En 2007, el plan de Eduardo Bastitta era instalarse en los Estados Unidos. Tenía 26 años y ganas de emprender. Hasta que un amigo de su infancia, el estadounidense Benjamin Griswond, lo hizo cambiar de idea y lo convenció para asociarse y desarrollar un emprendimiento a largo plazo, pero en la Argentina.
Apenas dos años después, Bastitta estaba iniciando su propia compañía, Plaza Logística, que hoy cuenta con siete parques logísticos y trabaja en proyectos para grandes empresas, como Mercado Libre, para la que están desarrollando un centro de distribución de más de 73.000 metros cuadrados en La Matanza, en el predio del Mercado Central. En estos años, la compañía desarrolló más de 400.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro parques logísticos en la zona Norte del Gran Buenos Aires y otros tres en la zona Sur. Facturan entre USD 35 millones y USD 40 millones anuales.
Tenemos una compañía de una envergadura importante que fue desarrollada 100% en momentos difíciles
Durante el año pasado, Plaza Logística emitió dos obligaciones negociables, por las que se colocaron USD 18 millones en la emisión en dólares y casi $70 millones en la emisión en pesos-UVA (fue la primera empresa privada en hacerlo bajo esta modalidad). Además, en el marco del G20 en Buenos Aires, firmó un acuerdo preliminar con la Overseas Private Investment Corporation (OPIC), la agencia de inversión del Gobierno estadounidense, para obtener un préstamo de USD 45 millones para la ampliación de sus parques logísticos.
"Cuando comenzamos tenía sentido invertir a muy largo plazo en activos reales; empezamos a mirar distintas alternativas de inversión y descubrimos el negocio de desarrollo de infraestructura de plataformas logísticas", recordó Bastitta.
¿Cómo lograron crecer? Para arrancar, en 2009, reunieron un grupo de inversores y recibieron un préstamo del Banco Patagonia con el que pudieron realizar una primera operación de compra de tierra, a la que luego fueron sumando otros predios vecinos. El primer parque logístico se ubicó en la zona de Pacheco y entre 2011 y 2013 se sumaron Tortugas y Pilar.
"Las compañías necesitan tener actividad logística cada vez más sofisticada. En logística, a diferencia de un edificio de oficinas, la calidad va asociada a la eficiencia. Una nave de última generación, con techos muy altos, control de temperatura, pisos resistentes y nivelados perfectamente hace a que la operación sea más densa y todo el movimiento más rápido y ágil. El negocio se fue acomodando al desarrollo del e-commerce, con operaciones cada vez más capilares e intensivas", explicó el CEO de Plaza Logística.
El negocio se fue acomodando al desarrollo del e-commerce, con operaciones cada vez más capilares e intensivas
Así el negocio pasó de desarrollar centros de distribución donde se despachaban pallets de un solo tipo mercadería al otro extremo: tener que entregar un único artículo en un determinado domicilio.
En la última década, donde el financiamiento a largo plazo fue escaso, Plaza Logística logró fondear sus inversiones con préstamos de organismos multilaterales de crédito, como BID y OPIC, con préstamos entre 2009 y 2014. "Desde 2016 empezamos a reemplazar los préstamos con alternativas locales que nos permitían estirar plazos y mejorar las condiciones", explicó Bastitta.
Pero el escenario económico actual puso un "signo de interrogación grande" sobre las alternativas de financiamiento hacia adelante, tal como lo describió el empresario. "Sin embargo, no aminoramos la marcha. Estamos redoblando los esfuerzos tratando de hacer una nueva capitalización para invertir más fuerte. Tuvimos sucesivos procesos de capitalización y financiamiento en Plaza Logística en los escenarios más complejos. Hoy tenemos una compañía de una envergadura importante que fue desarrollada 100% en momentos difíciles, algunos más que otros", agregó.
Al describir a sus clientes, Bastitta destacó que la mayoría de ellos son compañías que quieren bajar sus costos. Pero algunas se vieron obligadas a frenar sus planes de inversión o ponerlos "en espera".
El empresario cree que el principal beneficio vendrá por el lado del comercio electrónico, que está revolucionando el mundo de la logística
Por eso, el empresario cree que el principal beneficio vendrá por el lado del comercio electrónico, que está revolucionando el mundo de la logística. "La Argentina está todavía en pañales. Pero los números son realmente muy auspiciosos", describió.
Para ejemplificarlo realizó una cuenta muy sencilla. Una operación tradicional dentro de un depósito de 10.000 metros cuadrados pueden demandar de 30 a 40 personas y unos 35 camiones grandes. En el caso de e-commerce, para los mismos 10.000 metros cuadrados, se requieren 150 personas dentro del depósito y en la red de distribución de 120 a 130 camionetas más chicas.
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