Los instrumentos financieros soberanos habían tenido una caída pronunciada hasta el mediodía, pero el mercado vio que se abría una oportunidad y llegaron los compradores.
Fue un día agitado en la City. El dólar mayorista cerró en $44,90 y marcó un nuevo récord con esta suba de 2,2%. No obstante, la divisa tuvo un recorte, ya que en el intradiario la suba había superado el 5%. En tanto, el Riesgo País parecía irse por las nubes y superó los 1.000 puntos, aunque también se moderó y finalizó en 935 puntos, con una baja de 2,9% respecto al día anterior.
Ante este escenario, los bonos soberanos en dólares de nuestro país tuvieron un día atípico: empezaron a desplomarse desde la mañana, en una tendencia que se extendió hasta el mediodía. Sin embargo, un mayor entusiasmo del mercado por hacerse de estos activos los hizo repuntar. Y todo sucedió bastante rápido.
Está claro que hubo movimientos inusuales en el segmento de la renta fija. En muy poco tiempo, un bono como el AO20 (Bonar 2020) tuvo una caída que lo llevó por debajo de los 80 dólares y luego revirtió y cerró por encima de los 86 dólares. Algo similar ocurrió con el AY24 (Bonar 2024), que tocó un mínimo de 77,40 dólares antes de las 12 y luego repuntó hasta cerrar en más de 86 dólares.
En resumen, el bono que vence en 2024 tuvo una caída de 9% pero finalizó el día con un alza del 1,9%.
Esta recuperación se sustenta en que en algún momento de la ronda comenzó a ingresar dinero en el mercado, ya que los inversores detectaron que había un buen negocio a la vista, fundamentalmente luego de la caída de los precios.
Pensemos que, por ejemplo, al bono AO20 le faltan menos de 18 meses para vencer y cada lámina devuelve 100 dólares. Además, el Estado tiene que pagar aún 3 cupones de 4% cada uno. Por lo tanto, un inversor que compró a un precio de 80 dólares este instrumento hasta octubre del año que viene va a haber recibido 112 dólares, esto es un 40% más que lo invertido en solamente un año y medio.
Para aquellos inversores que tengan pensado esperar hasta el vencimiento, la situación es por demás rentable.
Un efecto similar se produjo con el AY24 que además en menos de 2 semanas tiene su primer pago de capital más los intereses, entre ambos, a un precio de compra de 86 dólares actuales, devuelve 24% de lo invertido y quedan todavía por pagar 105 dólares más hasta 2024.
En el punto crítico de la ronda comenzó a ingresar dinero en el mercado: los inversores detectaron que había un buen negocio a la vista
Respecto de la situación del Gobierno para los próximos meses, en lo que refiere a pagos, el programa financiero de 2019 está prácticamente cubierto. En cuanto a 2020, restan renovar algunos bonos y cubrir unos 7 mil millones más.
El desafío para los próximos días para disminuir la zozobra es el de transmitir a los mercados confianza en un contexto de incertidumbre política. La rentabilidad de las inversiones y las cuentas públicas deberían respaldar esa confianza hasta los comicios.
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