El Banco Central comenzó el lunes a bajar de manera más firme las tasas de interés. Pero como el sistema monetario se construye día a día como un castillo de naipes, cualquier variable amenaza con provocar problemas para seguir agregándole cartas.
La baja de tasas significó un brusco despertar del dólar. La media hora del final de la rueda del martes, sorprendió porque el rally de la divisa en ese lapso fue de 40 centavos.
El dólar había abierto a $37,17 y se mantuvo hasta cerca de $37,20 hasta las 14.00. A partir de allí comenzó una escalada que lo dejó en el precio máximo del día de $37,75 (+1,61%). La suba total fue de 60 centavos.
Pero este movimiento no fue casual. El lunes, el Banco Central se arriesgó a hacer la baja de tasas más intensa desde que comenzó a licitar las Letras de Liquidez (Leliq). Ese movimiento lo repitió el martes y allí el castillo de naipes comenzó a moverse.
Los bancos le están pidiendo más tasa al Banco Central para renovar las Leliq porque ven problemas de mora en préstamos y tarjetas de crédito. El Central no quiere ceder, por eso pudo colocar solo $150 mil millones que no cubrieron todos los vencimientos y dejaron liberados $50 mil millones. En una semana, por falta de renovación de las Leliq, aumentó el circulante en casi $135 mil millones que si se les suma a los casi $20 mil millones que emitió para comprar USD 490 millones para evitar la baja del dólar, sumó un poder de compra de $155 mil millones al público. Una buena parte de ese volumen, como se vio en el comportamiento del dólar del martes, se fue a la divisa.
El lunes, el Banco Central se arriesgó a hacer la baja de tasas más intensa desde que comenzó a licitar las Letras de Liquidez (Leliq). Ese movimiento lo repitió el martes y allí el castillo de naipes comenzó a moverse
Las tasas merecen un análisis aparte. La tasa de corte de Leliq, la máxima que se pagó, la bajaron 0,54 puntos a 55,95% anual. Pero entre el viernes y el lunes la baja acumulada fue de 1,01 puntos. En la tasa promedio se dio un movimiento similar. En la última rueda la recortó 0,67 puntos a 55,64% anual. Pero entre vienes y martes la caída fue de 0,96 puntos.
Lo grave es que a pesar de que el dólar mayorista subió 60 centavos en un día, sigue 11 centavos por debajo de la línea de flotación.
Lo que fue la alegría para el Gobierno –un dólar exageradamente bajo– ahora recreó ansiedades contenidas en una semana cargada de traspiés. Desde las peores mediciones de la imagen presidencial hasta el referéndum de La Rioja, las malas noticias no dejaron de llegar.
Lo que ensombrece el panorama es que el riesgo país retomó su sendero de alzas, en momentos en que está bajando hasta en Zambia. El riesgo aumentó 1,64% a 694 puntos básicos, pero el problema es que esta medición en la Argentina no tiene en cuenta a la economía, sino a la política porque es un año electoral. El aumento se debió a que, si bien el Bonar 2024, el bono de referencia en dólares, subió 0,10%, lo hizo por debajo del alza del dólar mayorista. Esto muestra que una gran parte del mérito de la caída del riesgo país en el pasado le correspondía al retraso cambiario.
"Con la baja de tasas si no fuera un año electoral, todo el mundo se volcaría a los bonos en dólares que dan rendimientos de dos dígitos. Pero eligen el billete, porque temen al año electoral", señaló Federico Sidi de Compass Group. "¿Quién no compraría un bono que vence en 2033 y rinde diez por ciento? ¿Sabe lo que es para un inversor tener asegurado semejante ingreso durante catorce años?", agregó
En tanto, en bancos y casas de cambio, el dólar al público subió 43 centavos a $38,57. El "blue" aumentó 50 centavos a $38,50.
Las reservas subieron 16 millones a USD 66.445 millones. En el exterior se ganaron 48 millones por la suba del oro y del euro frente a la moneda norteamericana. Además, hay que contabilizar los USD 50 millones que compró el Central al principio de la rueda para estimular la suba del dólar.
El sector externo ayuda a su manera. El oro, por caso, desde mediados de agosto hasta el presente subió 11,20%. Y esto significa que los inversores están buscando cobertura porque Wall Street no genera la confianza suficiente. Además, los bonos del Tesoro en alza, hacen bajar la tasa de rendimiento. Si a esto se le suma que es probable que el miércoles la Reserva Federal anunciará que no subirá las tasas de interés, dan un panorama de tranquilidad porque Wall Street en alza y con tasas altas en los bonos, Estados Unidos se convierte en una aspiradora de dólares del mundo.
La Bolsa tuvo un buen día, pero con escasos negocios por $576 millones, que representan 40% de lo que se negociaba a mediados de mes. Esta escasez de operaciones le quitó sustentabilidad a la suba del S&P Merval de 1,92%.
Los bancos y las petroleras volvieron a ser los impulsores del alza. Macro aumentó 4,74% y Supervielle, 1,86%. YPF (+3,75%) y Petrobras (+3,57%) se vieron favorecidas por el aumento del petróleo en el mundo. El Brent, el crudo de referencia, subió 2,50%.
Los ADR's argentinos, certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street en dólares, tuvieron otra rueda favorable. IRSA con 5% de aumento fue lo más destacado.
Teniendo en cuenta que el dólar perdió terreno ante el peso mejicano, el chileno y quedo sin cambios en Brasil, la suba del dólar en la Argentina llama la atención.
Por eso el miércoles será clave para saber si es una tendencia o un reacomodo para ubicarlo en la banda inferior de la flotación. También hay que ver si una suba tan brusca dejó algún daño colateral. Un aumento de 1,60% del dólar en un día, le hace perder al inversor casi la mitad de lo que gana en un plazo fijo en el mes. Dos días a este ritmo, pueden afectar al mercado. Será clave ver qué pasará con la divisa que en el post cierre quedó con tendencia compradora.
Seguí leyendo: