Luego de un cierre de 2018 con clara tendencia alcista, impulsado por la salida de capitales de los mercados emergentes hacia los bonos de la deuda del Tesoro americano que comenzaban a subir su rendimiento, desde enero se observó un giro inverso, y eso favoreció a la Argentina.
De la misma forma que el flujo en contra de los mercados emergentes durante el año pasado impactó más fuerte en el país, cuando la corriente empezó a cambiar se repitió el fenómeno en sentido inverso.
Al cierre de la tercera semana de 2019 el índice compuesto por JP Morgan se ubicó en 672 puntos básicos, equivalente a una sobretasa para colocar deuda pública cercana a 7% anual. Esa tasa es un poco más del 2,5% anual que rinde un bono del Tesoro de los EEUU a 10 años, es decir, un valor nominal actual levemente inferior a 10% anual.
El nuevo nivel es 145 puntos básicos menor que el registrado al cierre de diciembre de 2018, y el más bajo en tres meses. El mismo significó un recorte del 19% en 13 días de ruedas operativas.
Cuando la variable creció hasta los 800 puntos, varios analistas privados destacaron que la evolución del riesgo país se fundamentaba en varios elementos, pero principalmente el frente electoral incierto, ante la posibilidad de cambio de signo a partir del 10 de diciembre.
Pero el comienzo de 2019 trajo un aire fresco del resto del mundo que resultó más fuerte que el escenario político local. Y la consolidación del cumplimiento de las metas fiscales y monetarias llevó a algunos analistas financieros internacionales a considerar que habían castigado de modo desmedido a los bonos de la deuda argentina.
Además, "los dichos de Jerome Powell [presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos], interpretados en general como una intención de dejar las tasas de interés de referencia sin cambios en 2019, generaron una recuperación en el mercado de acciones norteamericano y también una salida de capitales en busca de mejores retornos hacia mercados emergentes", explica Alejandro Bianchi, gerente de inversiones de Invertironline.
En particular, el ingreso de flujos de inversión a mercados emergentes en general ayudó a todos los países dentro de esa categoría. Cuando también se considera ese flujo con la brusca suba anterior, ahora la corrección bajista del riesgo país de la Argentina también fue más destacada.
A eso se le sumó el impacto positivo para la región que implicaron los anuncios del plan económico de Jair Bolsonaro en sus primeras semanas en actividad como presidente de Brasil y la pelea interna a nivel político en Estados Unidos que culminó en el cierre de su gobierno.
Las caídas en riesgo país fueron generales a lo largo del América Latina, pero el caso argentino lidera al grupo que incluye a Brasil (-8% respecto de 2018), Chile (-13%), Uruguay (-11%) y Paraguay (-11%).
"El promedio de riesgo país para los países latinoamericanos cayó; la diferencia respecto de casos como Brasil, México, Perú está en que sus niveles son mucho más acotados y eso está haciendo que los bonos argentinos sean los más rendidores del año por la mayor diferencia, generando lugar para recortes más importantes", comenta Bianchi.
La expectativa de una Reserva Federal que no mueva las tasas de interés de referencia generó un flujo hacia mercados emergentes que benefició en mayor medida a Argentina
Aún así, los rendimientos de los bonos argentinos en dólares siguen ubicándose dentro de los más altos de la región. El Bonar 2024, por ejemplo, mantenía una tasa de rendimiento de 10,24%, mientras que el Bonar 2025 y el Discount 2033 ofrecen tasas de 11,8% y 10,8%, respectivamente. Incluso los títulos más cortos como Bonar 2019 en dólares con su tasa más baja (2,99%) sostienen una recuperación desde comienzo de año.
Mientras tanto, en materia local el frente electoral no parece estar mucho más claro, pero una serie de noticias positivas en el frente económico ayudaron a calmar las aguas en una especie de mini ciclo virtuoso para el riesgo país, apoyado en:
1 – La actual paz cambiaria, producto de una mayor oferta de dólares en los flujos internacionales.
2 – La publicación del Programa Financiero 2019, con las siguientes licitaciones de Letras del Tesoro logrando una refinanciación más alta de lo esperado.
3 – La desaceleración sostenida en la tasa de inflación intermensual, acompañada por el esquema monetario en el que se cumplió la meta de base monetaria en los últimos meses y se confirmó una baja sostenida en tasas de interés.
Seguí leyendo: