Donald Trump no se quedó de brazos cruzados y respondió a lo que cree fue una débil baja de tasas que dispuso la Reserva Federal, y las declaraciones de su titular Jerome Powell, de no saber si seguirá ese camino o las subirá. Por eso aplicó aranceles de 10% a USD 300 mil millones de productos chinos. El mercado vio esta maniobra como una reacción contra la Fed, al decirle que fortalecer al dólar debilita las exportaciones norteamericanas.
La decisión se tradujo en una violenta suba de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos que derrumbaron a los títulos de los países emergentes. Todos los indicadores de riesgo de la región, incluida la Argentina, subieron. Brasil, Colombia, Perú, Chile y México, vieron caer sus bonos. Pero la proporción de su declive no fue tan importante como la de los títulos argentinos donde el riesgo país subió 4,74% a 818 puntos básicos, un balde de agua fría después del entusiasmo con que terminó julio.
El culpable de la debacle fue el alza de precio del título norteamericano que subió a su precio máximo de los últimos tres años. Una considerable cantidad de dólares fueron acaparados por los bonos del Tesoro al punto que el rendimiento que la semana pasada rondaba 2,06%, ahora bajó a 1,98%. Los inversores no buscaron rendimiento, sino seguridad, un fenómeno conocido como fly to quality (vuelo a la calidad). El oro fue el otro refugio. Después del cierre, en el mercado de metales de Nueva York seguía en alza y tocó 1,83% a USD 1457,50 la onza, el mayor valor del año.
El dólar en tanto, perdió 0,17% frente a las seis principales monedas del mundo, pero en los países emergentes logró alzas importantes. Frente al real brasileño ganó 0,73%, también derrotó al peso mejicano (+0,50%) y al peso chileno (+1,20%).
Las pérdidas alcanzaron a las bolsas de Estados Unidos. En Wall Street, el Dow Jones que venía en alza, se dio vuelta y bajó 1,05%; el S&P 500, 0,90% y el Nasdaq, 0,79%. Europa cerró en territorio positivo porque cuando Trump anunció los aranceles sobre China, ya habían cerrado sus mercados.
Las bolsas latinoamericanas, salvo San Pablo que subió 0,31%, terminaron en caída. La mayor baja, después de Buenos Aires, la soportó México con 1,26%.
El primer día de agosto para la Argentina no fue bueno, porque pueden relacionar el principio de mes con la proximidad de las PASO, cuando lo negativo de la rueda está asociado a lo que ocurrió en el mundo.
Una prueba de esto es que esta semana dos empresas hicieron lanzamiento de bonos en dólares. IRSA colocó una Obligación Negociable por $45 millones chilenos a 10,5% anual a 12 meses y otra por USD 85 millones al 15 de noviembre de 2020 a 8,75% anual. Lo siguió el Grupo Albanesi, que colocó USD 80 millones a 45 meses. Recibió ofertas por 115 millones lo que muestra la avidez por las tasas que se pagan. El rubro energía atrae a los inversores del exterior. El riesgo país en ambos casos no contó, porque las expectativas son a más largo plazo y la apuesta es a un nuevo gobierno que no cambiará las reglas del juego.
El dólar mayorista, con un elevado monto de negocios de USD 967 millones aumentó 50 centavos a $44,39. La presencia del Banco Central en el mercado de futuros fue activa y también la de los bancos oficiales vendiendo billetes. En la plaza minorista, los bancos y casas de cambio, vendieron la divisa, 53 centavos más cara a $45,54.
Las Letras de Liquidez (Leliq) hicieron su juego. Se captaron $244.296 millones a 60,77% anual lo que implica una suba de la tasa de 0,37 puntos y una contracción de dinero de $26.600 millones porque lo que se colocó en títulos es superior al monto de lo que vencía. La medida no fue casual. Ante estos días de convulsión en el mundo, el Banco Central aumenta su empeño en quitarle dinero del bolsillo al público para que no se vuelque a dólares.
Las reservas no padecieron la situación por la fuerte suba del oro que compensó la venta de USD 60 millones diarios y los pagos al exterior. De esta manera, se perdieron apenas 36 millones y quedaron en USD 67.755 millones.
Los bonos de la deuda padecieron en sus precios, el alza del título del Tesoro norteamericano que es la referencia para medir el riesgo país. A pesar del aumento de 0,46% del Bonar 2024, el bono de referencia, el riesgo subió porque el Bono creció menos que el precio del dólar billete que aumentó 1,21%.
La Bolsa local siguió la tendencia del mundo. El S&P Merval, el índice de los papeles líderes, perdió 1,54% pero con negocios por $ 777 millones, un volumen regular que indica que muchos inversores prefirieron conservar las acciones en su poder antes que malvenderlas. Los bancos fueron los que más padecieron el movimiento. Supervielle perdió 4,05% y Macro, 4,04%.
En Wall Street, el panel de los ADR's argentinos –certificados de tenencia de ganancias– se tiñó de rojo. Apenas 4 acciones lograron subir y lo mejor fue Despegar con 1,23%. La caída más profunda correspondió a Banco Macro (-5,6%) y Supervielle (-5,3%).
Hoy es un día clave y se verá si los mercados se normalizarán. No hay que olvidar que en la suba del dólar y el riesgo país hubo más injerencia del mundo que de las tensiones preelectorales.
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