La presentación del Presupuesto nacional 2019 confirmó las medidas de ajuste que se propone implentar el Gobierno para alcanzar el año que viene el déficit cero, una pieza clave de las negociaciones abiertas con el Fondo Monetario Internacional para modificar el acuerdo firmado en junio pasado. Pero el FMI no va a esperar a la aprobación legislativa del nuevo presupuesto para tomar una decisión final con respecto al programa acordado con la Argentina.
Esas negociaciones avanzan sin descanso y, según pudo saber Infobae en Washington, una cosa no va a estar atada a la otra. Es decir, el Fondo considera de importancia vital que el presupuesto 2019 contemple los recortes necesarios para lograr el equilibrio fiscal. Pero quiere cerrar cuanto antes la aprobación técnica del nuevo acuerdo para elevarlo al board del organismo multilateral, que debe darle el visto bueno final.
Los tiempos no están definidos. En su último viaje a la capital norteamericana el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, adelantó que el directorio del FMI se reunirá "hacia fin de mes" y que en esa reunión decidirá si accede al pedido argentino de acelerar el calendario de los desembolsos del crédito por 50.000 millones de dólares acordado tres meses atrás.
Desde el Fondo no confirman ni desmienten esa fecha tentativa, que parece apuntar a algún momento durante la semana que viene. Resaltan en cambio que las discusiones están todavía en el nivel técnico y que esas conversaciones están teniendo lugar en Buenos Aires, con funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central.
Con todo, los tiempos podrían acortarse y podría haber novedades a fines de esta semana. Mauricio Macri estará la semana próxima en Nueva York, en la Asamblea General de la ONU, y podría llegar a EEUU con las "buenas nuevas" ya anunciadas (o a punto de anunciarse).
Un vocero del organismo indicó ayer que hay "avances importantes" en las negociaciones que lidera el economista Roberto Cardarelli, jefe de la misión del FMI. Y reiteró que el objetivo que se persigue es "el fortalecimiento del plan de política económica de la Argentina, respaldado por el acuerdo stand-by" firmado en junio. Señaló además que la intención es concluir "pronto" las conversaciones técnicas, sin ofrecer más pistas.
Infobae pudo confirmar que los tiempos de la negociación política para la aprobación del presupuesto 2019, que se puede extender durante semanas en el Congreso, no condicionará los plazos de la reunión del board del FMI. Esto no quiere decir que el Fondo no le asigne una importancia central a ese debate legislativo. La aprobación de un programa, cualquiera sea el país, depende del plan económico en su totalidad, y el presupuesto es un elemento clave en la definición de la política fiscal que el organismo multilateral observa con lupa.
La propia Christine Lagarde, directora gerente del FMI, dijo días atrás en una entrevista con el Financial Times que los recortes anunciados por el presidente Mauricio Macri serán un "determinante clave" de la política fiscal que se ponga en marcha. Esos recortes están contemplados en el proyecto de presupuesto que el Gobierno acaba de girar al Congreso y que además del equilibrio fiscal como meta fiscal fundamental prevé una inflación del 23% (interanual, para diciembre del 2019) y un crecimiento negativo de medio punto del PBI.
Esos números ya fueron revisados por los técnicos del Fondo, que ahora deberán transmitir al directorio del FMI su aprobación a la otra pata sobre la que se apoya el plan económico del Gobierno: los desembolsos anticipados del crédito ya otorgado, para garantizar la capacidad de pago del país en 2019 y llevar tranquilidad a los mercados.
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