Los vencimientos de sueldos e impuestos y otras obligaciones de principios de mes, hicieron que los dólares alternativos tuvieran un leve retroceso. Si no cayeron más, es porque hubo demanda de los exportadores que se hicieron de pesos al liquidar sus exportaciones. Con los pesos que recibieron del Central, después de pagar costos, hicieron operaciones de contado con liquidación y de dólar MEP: nadie quiere quedarse en moneda local. Están vendiendo porque un dólar mayorista cerca de $60 les cierra y temen a que les aumenten las retenciones cuando asuma el nuevo Gobierno.
“Fue la primera vez en mucho tiempo que tuve tanta oferta de dólar MEP y conseguía compradores si les bajaba entre $0,50 y $1 el precio. Pero esto no es tendencia, es por el hecho puntual de las obligaciones de fin de mes. Cada diez operaciones, tenía seis de venta”, señaló un operador de la City.
Lo cierto es que los pesos abundan en la plaza y todos tienen como destino al dólar. Aunque esta vez las necesidades de pagar vencimientos hicieron que tuvieran algo más de demanda.
De esta manera, el contado con liquidación perdió 0,4% y cerró en $78,44 mientras el dólar Bolsa o MEP, bajó 1% a $73,73. Son pocos los que lo ven en el futuro por debajo de $70 y muchos los que apuestan a que superan $80.
En el mercado oficial, el dólar en bancos y casas de cambio el dólar bajó 6 centavos por la falta de compradores ante la limitación que impuso el Banco Central.
En la plaza mayorista, donde los negocios subieron a USD 347 millones por los dólares de los exportadores, el Banco Central se hizo comprador para evitar que bajara la divisa. El dólar perdió 5 centavos y cerró en $59,66.
El dólar libre, también tuvo una intensa oferta de los compradores de USD 200 mensuales –el cupo mensual de bancos y casas de cambio– y perdió otro peso y cerró en $65,50.
La abundancia de pesos, la contracara de lo que fue el plan monetario ideado por Guido Sandleris, presidente del Banco Central. En la licitación de Letras de Liquidez (Leliq) se absorbieran $53 mil millones, ya que se colocaron $195.705 millones a una tasa de 64,94% anual.
El riesgo país, a todo esto, estuvo estable, en 2.270 puntos básicos, porque hubo equilibrio en los bonos largos con legislación Nueva York, los que más inciden en la ponderación del indicador. El Discount en dólares perdió 1,15% y el Par subió 2,79%. Además, el Bono de los Estados Unidos siguió en baja y eso ayudó a que la suba del riesgo sea moderada.
Las reservas tuvieron su tercera jornada suba consecutiva. Aumentaron USD 59 millones por las compras a exportadores, por la suba del oro de 0,14% en el mundo y porque bajó el retiro de depósitos en dólares de los bancos. Sin embargo, el viernes las reservas se verán afectadas por el pago del cupón del Bonar 2024. Ahora están en USD 43.380 millones.
La colocación de Letras del Tesoro por $4.000 millones y en dólares por algo más de USD 120 millones a la Anses, fueron ideadas para mitigar el efecto de los vencimientos que se acercan.
En la Bolsa hubo una leve toma de ganancias con menos negocios que el día anterior. Se operaron $994 millones. Aluar interrumpió su extenso rally que lo llevó a aumentar 50% en un mes y pocos días. Después de pagar dividendos, cedió 3,73%. También bajaron los bancos, después del rebote del lunes. Las caídas fueron leves. En ningún caso superaron 1%. El Supervielle fue el que eludió la toma de ganancias y anotó una suba de 5,58%.
Las mayores pérdidas estuvieron en Grupo Financiero Valores (-13,77%) y Ternium (– 4,47%).
En Wall Street, los ADR’s argentinos -certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares- tuvieron una buena rueda. Lo mejor fue Banco Supervielle con 4,05% y Transportadora Gas del Sur con 3,90%.
El mercado sigue en el día a día. Las apuestas no cambiaron de orientación más allá de alguna toma de ganancias. Los dólares están equilibrados pero su tendencia es al alza. Los depósitos indexados siguen en aumento. Crecieron $61 millones (+0,40%) al 30 de octubre, mientras se desaceleró a la salida de depósitos en dólares de los bancos que fue de tan solo USD 24 millones.
Estas cifras son el retrato de una economía cargada de confusiones pero que ha aprendido a manejarse en el desorden.
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