Ford y Volkswagen anunciaron un acuerdo para desarrollar y fabricar en conjunto vehículos comerciales y camionetas para mercados globales, con el objetivo de reducir costos en ambas compañías. ¿Qué impacto tendrá esta alianza en la Argentina?
Vale destacar que se trata un acuerdo global entre dos de las principales empresas productoras y comercializadoras de vehículos en el mundo, la región y nuestro país. Por ello, el prisma con el que debe dimensionarse un potencial impacto en la Argentina debe partir de la premisa de que la alianza entre ambos jugadores tiene un objetivo mucho más ambicioso en términos estratégicos que una decisión de producto aislada. Aun así, en el mercado y la industria local tendrá una relevancia especial por dos factores.
La Argentina sería un primer centro de prueba de la alianza y reflejaría cómo se operativiza la dirección estratégica trazada entre ambas compañías
En primer lugar, la Argentina es el único lugar del mundo donde ambas marcas producen a una distancia muy cercana un producto del mismo segmento —sus plantas están separadas por solo unos metros en la localidad de Pacheco—. Y es justamente el segmento en el que ambas marcas decidieron comenzar a experimentar esta alianza: pickups medianas. Por eso, como ambos productos (la Ford Ranger y la VW Amarok) se producen localmente, la Argentina sería un primer centro de prueba de la alianza y reflejaría cómo se operativiza la dirección estratégica trazada entre ambas compañías.
Es una noticia alentadora para la Argentina que ambas marcas se concentren en el desarrollo conjunto de sus productos en un mismo segmento porque aumentaría la escala de producción de ambos. En el devenir del proyecto mutuo, ello debería resultar en una reducción real de costos que, en una industria donde existen rendimientos crecientes a escala, volvería más competitivos los productos favoreciendo a los consumidores locales y regionales y al país por mejorar el acceso vía precio a otras regiones del mundo.
Así, las filiales locales de Ford y Volkswagen mejorarían su posición relativa respecto a otras filiales de cada grupo. Actualmente, el 70% de la producción local de ambos modelos se destina a la Argentina y al mercado regional (de ese porcentaje, 30% queda en la Argentina y 40% se exporta a Brasil).
Además, a futuro se plantea la oportunidad de que frente a eventuales nuevos lanzamientos en el segmento de vehículos comerciales, fuera de las pickups, la Argentina resulte un destino atractivo para recibir nuevas inversiones. Obviamente ello dependerá de la evolución operativa del proyecto conjunto entre ambas marcas y los estándares de costos, calidad y productividad que alcance la operación local, además del devenir de la demanda en Argentina y otros países de la región.
Las filiales locales de Ford y Volkswagen mejorarían su posición relativa respecto a otras filiales de cada grupo
El antecedente de Autolatina no es del todo válido visto en perspectiva histórica. En aquel momento un operador local asumía la representación comercial y productiva de ambas compañías en Argentina y Brasil. En ese entonces el escenario internacional era radicalmente diferente y la industria no presentaba una configuración global como la actual.
Este nuevo acuerdo es esencialmente distinto puesto que se trata de una alianza entre dos multinacionales en todo el mundo con impacto específico en la Argentina. Más allá de que en ese momento, en la década del 80, se emplazaron dos fábricas muy cercanas y eso es una ventaja hoy en términos de hacer operativa en el país una estrategia global de ambas compañías.
En términos comparativos, la alianza asume una configuración similar al desarrollo conjunto que llevan a cabo Nissan, Mercedes Benz y Renault en nuestro país.
El reciente anuncio de ambas marcas es una noticia saludable para la Argentina. El contexto global en el que opera la industria automotriz (hoy bajo el paradigma de la movilidad) es mucho más desafiante que en el pasado, y los cambios continúan en plena fase de aceleración. Que dos de las marcas que más producen en la Argentina coincidan en la dirección estratégica de la industria y junten esfuerzos en materia operativa permite acentuar el perfil de especialización de la industria argentina.
En resumen, es una alianza que a priori debería fortalecer a la Argentina como productor de pickups medianas. En 2018, el país terminó siendo el cuarto productor mundial del segmento pickups, y a futuro podría aspirar a ocupar la tercera posición. Es un segmento que hoy lidera Tailandia, con un millón de unidades, y los Estados Unidos, con 600.000, aunque son unidades más grandes que las que se producen en la Argentina. El desafío está en marcha, y las marcas continúan actuando en consecuencia.
*Roland es analista sectorial de ABECEB
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