“América Latina tiene la posibilidad de plantear marcos regulatorios que promuevan la inversión y también el desarrollo tecnológico e industrial regional”, expresó la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont, durante un evento internacional organizado en Uruguay por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), y la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).
“Necesitamos decisión política para lograr que la transición energética sea una herramienta para profundizar la integración regional y promover el desarrollo industrial de nuestros países”, sostuvo Marcó del Pont al destacar la complementariedad tecnológica y productiva de las economías latinoamericanas durante el conversatorio Oportunidades en la transición energética: cadenas regionales de valor y powershoring.
“La planificación y coordinación entre nuestros países resulta imprescindible para avanzar en un proceso de industrialización que sea impulsado por la participación de la región en todos los eslabones de la cadena de producción de energías limpias”, afirmó la titular de la SAE al remarcar la existencia de recursos naturales, capacidades productivas y perfiles laborales para hacer frente a los desafíos. En ese sentido, la funcionaria consideró que “de lo contrario, corremos el riesgo de que la transición energética profundice nuestro papel como meros productores de recursos naturales”.
El evento sobre transición energética celebrado en la capital uruguaya contó con la participación del secretario general de la ALADI, Sergio Abreu; el vicepresidente del Sector Privado de la CAF, Jorge Arbache; el secretario de Inteligencia Estratégica de Uruguay, Álvaro Garcé; el ex ministro de Energía de Chile, Andrés Robolledo; y el ex funcionario de Cepal y el gobierno chileno, Osvaldo Rosales.
“La transición energética es una enorme oportunidad para plantear una integración productiva regional”, enfatizó Marcó del Pont. En ese sentido, la funcionaria subrayó la importancia de incentivar inversiones que impulsen la industrialización local de los recursos naturales, la generación de empleo de calidad y la complementación de capacidades científico-tecnológicas entre los países de América Latina. “América Latina tiene capacidades tecno-productivas complementarias para participar de las cadenas de valor de la transición energética”, sostuvo al destacar las ventajas regionales.
Durante su intervención, la funcionaria presentó la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno, elaborada por la Secretaría de Asuntos Estratégicos en articulación con referentes del sector público y privado, a nivel federal. La estrategia ofrece una hoja de ruta para desplegar las políticas públicas necesarias para impulsar las exportaciones de hidrógeno y el desarrollo de las capacidades industriales y tecnológicas argentinas.