En un salón colmado hasta el último lugar por profesionales de la industria, políticos y algunos familiares, los premiados en la edición de este año de los premios Konex para las categorías Instituciones-Comunidad-Empresa aprovecharon la antesala del Salón de actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para intercambiar felicitaciones, chistes, y algún que otro análisis sobre la situación económica de las últimas semanas.
Es que la convocatoria de la Fundación Konex para la edición de este año incluyó a varios referentes del ambiente empresarial, y a algún que otro dirigente social y político. En un mismo espacio estuvieron Graciela Camaño, Marcos Galperin, Alberto Abad, Facundo Manes, Sergio Kaufman y Margarita Barrientos.
Y aunque reinaba la alegría por la recepción de los diplomas al mérito, hubo también preguntas y comentarios sobre el futuro del dólar y algunas críticas a las últimas medidas implementadas por el Gobierno.
Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural entre 2002 y 2008 y uno de los premiados, comentó el esquema de retenciones anunciado la semana pasada como si fuera una vivencia personal: "En el 2008 fui uno de los que más peleó en contra de las retenciones al campo, y si bien la situación económica actual es obviamente bastante distinta, nunca pensé que íbamos a estar volviendo a hablar de retenciones".
Otro premiado, y también referente de un sector golpeado por la medida, también consideró que el impacto de las retenciones es negativo en más de un terreno de juego. "No solo afectás los números brutos en sentido de cuánto recibe cada productor por su exportación, sino que también generás una distorsión bastante importante a lo largo de la cadena de valor afectando más a aquellos productos que tienen un mayor valor agregado incorporado", explicó José Urtubey, dirigente de la Unión Industrial Argentina.
Tanto Miguens como Urtubey consideraron que las medidas son "un mal trago", con el cual hasta el mismo presidente Macri está en contra, que hay que transitar en el corto plazo, aunque el ruralista también señaló que "sorprende un poco cuando se mira a la ayuda económica para el país que significaron las cosechas de 2016 y 2017 para salir del estancamiento de los primeros años de este Gobierno".
Urtubey consideró positivo "el hecho de que se haya anunciado en conjunto una fecha de expiración, para evitar que sea más fácil hacerla una medida permanente".
Dólar y presupuesto
Con el esquema de retenciones actuales "generando desincentivos", como se escuchó en varias conversaciones en el brindis luego de la entrega de diplomas, muchos se preguntaron si la próxima cosecha representará una entrada de dólares en la escala que el Gobierno espera.
Otros también plantearon que aún no está del todo claro si la tormenta cambiaria terminó y los ingresos que recibiría el Estado deberían calcularse con el tipo de cambio actual o con uno más cercano a los $40. En respuesta a esas preguntas, algunos de los referentes bancarios que fueron premiados notaron que la tranquilidad cambiaria de la semana pasada es un indicio pero que no es garantía de nada en el contexto internacional de los próximos meses.
"Me parece que el nivel actual es razonable, no creo que tenga que bajar mucho más porque entrás en una situación donde al mismo tiempo que te pega una inflación del 4% mensual, entran menos ingresos por un tipo de cambio menor", razonó Facundo Gómez Minujín, presidente de J.P. Morgan para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
En ese sentido, para el Ejecutivo las fluctuaciones son parte de la nueva realidad a la cual hay que acostumbrarse, dentro de los niveles razonables como se vieron durante las primeras dos ruedas de esta semana: "La gente tiene que entender que estamos en un esquema de tipo de cambio flotante, que ahora hay cosas que nos van a pegar desde afuera como fue en su momento Turquía y ahora es Brasil, que nos va a seguir pegando hasta que se conozca el resultado de las elecciones, con lo cual hay margen de movimiento todavía", agregó Minujin.
Las retenciones a las exportaciones generan malestar, pero tanto desde el campo como desde la industria esperan que sean medidas genuinamente temporarias
"Sin duda hay variables internas, pero no todo movimiento del dólar tiene que ver con cosas que el Gobierno haya hecho mal. Algunas sí, pero no todas", afirmó el bancario.
Su compañero en el rubro, Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina, hizo un razonamiento similar: "Como principal socio comercial, el resultado final de las elecciones en Brasil va a ser fundamental para proyectar cualquier tipo de flujo de divisas entrantes a la economía".
"En el mismo sentido que los detalles de negociaciones con el Fondo sirvieron para que el mercado pudiera terminar de digerir mejor el anuncio inicial que generó la presión sobre el dólar a fin de agosto, el futuro comercial entre Argentina y Brasil también es un factor indirecto en las elecciones de octubre", consignó Cesario. El abogado también ve señales de signo positivo: "Las negociaciones actuales con los gobernadores son una buena foto para el mercado, sirve como otro paliativo".
En ese frente, puede que la foto tarde más de lo deseado en llegar, como mencionó Juan Carlos Schmid, secretario general de la CGT. El dirigente sindical acotó cuando se estaba yendo con su diploma en mano que "si hubiera habido algún tipo de acuerdo con los gobernadores nos hubieran convocado inmediatamente, pero claramente no va a haber una resolución rápida, las negociaciones todavía tienen bastante por caminar, no está todo tan cerrado como se creía, es una situación en la que hubo una foto antes de un acuerdo".