El cierre oficial del Business 20 (B20), el brazo empresarial del G20, ya había sido en octubre y las recomendaciones ya habían sido entregadas al presidente Mauricio Macri luego de un año de trabajo. Pero la llegada de los líderes de los principales países del mundo a Buenos Aires incentivó a Daniel Funes de Rioja, el chair general del B20, a volver a reunir al empresariado argentino una vez más para compartir las conclusiones del grupo.
Luego de presentar un comunicado en conjunto con Gerardo Martínez, el chair del L20 (el grupo que reúne a los líderes de los sindicatos internacionales), el presidente de Copal festejó junto a empresarios y ejecutivos de primera línea en un salón lleno en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Entre mordiscos de faina con salchichita parrillera y huevo al curry con tomate acompañado con gaseosa, vino y champagne, los presidentes y CEO de empresas bromeaban con cierta ironía sobre las dificultades para moverse en una ciudad en la que el G20 ya empezó a sentirse este miércoles.
Varios de los empresarios presentes expresaron en off the record que confían en una reactivación económica que se empezaría a sentir a partir de abril, casi garantizando una victoria electoral de Cambiemos y despejando dudas que llegan desde el exterior
En sus comentarios de apertura, Funes de Rioja no solo mencionó las conclusiones del documento final presentado a Macri (85 recomendaciones políticas y 308 propuestas de acción), sino que también festejó "el logro a nivel país que representa ser anfitrión de un G20" y el hecho que "desde ninguna parte del Gobierno se ejercieron presiones para condicionar el pensamiento del empresariado a la hora de desarrollar la labor de este B20".
Dante Sica, el ministro de Producción y Trabajo, también habló frente al selecto grupo de empresarios, destacando: "equilibrar la macroeconomía es una tarea de todos los días para el Gobierno y a veces parece que tenemos retrocesos pero valoro que seguimos manteniendo el rumbo". En ese sentido, para el funcionario desde el oficialismo están comprometidos "a recorrer un camino para transformar la economía argentina".
Apenas terminado el discurso del ministro, comida, bebida y charla comenzaron a fluir en el salón. Hubo temas más superficiales, desde el tránsito hasta cuestiones más serias, como el documento final del G20 y las fluctuaciones de los últimos días en el dólar y riesgo país.
El CEO de Ledesma, Javier Goñi, señaló que "más que el dólar, ahora preocupa un poco más el riesgo país por la persistencia, pero también porque va a empezar a incorporar el factor político de un posible regreso del kirchnerismo". Sin embargo, el presidente de IDEA también compartió una sensación que varios de sus pares presentes expresaron en off the record: una reactivación económica que se empezaría a sentir a partir de abril casi garantizaría una victoria electoral de Cambiemos y despejaría las dudas del mercado internacional.
"El riesgo país en sí mismo no sería el problema si en el país hubiera un universo de inversores institucionales locales que estén dispuestos a invertir más allá de subas puntuales. Pero lo que tenes en realidad terminan siendo grupos extranjeros que piensan en dólares y la mayoría solo tiene el riesgo país como referencia para evaluar al país, con lo cual ahí la variable se vuelve un problema", comentó Enrique Cristofani, presidente de Santander Río.
Ese pensamiento en dólares también es algo presente en la cultura local, según Gustavo Weiss, presidente de la Cámara de Construcción. "El nivel del dólar solo es un problema en el corto plazo, porque la cultura argentina está tan dolarizada que el resto de los precios ajustan, y un dólar chato frente a una inflación en niveles como los actuales termina en un atraso, que tampoco ayuda", afirmó Weiss. Entonces, el problema no es el nivel, apuntó el ejecutivo, sino que "lo preocupante es la volatilidad de incrementos y bajas de 10% una después de la otra".
El G20 y los trabajos vinculados durante el año fueron una buena vidriera al mundo para el país pero no quita que después hay que hacer los deberes, más allá del resultado puntual que sea el comunicado final (Weiss)
El grueso de los empresarios presentes participó en alguna de las ocho task forces del B20 y si bien todos compartieron con Infobae su sensación de logro y visión a largo plazo para el país, no ignoraron el contexto de desgaste económico y social en el que se da la Cumbre de Líderes del G20.
"El G20 y los trabajos vinculados durante el año fueron una buena vidriera al mundo para el país pero no quita que después hay que hacer los deberes, más allá del resultado puntual que sea el comunicado final", dijo Weiss.
En ese sentido, Funes de Rioja transmitió ciertos aspectos de una charla con Macri: "el Presidente compartió sus esperanzas hacia adelante, pero consideró que a veces falta cierto compromiso general para lograr las reformas necesarias y se llegan a ciertos estancamientos que dificultan las reformas necesarias".
Con todo, el empresariado confía que el G20 dará un "breve recreo" en lo que viene siendo un fin de año agitado, y cuyas conclusiones plantean ciertas prácticas de trabajo para todo el sector privado. También anticipan que el próximo año se verá una recuperación en "la sensación de la calle".
O como expresó Sergio Kauffman, el presidente de Accenture Argentina: "que este año fue de los peores para el consumo es innegable, pero la perspectiva para el 2019 es positiva dado el nuevo marco de variables con las que operar: dólar estable, inflación a la baja, y avances en reformas laborales y tributarias".
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