Las empresas Acindar y Redepa (dueña de la muy conocida fábrica Canale en Lomas de Zamora) anunciaron el cierre de sus plantas y despidos masivos de trabajadores.
Redepa – que pertenece al Grupo Canale – despidió este miércoles a 86 trabajadores de su fábrica de envases ubicada en la localidad bonaerense de Llavallol. Los despedidos comenzaron un acampe frente al predio de la fábrica, denunciando que el grupo empresario adeuda varios meses de salarios.
El mismo día, luego de echar a los últimos 15 empleados que todavía estaban en relación de dependencia, la empresa metalúrgica Acindar finalizó definitivamente las operaciones de su fábrica de Navarro, cerca de Rosario. El cierre de la planta es la culminación de un proceso que comenzó a fines de 2016, cuando la empresa eliminó uno de los dos turnos de laminado y cerca de 80 empleados aceptaron retiros voluntarios.
En el caso de Canale, representantes de los despedidos apuntaron a un mal manejo de las finanzas por parte de la empresa, más allá del efecto recesivo general de la economía. "En la temporada que pasó, el grupo tuvo una producción récord", aseguró Nicolás Macchi en declaraciones a la prensa desde la puerta de la fábrica.
"Después estuvimos operando con encargues para terceros. Sabemos que la empresa recibió créditos Fondear (a tasa bonificada) durante el gobierno de Cristina, que este año le dieron dos Repro (subsidios para empresas en situación de crisis) y que en los últimos tres años redujeron de tres mil a mil el número de empleados", agregó.
Antecedentes
Acindar y Canale son los ejemplos más recientes de lo que se viene observando durante este segundo semestre, en que el sector privado tiende a la austeridad o el recorte frente a una caída en la demanda interna para la cual recién se espera un piso a mediados del próximo año.
A principios de octubre, la empresa Alpargatas anunció una serie de despidos en sus plantas productoras en el interior del país. Primero, anunció el cierre de sus plantas de calzados en La Pampa y Catamarca, con una reducción de 460 puestos de trabajo. Y luego comunicó el despido de 500 de los 1.300 trabajadores en su planta tucumana de Aguilares para evitar el cierre.
En el comunicado previo a ambas acciones, la empresa explicó: "Desde hace tiempo, la compañía atraviesa la difícil situación coyuntural del país, que implica una fuerte caída en el consumo, particularmente en los negocios de calzado y textil donde Alpargatas es líder".
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