"Perdieron toda credibilidad o seriedad", "Manipularon al mercado, no 'zapatitos blancos' como decían", "No son terceros de buena fe como sostienen", "Los pone en un lugar de sospecha", "Son mafiosos que manipularon a los inversores y valuaron el juicio de una forma increíble, son unos chantas".
Esas son algunas de las frases que dijeron esta tarde los abogados locales que representan al Estado y a YPF en la demanda que se cursa en EEUU por la expropiación de la petrolera de bandera durante el kirchnerismo, cuando se enteraron del escándalo financiero en el que quedó involucrado su contraparte en la demanda, el megaestudio Burford Capital. La agencia Muddy Waters Capital lo acusara de "fraude contable".
Según pudo saber este sitio, los letrados del Estado y la empresa están evaluando hacer nuevas presentaciones, tanto en España como en EEUU
"Si se leen las críticas del reporte, una, muy importante, es la alta concentración en unos pocos juicios. El más grande es YPF. No contabilizaron la última decisión de la jueza de aceptar nuestra defensa y rechazar la de ellos. Eso es el punto central de la crítica que les hace el informe. Según el informe, Burford sobrevaloró hasta siete veces el retorno sobre el juicio. Las acciones de YPF subieron 1,5% en Wall Street, en un contexto de mercados en rojo", celebraron desde el Gobierno.
"Hay que ver como decanta el escándalo porque podemos tener nuevos argumentos procesales en contra, o puede pasar que se debilite la posición financiera de Burford al punto tal que no puedan sostener un litigio largo", explican.
Como informó Infobae, Muddy acusó a Burford de "fraude contable" y cuestionó la contabilidad de la empresa al decir que manipuló "notoriamente su rendimiento del capital invertido y la tasa interna de rendimiento, así como el estado de su negocio en general".
Según pudo saber este sitio, los letrados del Estado y la empresa están evaluando hacer nuevas presentaciones, tanto en España como en EEUU, mientras se preparan, en paralelo a responder argumentos en el tribunal de Loretta Preska, la jueza de primera instancia del Distrito Sur de Manhattan que lleva la demanda. Allí, y según solicitó la magistrada, los abogados locales deberán explicar por qué creen que si bien ella tiene potestad de fallar en el juicio sería conveniente que la demanda se curse en Argentina.
La CFO es la mujer del fundador y CEO de Burford. En los últimos seis años tuvieron cuatro CFO que renunciaron hasta que la nombraron. Muddy se pregunta si será que es la única que se anima a firmar los balances
"El informe dice que el fondo se comportó de manera no ética, llevando engaño a sus potenciales inversores. Que toma como ingresos, para calcular la rentabilidad del fondo, sentencias de dudosa o nula posibilidad de cobro. No calcula gastos asociados que afectan a los resultados. Y que tiene más de mil juicios, pero que el riesgo de los ingresos están vinculados a cuatro, dos de los cuales son argentinos: YPF y Aerolíneas", detalla otra fuente de la causa.
"Hay un párrafo increíble. La CFO es la mujer del fundador y CEO de la compañía. En los últimos seis años tuvieron cuatro CFO que fueron renunciando hasta que la nombraron a ella. Muddy se preguntan si será que es la única que se anima a firmar los balances. Concluye, además, que los resultados del fondo están inflados, que induce al error de los inversores y que carece de liquidez para enfrentar sus deudas", resume.
Esta tarde, la acción de Burford en la Bolsa de Londres llegó a acumular una caída de hasta un 65 por ciento. Según Bloomberg, la empresa comunicó que su posición y acceso a liquidez son sólidas, que investiga las actividades recientes del mercado y "tomará medidas legales si se descubre mala conducta enjuiciable".
La causa en España
Los letrados locales creen que ahora será más fácil demostrar que podría haberse registrado manipulación en la venta del juicio. Uno de esos frentes tiene que ver con España. Este año, se presentaron en Madrid dos demandas contra Burford. El objetivo es demostrar que no financia a las dos empresas Petersen quebradas –socias minoritarias de la petrolera al momento de la expropiación–, sino que hubo "una cesión de créditos". O sea, que el bufete compró el juicio.
Si esto fue así, la demanda en EEUU la tendría que haber realizado Burford y no las Petersen (que al momento de la quiebra ya no pertenecían al Grupo Petersen local). "Podría haber lo que se conoce como falta de 'legitimación activa', que la demanda la hace alguien que no tiene derecho a hacerlo. Si esto es así, el juicio podría caerse", argumenta un abogado de la causa.
Además, Nueva York tiene la champerty law, que impide estas ventas sólo para litigar y trata de desincentivar la especulación.
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