La aversión de los inversores del mundo al riesgo, en otro momento podría ser una excusa para justificar la constante suba del riesgo país. Pero la Argentina, recibe solo un porcentaje de esa influencia, porque el centro del mal está en la vulnerabilidad de su economía por la falta de dólares.
Pero no está de más ver qué escenario global se le avecina a un país que debe renegociar su deuda. Las protestas de Chile y de Hong Kong han contribuido a profundizar las crisis de las bolsas sudamericanas y asiáticas.
En Chile desde hace un mes, cuando comenzaron las manifestaciones, el dólar subió 11,7% y la bolsa perdió 13% de su valor. Ahora el Banco Central anunció que saldrá a vender USD 4 mil millones para sostener al peso chileno.
En Asia bajaron todas las bolsas por las marchas de Hong Kong. Las bolsas de Europa tuvieron su propio infierno porque Donald Trump anunció que puede aumentar los aranceles de los vehículos que se importen de ese continente, si continúan con sus políticas comerciales.
En este marco, la renegociación de la deuda local puede tornarse más dura porque los acreedores quieren bajar el riesgo de sus carteras. Para un inversor la mejor manera de alejarse de un país vulnerable, es deshacerse de sus bonos, de sus acciones y de su moneda. Por eso el dólar sigue siendo lo más preciado en la Argentina y, ahora, en la región.
Pero la peor de las novedades le llegó de Brasil que está dispuesto a firmar un tratado de libre comercio con China. La idea de Jair Bolsonaro es hacer lo mismo con la Unión Europea y Estados Unidos. Para la Argentina, es otro dato negativo porque no solo está perdiendo a su principal socio, sino a quien puede ser una de las locomotoras que impulse la economía local.
Lo que está haciendo Brasil, estará presente en la renegociación de la deuda, porque los acreedores, principalmente el FMI, le van a pedir a la Argentina superávit fiscal y profundas reformas a la economía como hizo su vecino. En otras palabras, exigirán cambios en el régimen previsional, laboral y en la estructura del Estado, estrategia que estuvo ausente en la plataforma de Alberto Fernández.
Ni el FMI ni los acreedores privados, aceptarán quitas ni prolongación de plazos si el plan económico que les presentan no los convence. Que haya superávit fiscal es condición necesaria. Tal vez este camino que forzosamente debe emprender, es el que impide que los vencedores de las elecciones presidenciales hagan anuncios concretos sobre lo que piensan hacer en los primeros noventa días de Gobierno.
Esa indefinición mantiene tensos a los mercados. Los empresarios no entienden como Alberto Fernández no armó sus equipos para que cada ministerio reciba las cifras necesarias para comenzar a planear una salida de la crisis. La transición en la práctica no existe y el anuncio de quienes serán los futuros ministros, tampoco.
Por eso el riesgo país que llegó a tocar 2.549 puntos cerró en 2.513 puntos básicos. Se moderó sobre el cierre por la mejor performance de los bonos largos donde el Discount en dólares con ley Neoyorquina aumentó 0,67%.
El Bonar 2024 aumentó 1,79%. Su precio mejoró porque es el bono más negociado para hacer operaciones de contado con liquidación para mandar dólares al exterior.
De hecho, el “contado con liqui”, como lo llaman en la jerga, perdió 59 centavos y cerró en 76,93 pesos.
El otro dólar alternativo, el MEP o dólar Bolsa, tuvo una baja $1,18 a $71,51. Las dificultades para comprar y vender dólares a través de los bonos en el mercado local, provocaron esta pérdida de valor.
En el mercado oficial, en bancos y casas de cambio la divisa subió un centavo a 63 pesos. En la plaza mayorista, donde el Banco Central compró USD 135 millones para evitar que baje su precio, el dólar subió 3 centavos a 59,73 pesos. En la plaza marginal, el dólar libre subió 75 centavos a 66,75 pesos.
La Bolsa acusó el impacto local y el del exterior. El S&P Merval padeció su cuarta caída consecutiva y cerró 3,26% abajo con escasos negocios por $ 440 millones.
Las empresas de energía fueron las más castigadas. Edenor perdió 6,38%; Central Puerto, 5,18% y Pampa Energía, 5,01%.
En Wall Street los ADR’s argentinos –certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares– tuvieron un mal día. A la baja de las empresas de servicio se le sumaron los bancos. Transportadora Gas del Sur (-5,89%), Central Puerto (-5,54% y Banco Galicia y Supervielle con 3,89% cada uno, fueron los grandes perdedores.
La situación de la economía se agrava y los inversores se sobre estoquean de dólares. En los bancos sigue el goteo de depósitos. El viernes pasado se perdieron USD 52 millones. Los únicos plazos fijos en pesos que se renuevan son los que indexan por el costo de vida.
La buena noticia es que el Banco Central incrementó sus reservas por la compra de dólares en la plaza mayorista. Subieron 58 millones a USD 43.472 millones.
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