"Reducir el costo argentino", es el principal reclamo de Jorge Di Fiori, titular de la Cámara Argentina de Comercio, que agrupa a las pequeñas y medianas empresa del sector mercantil y los servicios. "Es lo que daña la competitividad de las empresas, demora su inserción internacional y dificulta la generación de empleos", explicó.
Sin embargo, y a pesar de la previsión de una caída en la actividad comercial durante la segunda parte del año, se mostró optimista sobre el inicio de una posible recuperación del sector a partir de noviembre de este año.
— ¿Qué estimaciones están haciendo para la segunda parte del año?
— No va a ser fácil. Yo estimo que va a haber una caída en la actividad comercial básicamente y en la de servicios también. En este momento estamos transitando un período de vacaciones que ha sido bastante exitoso en el interior el país, porque la gente optó por conocer la Argentina. Yo soy optimista, estimo que a partir de noviembre, de a poco, vamos a ir viendo una reactivación.
El costo argentino es lo que daña la competitividad de las empresas, demora su inserción internacional y dificulta la generación de empleos
— ¿Qué caída ven en la actividad respecto a 2017?
— Ando en la calle y advierto que hay menor actividad, pero en parte hay una razón económica y en parte psicológica, porque desde el propio Gobierno está anunciando que se esperan unos meses complicados, hasta que se logre estabilizar la economía, reducir el gasto público, que es el factor fundamental, y la inflación, que este año va a ser muy alta. Se está calculando alrededor del 30%.
— El Gobierno porteño anunciará medidas de apoyo al consumo y a las pymes, ¿cómo lo ve?
— El Banco Ciudad ofrece créditos con tasas más bajas. Tenemos que ver el tema del IVA, porque el 21% es totalmente excesivo. En definitiva, entre aportes patronales, Ingresos Brutos, impuestos al cheque y la carga patronal, que es muy elevada, de ninguna manera se favorecen nuevos empleos. Estamos tratando de surfear la ola.
Hay en nuestro sector mucha informalidad, inclusive en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. Todo eso afecta al comercio establecido legalmente
— ¿Cuáles son las demandas que le hacen al Gobierno?
— Hay que atacar el problema de fondo, que es el costo argentino. Hicimos un estudio en cinco sectores básicos: automotriz, laboratorios, textil, línea blanca y alimentos. En una reunión del Consejo Directivo de CAC vimos que a un productor de manzanas le pagaban $4,50 el kilo que en el supermercado después se vende a $45. ¿Cómo se llega de uno a diez? Impuestos nacionales, provinciales, municipales, cargas patronales y logística. Hay que reducir los costos en esos cinco sectores. Y, por supuesto, en el transporte. Hay mucha informalidad, inclusive en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. Todo eso afecta al comercio establecido legalmente.
— ¿Esperan una recuperación lenta?
— A partir de noviembre, diciembre vamos a empezar a sentir la recuperación lentamente. Y el primer semestre del año que viene va a ser de explosión porque el campo va a tener una cosecha récord. El comercio del interior vive de cómo le va a al campo.
— ¿Cómo están los empresarios del sector, con respecto al año pasado?
— Más apretados, más ajustados, sin dudas. Viendo cómo pasar este trance inesperado. Ninguno de nosotros podíamos pensar a principios de año un 50% de devaluación, una suba en las tasas en los Estados Unidos o una guerra comercial. Era imprevisible.
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