Council de las Américas: el establishment sigue reclamando definiciones y se lamentó por “fea señal” que llegó de EEUU

Con pocas expectativas los empresarios más representativos de la economía local fueron colmando el salón más importante del Alvear Palace Hotel para asistir al evento organizado por Americas Society/Council of the Americas (AS/COA), en asociación con la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).

Así, el Council suele ser un evento en donde se congregaban grandes figuras de la política y la economía local. Sus pasillos están siempre intransitables por la cantidad de empresarios y allegados, pero este año fue diferente, en medio de expectativas sobre definiciones y a la espera del anuncio de gabinete el próximo viernes. No sólo eso: el evento tuvo que pasarse a diciembre cuando la idea original era hacerlo en la semana luego de las PASO; el tembladeral económico y la disparada del dólar de esos días hizo que la organización decidiera suspenderlo.

“Este fue un Council devaluado”, explicó un empresario. “Este es un evento para escuchar más que para proponer, y lo que tenemos para escuchar no nos dice nada más allá del viernes o, si se quiere, del 10 de diciembre”, agregó y se lamentó de que este año fuera un evento tan corto que ni siquiera hubo tiempo para los tradicionales coffe break en el jardín de invierno del Alvear, donde el runrún está a la orden del día.

“No hubo mucha expectativa respecto de lo que se iba a escuchar, pero no deja de ser el Council”, señaló Atin Kalpakian. “Vinieron funcionarios del próximo gobierno, pero no son los que tienen las mayores responsabilidades”, agregó el textil.

Esa misma sensación se sintió durante toda la tarde. “No hay mucho para escuchar. Viene el ministro Hernán Lacunza que no nos puede contar nada hacia adelante y los que vienen del próximo gobierno, aparte de Solá, no tienen nada para decirnos”, explicaba otro empresario que prefirió el anonimato.

Solá dio algún detalle de cómo será las relaciones exteriores en el próximo gobierno y el actual ministro de Hacienda, que llegó tarde porque hija se recibió hoy de economista, dejó conceptos como que “recuperar el crédito es necesario para crecer”, que “incumplir no es una opción” y que los controles de cambio “son una anomalía”.

“El próximo gobierno debe recrear las condiciones. Aún con una inercia negativa, los 2.300 puntos del riesgo país no tienen nada que ver con los fundamentos de la economía. Argentina no tiene problema de solvencia sino de liquidez”, dijo Lacunza.

“Hay reservas para entablar un diálogo serio y sereno con los acreedores. Los planteos agresivos pueden ser tentadores, lo que tenemos que sopesar es que si queremos recuperar el crédito una negociación agresiva va a postergar la vuelta a los mercados”, agregó el ministro.

Empresarios

Entre los empresarios presentes se destacaron Eduardo Eurnekian, de Corporación América; Alejandro Bulgheroni, de Grupo Pan American Energy; Cristiano Rattazzi, de FIAT; José Urtubey, de la UIA; Adelmo Gabbi, de la Bolsa; José Luis Manzano, de Grupo América; Julio Crivelli, de la Cámara de la Construcción; Matían Patanian, de AA2000; entre otros.

Martín Cabrales se mostró algo más optimista y señaló que es “importante escuchar respecto de cómo será la relación con región, con los Estados Unidos, pensando que puede ser un momento bisagra”.

A pesar de las dudas que en el mundo de los negocios aún genera la imagen de Cristina Kirchner, Cabrales le restó importancia: “No es preocupante la situación de Cristina Kirchner, la fórmula Fernández-Fernández es una fórmula fuerte. Y, además, es toda gente que pasó por la función pública, tienen experiencia y pragmatismo”.

En la misma línea, Miguel Ángel Rodríguez, de la Unión Industrial Argentina y Sinteplast, señaló que “lo que hace falta es que el gobierno sea pragmático y previsible”. En este contexto, ambos empresarios se mostraron de acuerdo con la puesta en marcha de un Pacto Social. “Es necesario el Acuerdo Económico y Social para poder salir de la situación actual”, explicó Rodríguez.

Aunque no lo dijo, señaló al gobierno de Cambiemos como parte responsable. Quien sí lo mencionó sin demasiadas vueltas fue el industrial José Urtebey quien criticó “los dichos del presidente Mauricio Macri y de Marcos Peña respecto de que están las bases sólidas para crecer”.

La definición de los Estados Unidos respecto de los aranceles sobrevoló todo el evento. Y aunque había muchas teorías diferentes a la hora de explicar los por qué, sí hubo acuerdo unánime en que no es una buena noticia.

“Hay que esperar para ver cómo sigue, no fue algo bueno y las cotizaciones de las empresas lo notaron”, dijo Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

El titular de FCA Argentina, Cristiano Rattazzi, que la medida de Trump “es una fea señal”. A la hora de explicar las razones que podrían justificar esa decisión, Rattazzi dijo que Trump “busca proteger el trabajo local. Pero es peligroso porque todo está dentro de una guerra comercial y todas las guerras comerciales generan pobreza”.

También se habló de cómo la mezcla de inflación con alta presión impositiva complicará las posibilidades económicas del próximo gobierno. Aunque muchas de las definiciones están a la espera de los nombramientos, muchos descartan que vienen tiempos de nuevas retenciones o un aumento de las ya existentes.

Manuel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), dijo que “será una gran oportunidad para el próximo gobierno sacar las retenciones en lugar de subirlas. Con la devaluación y las retenciones fijas en pesos hoy es mínima la recaudación. Si sacan las retenciones se podría exportar mucho más y sería una muy buena señal”.

Mientras cada uno explicaba sus razones para creer o descreer del próximo gobierno, los hombres y mujeres de negocios lentamente se fueron retirando del Hotel Alvear. En el cierre a cargo de Lacunza hubo muchas sillas vacías. “Es una pérdida de tiempo. Tenés que estar, pero la verdad es que mucho no hay. Salvo Gutiérrez (Omar, gobernador de Neuquén), que adelantó que va a viajar a Houston con el próximo gobierno para traer inversiones a Vaca Muerta, lo demás no suma mucho”, agregó un encumbrado empresario casi desde la puerta giratoria del coqueto hotel de Recoleta.

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