Si mañana hubiera actividad en los mercados financieros locales, el cierre de la rueda estaría marcado por la expectativa de un comunicado a las 17:30 que representa el fruto de un trabajo de un año por parte del equipo económico. Es que a esa hora se sabrá si Argentina sale de la categoría de mercado fronterizo de la armadora de índices MSCI y entra al escalón de emergentes.
Pero, ¿cómo se llega a la decisión final sobre el cambio, en el caso de darse o en el contrario? En términos técnicos, el proceso tiene dos mitades. La primera es una encuesta que el MSCI envía a un grupo de sus clientes más importantes. "Buena parte de la industria de los fondos de pensión más grandes 'trackean' sus inversiones a través del MSCI", explica Norberto Sosa, director y CEO de Invertir En Bolsa.
El detalle fino de qué es lo que pregunta específicamente esa encuesta, como explica Sosa y otros operadores de mercado, es confidencial. Pero, grosso modo, se resume en una pregunta básica sobre si el voto para un cambio a emergente es positivo o negativo.
El segundo paso, que es el que se toma mañana, es la reunión del comité interno del MSCI: seis directivos toman la decisión. Ese veredicto es luego revisado por un segundo comité que finalmente certifica lo determinado, algo que no necesariamente tiene que acompañar el resultado de la encuesta. Hay tres grandes categorías que determinan la decisión del comité: Desarrollo económico, Requerimientos de tamaño y liquidez, y Criterios de accesibilidad de mercado.
Sosa: Buena parte de la industria de los fondos de pensión más grandes ‘trackean’ sus inversiones a través del MSCI
Pero también se miran ciertos factores por fuera de estas cuestiones técnicas. El año pasado, Argentina se encontraba en la misma posición, con MSCI determinando que el país debería quedarse en la categoría de fronterizo un año más. En aquel entonces, los factores que el armador de índices financieros usó como justificación fueron de índole política, apuntando a una falta de irreversibilidad de las medidas implementadas.
"En ese frente, ya hicimos todos los deberes que nos pidieron, se avanzó con más reformas, se pasó la Ley de Financiamento Productivo para fortalecer el mercado de capitales, no deberían tener argumentos en contra a nivel técnico, el problema son los intangibles", diferencia Sebastián Maril, de Research for Traders. De acuerdo al analista, de forma oficial las cuestiones de coyuntura, como el acuerdo con el FMI, no deberían poder influir en la decisión de mañana.
"Pero pueden hacer lo que quieran", aclara también Maril. Esos "intangibles" no forman parte de la devolución oficial que harán mañana los directivos del MSCI, pero informan su decisión. En ese aspecto, sin embargo, la batalla no está perdida. Una falta de candidato opositor lo suficientemente fuerte como para significar un cambio de signo político el año pasado, entre otras cosas, juega a favor en el terreno intangible para Argentina emergente.
El cambio a emergente ya está descontado en la mayoría del mercado local, pero nunca hay certezas absolutas en estas cuestiones. "Por un lado, no todos los países cumplen a rajatabla todos los criterios pedidos. Pero por otro, también hay casos donde a pesar de cumplirlos, hubo varios períodos de consulta", advierte Sosa.
China, por ejemplo, que hace décadas viene en un proceso de crecimiento económico importante e implementando reformas pro-mercado, tuvo que entrar cuatro veces en período de consulta antes de que entrara en la categoría emergente. Un cambio a emergente, de acuerdo a varios reportes de bancos de inversión, representa un flujo de capitales a las empresas que cotizan en Bolsa por entre 3.000 y 5.000 millones de dólares.