Morgan Stanley, con una visión optimista sobre la banca argentina

En su último informe sobre los bancos privados locales, la entidad financiera estadounidense considera que sus ingresos se mantendrán estables durante este año y que sus acciones cotizan a un "precio atractivo"

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El informe de Morgan Stanley,
El informe de Morgan Stanley, con buenas expectativas para los bancos locales (Getty)

Los analistas de Morgan Stanley tiene una visión optimista sobre la banca argentina. En su último informe sobre los bancos privados locales, la entidad financiera estadounidense considera que sus ingresos se mantendrán estables durante este año y que sus acciones cotizan a un "precio atractivo".

Los directivos de los bancos locales consideran que sus ingresos serán iguales o levemente mejores a los del año pasado, respecto a las expectativas que tenían a comienzos de este año, señaló Morgan Stanley en base a información recopilada a través de entrevistas con sus principales directivos. Además, esperan que el Banco Central comience a recortar las tasas en agosto. El promedio de las tasas esperado para este año es de 32% o más, en comparación con 26% del año anterior.

En cuanto a la economía local, la previsión del banco de inversión estadounidense para la Argentina es un crecimiento de 0,8% para 2018 y de 1,8% para 2019. Sin embargo, para los bancos consultados las estimaciones podrían ser más altas para 2019, lo que dependerá de la rapidez en la reducción de las tasas que implemente el Banco Central. Otros factores que podrían mejorar las previsiones para 2019 son las mejores perspectivas para el sector agrícola —luego de un 2018 muy difícil—, la producción de volúmenes significativos de gas en el yacimiento de Vaca Muerta y una reducción de los ajustes de tarifas que mejorarían los ingresos de la población.

Los bancos locales esperan que el Banco Central comience a recortar las tasas en agosto

Mientras que en lo político, los banqueros consideran que la caída en la popularidad del presidente Mauricio Macri no tiene aun un impacto en sus posibilidades de reelección para 2019. De acuerdo con su opinión, los candidatos opositores no lograron capitalizar la situación y la fecha de la elección —octubre de 2019— es aún lejana. "La popularidad puede ser revertida antes el comienzo de la campaña electoral", auguraron.

El informe de Morgan Stanley destaca que a pesar de la desaceleración en el  crecimiento de los crédito, seguirá en niveles altos: las expectativas son de un alza de 40%, frente a la expectativa original de 45% a 50% estimada a comienzos de este año. La mayoría de los bancos aseguró que la demanda de créditos para el consumo durante junio cayó un 50% en comparación con los primeros cuatro meses del año. En el caso de los créditos hipotecarios, hubo una disminución importante por dos motivos: la cotización en dólares de las propiedades las volvió más costosas en relación a los salarios en pesos. Y la expectativa de que los ingresos en moneda local queden este año por debajo de la inflación.

Los préstamos a las empresas, en tanto, están mejorando, ya que las dificultades para acceder a los mercados obligó a algunas empresas a recurrir a la bancos para su financiamiento. "En general, se espera que junio y julio sean el piso en la demanda de crédito, y que comiencen a recuperarse gradualmente a medida que las tasas bajen durante la segunda mitad de año", señalaron los analistas.

En general, se espera que junio y julio sean el piso en la demanda de crédito, y que comiencen a recuperarse gradualmente a medida que las tasas bajen

Finalmente, Morgan Stanley muestra una visión positiva sobre las acciones de los bancos argentinos, basada en la normalización de la economía argentina, la baja penetración de servicios financieros y el tamaño de la clase media. "Esperamos que el crecimiento de las ganancias en Argentina supere ampliamente a los pares regionales", señalaron los analistas y destacaron que  las acciones de los bancos argentinos se cotizan a un "precio atractivo".

Pero también advierten sobre los riesgos: la continuidad de las políticas económicas pasadas que generaron alta inflación y bajo crecimiento económico; la devaluación de la moneda; los cambios regulatorios y una posible mayor intervención del Gobierno.

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