La Secretaría de Asuntos Estratégicos (SAE) presentó la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno en la Casa Rosada, a la que definieron como “la hoja de ruta para el sector es el resultado de un trabajo articulado con la Secretaría de Energía y distintas áreas del Gobierno nacional”.
El evento realizado en el Salón de los Pueblos Originarios contó con la participación de más de 130 representantes de gobiernos provinciales, cámaras empresarias, organismos gubernamentales de ciencia y tecnología, compañías del sector y universidades.
Estuvo encabezado por la titular de la SAE, Mercedes Marcó del Pont, junto con los gobernadores de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y de Río Negro, Arabella Carreras. La presentación también contó con la participación de las secretarías de Energía, Flavia Royón, y de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini.
“Desarrollar sectores estratégicos requiere políticas públicas activas. La transición energética nos abre una oportunidad, pero es necesario torcer el curso natural que limita la participación de los países con abundancia y calidad de recursos al rol de meros exportadores de materias primas. Debemos saber aprovechar las capacidades industriales y tecnológicas del país, que son nuestro diferencial competitivo”, dijo Marcó del Pont.
Por su parte, Royón agregó: “Las peculiaridades geográficas, industriales y científicas de la Argentina la posicionan en un lugar de privilegio a la hora de poder encarar la industrialización del hidrógeno y convertirse en un proveedor internacional de esta nueva fuente de energía”.
Según destacaron fuentes oficiales, la estrategia es una herramienta de política pública que traza líneas de acción y metas a largo plazo para generar certidumbre en torno al sendero de desarrollo de la economía del hidrógeno de bajas emisiones, un vector clave de energías limpias y como insumo para la industria.
“Proyecta el desarrollo de la economía del hidrógeno y los eslabones asociados. Es una oportunidad tanto para la reducción de emisiones como para la industrialización. El sendero consensuado permite expandir las exportaciones, descarbonizar actividades económicas domésticas, generar nuevos empleos de calidad y fortalecer el entramado industrial, en las localizaciones con recursos para la producción de hidrógeno de forma sostenible y competitiva, contribuyendo así al desarrollo territorial armónico”, se explicó.
Las metas y objetivos establecidos a 2050 en la ENH son desarrollar localmente toda la cadena del valor de la economía del hidrógeno, desde la fabricación de bienes de capital hasta la prestación de servicios especializados; con dos pilares fundamentales: el desarrollo del mercado interno, clave para generar condiciones iniciales, evaluar prototipos y desarrollar tecnología nacional; y, el desarrollo de los mercados de exportación, orientado a la producción en escala altamente competitiva.
Además, impulsar la creación de más de 80 mil empleos calificados y desarrollar la infraestructura necesaria para el despliegue de la actividad como la creación de polos productivos y puertos con capacidad para exportar hidrógeno.