El dólar le ganó al plazo fijo en febrero. Subió 4,8% y no hubo título público del Tesoro, fondo de inversión o banco que pagara una tasa en pesos que se acercara a ese porcentaje.
Psicológicamente es un golpe difícil de absorber, porque cuando los ahorristas ven que con sus pesos perdieron contra la inflación, que se calcula que en febrero será de 4% y ante el dólar, comienzan a replantearse su estrategia de inversión. No son muchos los que se animarán a renovar sus colocaciones en pesos en marzo
"Podrán secar el mercado, tomar la medida que quieran, pero la gente sacará el dinero de los plazos fijos, si es necesario, para volver al dólar y tomar las ganancias que les dejó el carry trade", auguró un operador.
El dólar subió 4,8% y no hubo título público del Tesoro, fondo de inversión o banco que pagara una tasa en pesos que se acercara a ese porcentaje
La suba de tasas, la medida natural para contener al dólar, tiene un problema. Federico Luciani, director del Mercado Argentino de Valores SA, señaló que las empresas están dañadas por las elevadas tasas y porque no les permiten el ajuste por inflación.
Es que por decisión del Gobierno se permiten que los balances hagan el ajuste por inflación. Con este coeficiente, la mayoría de los balances muestran pérdidas. Por eso, en una medida absurda, el Gobierno exige que se paguen los impuestos como si el ajuste por inflación no se hubiera hecho. Las empresas al no poder trasladar el costo de vida a sus resultados, exhiben ganancias irreales.
Los bancos son los más afectados por la medida porque pagarán impuestos como si hubieran ganado dinero, aunque en realidad perdieron.
Es la misma concepción que tiene la ley que grava la renta financiera. Si alguien con un plazo fijo ganó un porcentaje menor al de la inflación, paga impuestos como si hubiera tenido una renta positiva que, en realidad se la devoró la inflación.
Además de estos artilugios para aumentar la presión tributaria, en la otra mano se ve a un Gobierno haciendo concesiones en préstamos a las Pymes y a otros sectores porque ve que la política monetaria los ha llevado al borde de un precipicio. Los últimos despidos y problemas de grandes empresas, le están haciendo ver que hay un límite para el ajuste.
Que no crezca la base monetaria mientras la inflación crece a un ritmo de 4% mensual, es secar más el bolsillo de los consumidores y el capital de trabajo de las empresas. Por supuesto, el resultado será convenios salariales por debajo de la inflación porque las empresas privadas no están en condiciones de pagarlos.
Las reservas subieron USD 1.025 millones a 68.010 millones. El llamativo crecimiento se debe a que el Banco Central renovó una reposición de bonos que vence el 5 de marzo por USD 2.250 millones
Las licitaciones de Letras de Liquidez (Leliq) han dejado de ser contractivas, es decir no absorben pesos, sino que, por el contrario, en las últimas cinco ruedas le han dado a la plaza $132 mil millones porque los bancos no aceptan las tasas que ofrece el Central y no renuevan los títulos. Los clientes les reclaman tasas más elevadas para renovar o hacer nuevos depósitos. Este reclamo crecerá desde el viernes al saber que el dólar subió más que las tasas de interés y que los que tuvieron plazos fijos en pesos en febrero, perdieron frente a la moneda de Estados Unidos. En otras palabras, lograron el resultado opuesto. En vez de ganar en dólares apostando al peso, perdieron.
En la licitación de Letras de Liquidez del jueves el Central colocó $163.344 millones a una tasa promedio de 50,127%, la más alta desde que retomó el sendero de alzas. El día anterior el promedio fue de 49,98%. La tasa máxima, que es la que apuntan la mayoría de los bancos, continuó en 50,48%. El Banco Central no la mueve de ese techo y hay entidades que le devuelven las Leliq vencidas, es decir no las renuevan. Este movimiento, hizo que el Banco Central tuviera que entregarles a los bancos $32.400 millones que se les pasarán a los ahorristas. Ellos le darán un destino que puede incluir la compra de dólares.
Si el Banco Central no sube considerablemente la tasa de interés, el dólar podría terminar la semana con una nueva suba.
El Gobierno exige que se paguen los impuestos como si el ajuste por inflación no se hubiera hecho. Las empresas al no poder trasladar el costo de vida a sus resultados, exhiben ganancias irreales
Para Fundación Capital que preside Martín Redrado, el problema es que deben ajustar porque "los ingresos (al Gobierno) presentaron su séptimo mes consecutivo de caída en términos reales, comportamiento que enciende las luces de alerta de cara al exigente objetivo de 2019". Para el economista, este tema preocupa al FMI porque ven que la economía no crece como esperaban. Si aumentan la tasa, la recesión será más profunda y chocará con lo pactado con el Fondo. Para la Fundación Capital, el primer trimestre de este año terminará con una caída de la economía de 4,5%, seguida por otra de 1,5% en el segundo trimestre. El crecimiento será muy leve de allí en más: 1,5% en el tercer trimestre y 0,9% en el cuarto.
El Gobierno parece desorientado y las empresas reciben mensajes cruzados. Por un lado, subsidios a los créditos a las Pymes y por el otro, subas de tasas para que no se escape el dólar.
Precio del dólar y acciones
La expansión de pesos que están generando las Leliq hicieron que el dólar mayorista, después de cinco ruedas de caída, aumentara 35 centavos a $38,83. En bancos y casas de cambio, el público tuvo que pagar la moneda de Estados Unidos 32 centavos más cara a $40,14.
Las reservas subieron USD 1.025 millones a 68.010 millones. El llamativo crecimiento se debe a que el Banco Central renovó una reposición de bonos que vence el 5 de marzo por USD 2.250 millones. Las REPO consisten en darles a los bancos bonos (para esta operación se emitieron Bonar 2024) a un precio determinado con la obligación de recomprárselos a otro precio que incluye la tasa de interés en el futuro.
En tanto, en el exterior se perdieron USD 30 millones por la caída del oro y otras monedas. Además, se pagaron 31 millones a organismos internacionales y 1 millón a Brasil.
El riesgo país, a su vez, aumentó 1,90% a 699 puntos básicos por la suba del dólar que duplicó a la del Bonar 2024 (+0,67%) que es el título de referencia de la deuda argentina. La caída del bono del Tesoro de
Estados Unidos, atenuó la baja del riesgo país argentino.
La Bolsa tuvo su cuarta baja consecutiva. Esta vez el derrumbe fue con elevado monto de negocios, señal de que hay inversores saliendo. Las operaciones sumaron casi $ 900 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 2,43%.
Los bancos fueron los que lideraron las caídas. Se espera que sus balances no sean buenos e incluso uno de ellos presentará un recurso de amparo por la norma que les niega el ajuste por inflación. Es una forma de cubrirse ante los accionistas. Banco Macro cayó 5,30%; Supervielle, 5,15%, Galicia, 2,93% y Francés, 2,36%. Petrobras (-4,23%) fue otro de los papeles que sorprendió por la magnitud de su caída.
En Wall Street los ADR's argentinos tuvieron bajas generalizadas. Solo tres certificados de tenencias de bonos subieron. IRSA Propiedades Comerciales (+6,50%), MercadoLibre (2,70%) y Edenor (+1,81%). El resto cerró en rojo. La peor parte la llevaron los bancos. Galicia (-3,38%) y Macro (-3,28%) fueron los principales afectados.
El dólar y las tasas de interés concentrarán el viernes toda la atención. La movida indicará hasta qué punto el Gobierno está dispuesto a frenar más la economía real con tal de mostrar un dólar controlado.
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