La Argentina fue el país emergente que peor la pasó frente a un dólar que estuvo en retroceso frente a las principales monedas del mundo, que terminó equilibrado con el peso mexicano, con una leve suba ante el real de Brasil y en baja contra el peso chileno.
Ninguno de esos países acudió al mecanismo de subir las tasas para impedir que el dólar avance. La divisa de Estados Unidos está golpeada por la falta de resolución de la guerra comercial con China y por las dudas de la Reserva Federal sobre el futuro de las tasas.
Por otra parte, mientras el dólar estaba en baja, el Bono del Tesoro de los Estados Unidos subió y esto hizo que se agudizaran las causas para elevar el riesgo país de la Argentina casi 1% a 744 puntos básicos.
Una de las razones que explica esta situación es que los inversores no quieren bonos locales al igual que en los años del kirchnerismo. En aquellos tiempos, la diferencia entre los bonos del canje de la deuda, la marcaba la legislación por la que eran emitidos. Si un Discount tenía legislación Nueva York –si caían en default los damnificados le hacían juicio a la Argentina en tribunales estadounidenses– valían 15% más que los Discount con legislación argentina cuyos tribunales para reclamar eran los de Buenos Aires. Con la asunción de Mauricio Macri esa diferencia entre ambos bonos se redujo a cero hasta hace algunos meses. Ahora un Discount con legislación neoyorquina vale 13,5% más caro que el de legislación Buenos Aires.
Ahora un Discount con legislación neoyorquina vale 13,5% más caro que el de legislación Buenos Aires
Por eso, la suba constante y exagerada de las tasas de interés para frenar al dólar parecen un mecanismo agotado porque el riesgo país sigue exacerbado. Parte de los depositantes no está renovando sus plazos fijos.
Algunos bancos llamaron a sus clientes institucionales que tienen depositadas cifras importantes para ofrecerles tasas de hasta 46 por ciento. La salida de depósitos para pasarse a dólares se está haciendo sentir.
De hecho, la suba de las tasas de las Letras de Liquidez (Leliq) no le permitió al Banco Central absorber dinero de la plaza para ponerle obstáculos al dólar. Renovó todo lo que vencía por lo que para el día siguiente la liquidez va a estar igual con un dólar que cerró en el precio máximo del día. Las dos licitaciones de Leliq no impactaron en la decisión de los compradores que tenían que pelear entre sí para hacerse de dólares por la falta de vendedores.
El Banco Central, ante esta situación, decidió seguir con el desdoblamiento de las licitaciones de Leliq hasta el viernes. En esta oportunidad la tasa máxima de Leliq alcanzó a 63,50%, un punto más alto que la primera licitación del día y 3 puntos por encima de la de la rueda de lunes. La tasa promedio de 62,54% también aumento 3 puntos respecto al lunes.
Todo el esfuerzo fue en vano. El dólar mayorista subió 24 centavos a 41,54 pesos. En bancos y casas de cambio, el alza del billete al público fue de 22 centavos a 42,51 pesos. El "blue" con más movimiento del habitual, subió 25 centavos a 41,50 pesos.
Las reservas cayeron USD 40 millones a 64.484 millones, pese a que por la suba del euro y él oro, se ganaron 81 millones en el exterior y solo se pagaron 3 millones a Brasil.
El S&P Merval, el índice de las acciones líderes que llegó a estar 1,60% arriba terminó con una caída de 0,32% tras el fracaso del Banco Central de contener al dólar. Las armas de la autoridad monetaria perdieron contundencia y los inversores lo sienten. Los negocios fueron escasos. Se operaron $638 millones. Por supuesto, las acciones más castigadas fueron las de los bancos. Macro bajó 3,86% y Francés, 3,33 por ciento.
Los ADR's también lo pasaron mal en Wall Street. Los certificados de tenencias de acciones soportaron pérdidas de hasta 3,85% en Banco Macro y de 3,24% en Francés. Entre las pocas alzas se destacó Central Puerto con 2,44 por ciento.
La buena noticia vino del lado del Tesoro que renovó 90% de los USD 950 millones de Letes que licitó. Recaudó USD 854 millones a una tasa de 4,5% en dólares. La explicación del éxito de la renovación de estos bonos que vencen dentro de 210 días, el 11 de octubre, es que los inversores apuestan con dólares que saben que se van a pagar porque caducan ante de las elecciones presidenciales.
También hubo buen resultado en los Boncer, los títulos que indexan por el costo de vida y pagan una sobretasa de 9,16% anual. Estos bonos que vencen en 2021 recaudaron $31.397 millones. Después de los dólares, vienen los bonos indexados en la preferencia de los inversores.
De aquí en más, habrá que esperar que el Gobierno salga a vender los dólares del Tesoro, tal como se lo venían aconsejando distintos economistas que advertían de lo perecedero del plan monetario. Pero para eso tiene que lograr que el FMI lo autorice a hacerlo cómo Cambiemos pretende. De eso, sin dudas, hablarán Nicolás Dujovne con Christine Lagarde mañana, en Washington. Esta masa de dólares es de alrededor de USD 8 mil millones pero no se sabe si alcanzarán para satisfacer a un mercado que, a medida que se acercan las elecciones, los desea con más intensidad.
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