El Banco Central percibe la tensión del mercado. Por eso redobló sus esfuerzos para evitar la suba del dólar y detuvo sus sucesivas bajas de tasas en la licitación de Letras de Liquidez (Leliq). Esta vez no sólo la subió 0,07 puntos a 58,78% sino que captó $232.466 millones, con lo que absorbió de la plaza $44 mil millones, una señal de endurecimiento de la política monetaria, pensando en las PASO y eso tuvo un costo elevado. La semana pasada había seguido el camino opuesto. Baja de tasas y liberación de $100 mil millones.
En este contexto lo único que funcionó fue la suba del dólar, porque a pesar de que los bonos del Tesoro de Estados Unidos quedaron sin cambios, los títulos argentinos tuvieron una pérdida de paridad y el riesgo país terminó 0,13% arriba a 784 puntos.
El dólar mayorista con negocios por USD 858 millones, tuvo una leve suba de 2 centavos a $42,46. Pero para lograr este resultado, el Banco Central envió a vender divisas a la banca oficial e hizo fuertes apuestas a los futuros de fin de julio y agosto. Sabe que cada día será más difícil porque se nota la preeminencia de compradores de divisas.
En bancos y casas de cambio, donde opera el público, el precio del billete quedó sin cambio.
El dólar en el mundo tuvo una suba de 0,22% frente a las seis monedas más importantes. En la región, subió 0,02% frente al real de Brasil; 0,20% contra el peso mexicano y perdió 0,27% con el peso chileno.
Pero lo que debe preocupar, y por ahora no es prioridad debido a las elecciones, es la suerte de los bonos de la deuda argentina que son los que definen el riesgo país, un indicador clave para ver si el país podrá pagar los vencimientos en 2020 o irá a un default.
El Bonar 2024, el título de referencia de la deuda, perdió 0,33% a pesar de la leve suba del dólar mayorista. El Bonar 2020, que vence el año que viene, cayó 0,27%. Si se mira los bonos más largos, el Discount en dólares con ley argentina que nació con el canje de la deuda, perdió nada menos que 0,76%.
La Bolsa fue la otra gran damnificada por la proximidad de las PASO y de la política monetaria del Banco Central. Funcionó al revés del mundo y el S&P Merval, el índice de las líderes, tuvo un desplome de 3,57% con negocios por $710 millones. Ya perdió todo lo que ganó en el mes. Es la cuarta baja consecutiva.
El dato pesimista es que el mercado terminó en los mínimos de la rueda y dejó un mal pronóstico para el día siguiente.
Los bancos y las empresas de energía fueron los más castigados. Pampa Energía retrocedió 6,18%; Banco Supervielle, 5,43%; Transportadora Gas del Sur, 5,41% y Grupo Valores, 4,36%.
En Wall Street, los ADR's argentinos- certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares- vieron todo rojo. Solo tres acciones se salvaron: IRSA Propiedades Comerciales (+3,38%), MercadoLibre (+1,57%) y Tenaris (+1,08%). Las mayores pérdidas vinieron por Banco Supervielle (-5,40%) y Pampa Energía (-5,11%).
El panorama no es auspicioso. Al Gobierno sólo parece interesarle el dólar y no vacila en tener las tasas en este nivel. La prioridad es un buen resultado en las PASO para ganar la confianza del mercado sin tener que acudir a extremos tan costosos para el consumidor y las empresas. De todas maneras, las coberturas en dólares van a seguir y la fecha de las PASO se transformó en el día del juicio final.
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