Una valija vertical con un sistema de ciber perchas con patente made in Argentina que evita que los trajes y vestidos se arruguen. No sólo eso: además, es "cibermaleta": viene con GPS, baterías removibles y aprobadas de gran capacidad (para cargar el celular ocho veces y una notebook, dos), carga inalámbrica, apertura del candado por huella dactilar y balanza digital.
Se trata de Plevo, la primera valija inteligente y vertical del mundo.
La siguiente es una historia en proceso. Mientras se escriben estas líneas, este producto tech se está prevendiendo por Internet, con mucho éxito, mientras se fabrica en China. "Si hacemos las cosas bien, vamos a cambiar este mercado para siempre", le dice a Infobae Federico Pelatti (27), CEO de la compañía, desde Shenzhen, la mega ciudad fabril que se levanta al sureste del gigante asiático.
Si bien no nació en un garaje de Silicon Valley, como Apple, ni en un campus universitario, como Google o Facebook, la historia de Pelatti, una suerte de emprendedor al borde del éxito (aunque él asegure que lo que consiguió hasta ahora ya es "extraordinario"), tiene bastante de épica, aunque quizás no tanto en el minuto cero. En ese caso, la lamparita se le encendió mientras estaba aburrido, trabajando en la recepción un hotel.
Una idea sobre ruedas
"Al hotel venían muchos empresarios y políticos. Más del 80% llegaba arrastrando la valija y uno o dos portatrajes. Siempre me decían que era un garrón andar llevando todo eso. Yo pensaba cómo podía ser que algo así no tuviera solución. Y nos pusimos a laburar", asegura Pelatti recordando lo que pasaba hace cuatro años, en el Hotel Hermitage de Mar del Plata, donde nació y se crió.
El trabajo con Iván Nieto, su amigo, diseñador industrial y otro de los cofundadores de la compañía, dio como resultado sistema de perchas móviles que hoy ya está patentado en 149 países.
Al hotel venían muchos empresarios y políticos. Más del 80% llegaba arrastrando la valija y uno o dos portatrajes. Siempre me decían que era un garrón andar llevando todo eso
Una primera nota en un diario local desató un mini boom viral y la idea se conoció en la Argentina y en buena parte del mundo. Pero esa alegría duró poco: algún roce interno en el hotel por su invento terminó con el recepcionista en la calle. "Fue complicado: yo era un empleado y vivía de eso. Y la valija era un proyecto, un dibujo. Por suerte terminó siendo el empujón definitivo y me tiré a la pileta. Esos días casi arranco a laburar en la verdulería de la esquina de casa", afirma.
Federico viene de una familia de clase media. Estudió en Mar del Plata y no fue a la universidad. Sí juntó dinero trabajando en tres temporadas veraniegas seguidas para irse unos meses a estudiar inglés a Londres.
La idea inicial era venderle el diseño a las grandes marcas de valijas del mundo: varias vieron las noticias y llamaron. "La génesis de todo es un sistema universal de perchas; sale del armario y va directo a la maleta vertical, que nunca se tira al piso", describe Pelatti. El interés hizo que los socios se dieran cuenta de que podían hacer ellos mismos una empresa sostenida por esa patente. Buscaron inversores y los consiguieron rápido: USD 400.000 para comenzar el negocios. Además, Federico Guyet se sumó como socio y uno de los fundadores. De esa manera nació Plevo.
Federico había hecho el registro local del invento, algo que congela por un año, a nivel global, la posibilidad de patentes similares. Pero sólo son 12 meses, así que el primer paso de la flamante startup fue extender el registro local al resto del mundo. Hoy la empresa está radicada en EEUU, tiene el departamento de diseño en "La feliz", el de marketing en Miami y la fabricación en China.
Hace un mes comenzaron la preventa de sus tres modelos en Kirckstarter, la mayor plataforma de financiamiento colectivo del mundo (se publican los productos y la cantidad de dinero necesario para fabricarlos; y los interesados precompran para financiar el proyecto). Allí presentan a Plevo como "la valija inteligente más innovadora del mundo".
"Llevamos recaudados unos $10 millones. El objetivo inicial era de USD 50.000 y lo alcanzamos muy rápido, a las 30 horas. En realidad, es más una validación porque los fondos los íbamos a tener igual. Es una prueba de fuego, y está yendo bárbaro. Ya tenemos pedidas unas 80.000 valijas de 25 países", detalla Pelatti.
Plevo tiene productos de tres tamaños: Runner, un carry on (se comenzó a prevender a USD 219, pero ya se agotó a ese precio y ahora está en USD 269); Infinite, de tamaño mediano (se acabó la primera tanda a USD 245); y Up, la grande y la única que tiene el sistema "vertical" (USD 305).
Llevamos recaudados unos $10 millones. El objetivo inicial era de USD 50.000 y lo alcanzamos muy rápido, a las 30 horas
"Es increíble lo que está pasando con la preventa", dice Pelatti desde Shenzhen, donde viajó hace varias semanas con parte de su equipo para controlar el proceso final de fabricación. "Por estos días se está terminando la matricería de cada pieza para empezar la producción masiva", explica.
"Trabajamos con seis fábricas que se articulan de manera conjunta. Son las mismas que fabrican valijas para Louis Vuitton y otras grandes marcas del mercado", detalla.
Maleta local fallida
Plevo sobrevive a Bluesmart, el otro proyecto avanzado de valija inteligente local que cerró este año porque sus productos no tenían baterías removibles. Luego de los problemas con el celular de Samsung Note 7, con baterías que se recalentaban y hasta se encendían, los reguladores y las aerolíneas prohibieron las valijas con baterías fijas. Y Bluesmart tuvo que cerrar.
"La compañía entró en una situación muy complicada, hubo que hacer devoluciones. Exploramos alternativas y se llegó a la conclusión de que tenía que haber un socio estratégico que se hiciera cargo. Apareció TravelPro, una empresa grande del rubro basada en la Florida, y se quedaron con la operación", le contaba a Infobae en mayo Diego Saez-Gil, fundador de Bluesmart.
"Somos la única valija inteligente que está permitida y que tiene todas las regulaciones aprobadas. Tenemos baterías removibles y la que alimenta el GPS y la balanza es de níquel y no tiene problemas", detalla marplatense. O sea, el pasajero saca el pack de carga, más chico que un celular, en el check-in de la empresa aérea y despacha la valija sin problemas.
"En octubre empieza la entrega en todo el mundo. Pensamos que a fines de año vamos a facturar unos USD 4 millones con unas 15.000 valijas vendidas", calcula el CEO. ¿Lo que sigue? Plevo quiere ser la cibermaleta oficial de los clubes de fútbol del mundo. Y ya están en contacto con algunos de los más importantes.
Quizás en poco tiempo se pueda ver a alguno de los astros que jugaron el Mundial de Rusia bajando del avión, o de un micro para acceder al estadio, con la valija tech argentina que carga el celular mientras mantiene la ropa colgada y sin arrugas.
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