 5.000 colaboradores en su punto máximo de actividad. Se prevé que la planta suministre agua a tres grandes minas del norte: Radomiro Tomic, Chuquicamata y Ministro Hales.
- C20+, para Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi (CMDIC). Es la segunda faena minera más grande de Chile y uno de los depósitos de cobre más grandes del planeta, consiste en la construcción de un ducto de 44″ pulgadas de diámetro y 195 km de extensión para el transporte de agua desde el mar hasta las instalaciones, ubicadas a 4680 metros sobre el nivel del mar (msnm). Cuenta con un sistema de impulsión de aguas, compuesto por cinco estaciones de bombeo, seis estaciones de drenaje y una estación terminal. En el pico de obra, demandará la incorporación de más de 5.000 colaboradores.