Los mercados se mostraron inquietos por la nueva batería de regulaciones cambiarias y monetarias

La nueva conducción del Banco Central ratificó la "zona de no intervención"; la indexación de las bandas extremos; y el monto máximo de venta diaria. Suben encajes remunerados e incentivan el ahorro en plazos fijos en pesos

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El respaldo de los banqueros que recibió el flamante presidente del Banco Central, Guido Sandleris, aún no se correspondió con el humor de los inversores, en particular internacionales (BCRA)

En la semana en la que el propio presidente Mauricio Macri y su ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, lograron sellar el Acuerdo II con el FMI, que despejó algunas dudas sobre el cumplimiento del exigente Plan Financiero hasta fin de mandato, los mercados respondieron con baja de las acciones, suba del riesgo país, y nueva estampida del tipo de cambio, al filo de la "zona superior de no intervención" de $44 por dólar.

Si bien aún el directorio del FMI no precisó cuándo será formalmente aprobado el acuerdo, y consecuentemente cuándo difundirá la letra chica de los supuestos y criterios cuantitativos a los que se comprometieron los máximos funcionarios del país, y en particular la fecha del segundo desembolso que estaba previsto para el 20 de septiembre, el anterior fue el 21 de junio, las aparentes dudas que se manifestaron en las variaciones negativas de los precios de los activos financieros, se centrarían en la nueva política monetaria.

Justamente, dos días después de firmado el Acuerdo II con el FMI, el Comité de Política Monetaria (Copom) resolvió adelantarse en un día la "fecha de implementación del nuevo marco de política monetaria anunciado", es decir no esperar al próximo lunes 1 de octubre.

Claramente, ese adelanto, no cambia en nada las cosas y las expectativas iniciales de los grandes inversores, las cuales parecen haber comenzado a dar algunas muestras de que "el miedo le empieza ganar a la codicia", una de las viejas máximas del mundo financiero, en particular en un mercado cambiario y capitales tan pequeño como el argentino.

En estricto off, encumbrados economistas que ocuparon alguna vez el sillón de Ernesto Bosch en el Banco Central desde la vuelta de la democracia, destacaron a Infobae que "no es usual ni conveniente que un banquero central, o máximas autoridades de las Reservas Federales, como se conoce en muchos países del mundo desarrollado al ente rector del mercado, hable en detalle de su política cambiaria". Eso es lo que ha hecho Guido Sandleris el 26 de septiembre y el Copom este viernes.

No es usual ni conveniente que un banquero central, o máximas autoridades de las Reservas Federales del mundo, como se conoce en muchos países del mundo desarrollado, hablen en detalle de su política cambiaria, alertaron varios ex presidente de la entidad

Si bien la intención es dar transparencia sobre los pasos y objetivos para "estabilizar los precios", y quitar volatilidad al mercado de cambios, parece no haberse testeado lo suficiente con los banqueros que dieron su respaldo a la nueva conducción, luego de consumado el Acuerdo II con el FMI, sobre los posibles y altamente probables efectos de la explicitación de la "zona de no intervención", del factor de ajuste, a un ritmo de 3% mensual hasta diciembre de las bandas inferior y superior del tipo de cambio flotante; y la decisión de intervenir "por encima de la zona de no intervención con ventas diarias de moneda extranjera por hasta USD 150 millones".

Se achicó la puerta de salida

El último punto es el que habría generado más ruído entre los inversores, en particular los internacionales que en los últimos años fueron tentados con altas tasas de interés ofrecidos para colocarse en Lebac, ahora en etapa de desarme, y sus remplazantes las Letes y Lecap que emite la Tesorería, no sólo para financiar el aún abultado déficit fiscal total, sino también para pagar vencimientos de la deuda pública.

Sobre todo, porque en la semana que se firmó el Acuerdo II con el FMI la Reserva Federal de los EEUU anunció la decisión de subir la tasa de política monetaria, y alentó el "vuelo a la calidad", como se denomina en la jerga financiera a la venta de posiciones en bonos de países emergentes y en desarrollo para comprar bonos del Tesoro americano.

Bajan la liquidez en el mercado de pesos

Además, este viernes no sólo se dispuso avanzada la noche elevar la tasa de Leliq a 7 días al 65% anual, sino también el aumento en 3 puntos porcentuales de los encajes de los bancos, a un 44% del total de depósitos a plazo, para retirar del mercado unos $60.000 millones y avanzar hacia el objetivo de variación cero de la base monetaria hasta junio de 2019.

La medida restrictiva del crédito para las familias y empresas, porque desde el lunes las entidades únicamente podrán prestar hasta $56 de cada $100 que tienen en su cartera de depósitos, implicará una nueva suba de las tasas de interés del mercado, de modo de inducir a quienes tienen capacidad de ahorro a invertir en colocaciones en pesos a plazo fijo.

La medida es restrictiva del crédito para las familias y empresas, porque desde el lunes las entidades únicamente podrán prestar hasta $56 de cada $100 que tienen en su cartera de depósitos

Y para que la decisión resulte más atractiva se autorizó a los bancos a pagar los intereses generados por esas colocaciones en un plazo inferior a 30 días, independiente del período pactado de la inversión por el ahorrista.

Paralelamente se permitirá a las entidades a integrar la totalidad de los encajes con Letras de Liquidez (Leliq) y con  Notas del Banco Central (Nobac) que pagan una tasa del 52% a 65% anual hasta 7 días de plazo, equivalente a una tasa a un año de 80%, según estimó el economista Orlando Ferreres, para atenuar el incremento de los intereses de los créditos que actualmente se ubican en una media de 60% anual para los préstamos personales a plazo, más del 80% anual para el financiamiento de los saldos impagos del consumo con tarjeta de crédito y 70% anual para el descuento de documentos  del sector registrado de la economía.

Con esa batería de medidas se intenta debilitar la demanda de dólares, porque se presupone en la autoridad monetaria que se "seca" la plaza de pesos, es decir se quita de circulación los excedentes que no se vuelcan ni a consumo, ni a inversión, sino al atesoramiento de divisas. El Balance Cambiario del Banco Central correspondiente a agosto mostró con claridad como esa estrategia iniciada por Luis Caputo empezaba a dar resultados.

Sin embargo, el reinicio del comportamiento bajista de los depósitos privados en dólares poco antes del cambio de presidente del Banco Central puede leerse como que el "miedo empieza a vencer a la codicia" y provoca el efecto contrario al buscado.

El reinicio del comportamiento bajista de los depósitos privados en dólares poco antes del cambio de presidente del Banco Central puede leerse como que el “miedo empieza a vencer a la codicia”

Posible gestación de la bola de nieve de las Leliq y Nobac

La suba sostenida de las tasas de interés de los préstamos a niveles que se aproximan a los tres dígitos porcentuales comienzan a generar preocupación por la mayor probabilidad de incapacidad de repago de los créditos y también de los depósitos y bonos.

Claramente con el refuerzo de la asistencia del FMI tanto en el monto total, como particularmente en los desembolsos más inmediatos, no justifican esos temores, y sólo revelan una sobrerreacción frente a las nuevas normas, casi semanales de política monetaria y cambiaria, desde el 30 de agosto último.

Sin embargo, no hay duda que la persistencia de altas tasas de política monetaria por un tiempo prolongado, empezó a fines de abril y se proyecta que se extenderá hasta junio de 2019, vuelve a generar presiones de emisión de pesos para remunerar los encajes. Y como ahí también el Banco Central se autoimpuso, o lo obligó el Fondo Monetario, un corsé, cabrá esperar sucesivas subas del efectivo mínimo, dando lugar a un circulo vicioso, donde los mayores damnificados serán la producción y el empleo.

Frente a ese escenario posible y probable y la fijación de un límite máximo de venta de hasta USD 150 millones si la cotización de la divisa supera los $44 ajustables diariamente, muchos inversores internacionales comenzaron a vender sus posiciones en pesos para llevarse sus dólares a colocaciones más seguras "vuelo a la calidad". Este viernes, sin intervención del Banco Central en el mercado de cambios, se habrían ido del sistema formal más de USD 250 millones.

Un operador le contaba a Infobae "si se va cerrando la puerta de salida de los capitales golondrinas que ingresaron al país tentados por tasas de interés que superan en tres veces a la tasa de inflación proyectada para fines del año próximo, porque el Banco Central dijo que no venderá más de USD 150 millones por día, mejor anticiparse, porque no alcanzará para todos, al menos al precio actual del tipo de cambio".

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