La prestigiosa revista del mundo de los negocios Forbes dio a conocer uno de sus emblemáticos rankings. En esta ocasión, la publicación difundió el listado de las 50 personas o familias más ricas de la Argentina.
De acuerdo con las conclusiones a las que llegó la revista, "las 50 mayores fortunas del país atesoran un patrimonio de US$ 70.000 millones", un número que representa solo la mitad de la fortuna que amasa Jeff Bezos, el creador de Amazon.
A la vez, se determinó que son 22 los argentinos de la lista que hicieron su fortuna desde cero.
En el ranking hay solamente siete mujeres, y tres de ellas comparten posición con su hermano o esposo. Si de origen se trata, los rubros construcción, finanzas y energía se quedan con la mitad de la tabla. Mientras que, en la actualidad, los más rentables parecen ser finanzas, energía y el rubro inmobiliario, en ese orden.
El listado completo de Forbes y los detalles que la publicación brindó de las 50 fortunas más importantes del país.
Paolo Rocca y familia – US$ 9.700 millones
Anna y Roberto Rocca fueron los hijos y principales herederos del fundador de la Organización Techint, Agostino Rocca. Hoy, la familia está representada por los integrantes de las tercera y cuarta generación, encabezados por Paolo Rocca, segundo hijo de Roberto. A su vez, Gianfelice, hijo menor, y los hermanos Ludovico, Roberta y Tomás Rocca, nietos de Roberto, completan esa rama.
La Organización Techint es un pulpo con brazos de acero que ha sabido complementar sus negocios en los rubros de la energía, la construcción y los servicios de salud.
Alejandro Pedro Bulgheroni y familia – US$ 7.300 millones
Amo y señor de los hidrocarburos en Argentina, Alejandro Pedro Bulgheroni volvió a ponerse el traje de líder tras el fallecimiento de su hermano, Carlos Alberto, en 2016 y llevó adelante el proceso de fusión por absorción de los activos de Axion Energy con Pan American Energy. La operación –en la que no hubo intercambio de dinero– transforma a la empresa naciente en la petrolera privada verticalmente integrada más grande del país, con una cuota de mercado por encima del 16%. En los papeles, la familia conserva solo el 25% de Pan American Energy Group, continuadora de Bridas Corporation, la empresa que dio origen al patrimonio familiar.
Gregorio Pérez Companc y familia – US$ 3.900 millones
En la cocina de cada argentino resulta inverosímil pensar que no haya al menos un producto que pertenezca a Molinos Río de la Plata: Luchetti, Matarazzo, Gallo, Granja del Sol, Favorita, Vitina, Cocinero, Blancaflor, y la lista puede continuar. El portafolio alimenticio de la otrora firma de Bunge & Born les permite a los Pérez Companc ser líderes en varios segmentos de consumo masivo. La empresa vivió una escisión de la división graneles, hoy conocida como Molinos Agro. Sin embargo, aún el 75% de ambas sociedades pertenece a los hijos de Gregorio Pérez Companc, que les cedió sus acciones en 2010. La familia también es propietaria de PeCom Energía y Servicios, Goyaike, Tambos San Isidro Labrador, Sudacia y Conuar, entre otras firmas, con las cuales sigue tallando fuerte en la economía local.
Jorge Pérez – US$ 3.000 millones
Conocido como "el rey de los condominios en Miami" y amigo de Donald Trump, Jorge Pérez maneja Related Group desde su fundación en 1979. Lleva desarrolladas más de 90.000 unidades en condominios y edificios residenciales. Con el compromiso de "construir mejores ciudades", se convirtió en uno de los nombres más influyentes del sector inmobiliario. Nacido en Argentina, hijo de padres cubanos, se fue a vivir a Cuba antes de la revolución y abandonó la isla. En los 70 comenzó su carrera inmobiliaria, con viviendas de bajo costo. Desde los 80, se fue convirtiendo en el principal constructor de la ciudad, especializándose en edificios de lujo. Icon Brickell, St. Regis Resort and Residences, Hallandale Beach Club y la Trump Hollywood son emblemas de sus desarrollos.
Eduardo Eurnekian – US$ 2.700 millones
Corporación América es la expresión de un conglomerado de empresas que tiene como principal exponente la división aeroportuaria. Su spin-off, Corporación América Airports, responsable de la operación de 50 terminales alrededor del mundo, debutó en Wall Street a inicios de este año y alcanzó los US$ 2.800 millones de valuación en su primer día.
En los últimos 20 años, Eurnekian mutó y logró adaptarse a los cambios que vivió el mercado local y la economía global en su conjunto, saltando de un negocio a otro. Desde la venta de Cablevisión hasta el presente, su fortuna se multiplicó al menos por tres, y su posicionamiento entre los más ricos del país se consolidó hasta ocupar un lugar de privilegio, siendo el más acaudalado entre aquellos que han generado su propia fortuna desde cero.
Familia Werthein – US$ 2.300 millones
Ávidos inversores, los miembros de la familia Werthein supieron entrar y salir a tiempo, una y otra vez, de numerosas empresas, alcanzando en cada movimiento un incremento de su patrimonio. Lo hicieron en el CEI Citicorp Holdings, a fines del siglo pasado. Lo volvieron a hacer con La Caja de Ahorro y Seguro y Telecom, donde compartieron, en ambos casos, mesa de decisiones y batallas judiciales con sus respectivos socios italianos. Un breve paso por la banca, de la mano del Standard Bank, sumó otra ganancia. Gerardo, Darío, Daniel y Adrián Werthein son las caras visibles de una familia numerosa y diversificada.
Edith Rodríguez – US$ 2.000 millones
Si de perfil bajo se trata, probablemente ella se lleve el primer premio entre los más ricos. Edith Rodríguez, viuda del ingeniero Luis Alberto Rey, es la mujer más rica de Argentina y nadie conoce su rostro. Propietaria, junto a sus tres hijos, de un 70% del paquete accionario de Pluspetrol, compañía que comparte con la familia Poli, hace gala de su baja exposición a pesar de que, desde el fallecimiento de su marido en 2006, se convirtió en una de las petroleras más ricas de Sudamérica. Pluspetrol no solo es el cuarto productor de crudo de Argentina, también administra el mayor yacimiento de gas de Perú y tiene activos en otros países de Sudamérica y África.
Alberto Roemmers – US$ 1.800 millones
El laboratorio Roemmers, principal bastión de la familia y origen de su fortuna, es el fabricante de Lotrial, Optamox, Amoxidal, Sertal Compuesto y Losacor, cinco de los 10 medicamentos más vendidos de Argentina. Solo en el primer año de gobierno de Mauricio Macri, facturó $6.167 millones. Sin embargo, no es el único activo ligado a la familia en esta categoría. También son socios del laboratorio Gador, uno de los cinco primeros en facturación, con ingresos por $4.930 millones, donde tienen el 44% de las acciones. A su vez, la familia es propietaria de Investi Farma, otra compañía farmacéutica con ingresos por $1.586 millones. Los dominios de Roemmers exceden las fronteras, y suma presencia en al menos 17 mercados, incluyendo plantas de producción en Ecuador y Uruguay.
Hugo Sigman y Silvia Gold – US$ 1.600 millones
El matrimonio de Hugo Sigman y Silvia Gold transcendió el propósito original de sellar el amor y constituir una familia. Con sedes en Argentina y Europa, el Grupo Insud tiene presencia en 40 países, cuenta con más de 4 mil colaboradores y pasó de ser una compañía de compra-venta de materia prima para la industria farmacéutica a ofrecer soluciones de aplicación inmediata en todo el ciclo vital del producto, desde el desarrollo y el registro hasta la fabricación y el suministro directo a los clientes. Entre las ramificaciones que tuvo a lo largo del tiempo se destacan una productora de cine, la licencia del periódico Le Monde Diplomatique y un criadero de yacarés, en Corrientes.
Marcos Galperín – US$ 1.600 millones
Fundador y CEO de la plataforma de comercio electrónico MercadoLibre –que opera en 18 países–, es uno de los más jóvenes del listado. Aún propietario del 9,6% del mayor e-commerce de América Latina, se especializó en Economía y Finanzas en la Universidad de Pensilvania y obtuvo un MBA de la Universidad de Stanford. Trabajó en YPF durante tres años y como pasante de verano en JP Morgan, antes de iniciar MercadoLibre en 1999. En 2007, la empresa argentina hizo su primera oferta pública en el NASDAQ. Fue ahí que su valuación ascendió de manera ininterrumpida. Luego de presentar su balance de 2017, alcanzó un valor de mercado de US$ 17.130 millones, más que el doble que la petrolera estatal YPF, según el precio de sus acciones en el NYSE, una de las bolsas bursátiles de Nueva York.
Javier Madanes Quintanilla – US$ 1.600 millones
En una puerta, en una heladera, en un auto, en una superestructura y hasta en una simple lata de gaseosas, la presencia del aluminio es una de las más difundidas. En Argentina tiene a un único dueño: Aluar. En Puerto Madryn, Chubut, la planta del único productor primario de aluminio del país es una ciudad en sí misma. Su principal accionista, Javier Madanes Quintanilla, es amo y señor. Sin embargo, el origen de la fortuna familiar se encuentra en el caucho, de la mano de Fate. Madanes Quintanilla aún conserva el control sobre la fábrica de neumáticos ya que, al igual que en Aluar, se hizo con las acciones de otros integrantes de la familia, favorecido por ser el único heredero de su rama familiar. Entre las nuevas apuestas del señor del aluminio, se destaca la generación de energía eólica, donde piensa desembolsar hasta US$ 800 millones.
Jorge Horacio Brito – US$ 1.500 millones
Hombre de negocios nato, supo diversificar su patrimonio. Es el dueño de un sexto del Banco Macro, que tiene 445 sucursales –el 80% en el interior del país– y 8774 empleados a diciembre de 2017. El cofundador de la entidad es Delfín Jorge Ezequiel Carballo, quien además es el hermano de la esposa de Brito, Marcela. En abril, y tras casi 30 años al frente de la entidad, dejó su posición de máximo referente. Además, el banquero y empresario posee casi la totalidad de la ganadera Inversora Juramento –la cual es dueña de más de 87.000 hectáreas y cuenta con 54.000 animales–, la firma de desarrollos inmobiliarios con presencia en el país y en la región Vizora, y una porción de la energética Genneia.
Federico Braun y familia – US$ 1.300 millones
La familia Braun reúne tradición y patrimonio. A través de EBA Holding, sociedad que comparte en partes iguales con Escasany y Ayerza, es dueña de una porción del Banco Galicia. A su vez, algunos de sus miembros son propietarios de Importadora y Exportadora de la Patagonia, más conocida como La Anónima, cuarta cadena local de retail y segunda de capitales argentinos. Son miembros de la familia Federico Braun Seeber, su hijo Nicolás Braun Freixas; sus sobrinos Inés y Pablo Braun Ledesma; y un grupo de primos con los que comparten el apellido, como Santiago, Martín, Miguel, Susana y Sonia Braun. A su vez, otras herederas minoritarias de la sociedad que controla el banco son las hermanas Guerrero Braun.
Enrique Eskenazi y familia – US$ 1.300 millones
Enrique Eskenazi, junto a algunos de sus cinco hijos –Sebastián y Matías Eskenazi Storey–, continúa inmerso en el rubro financiero que en los años 90 le permitió ganar posiciones en el escalafón de las mayores fortunas del país. A través de Petersen Inversiones, tiene el 70% del Banco de San Juan, mediante el cual domina otros tres bancos provinciales, entre ellos, el Nuevo Banco de Santa Fe. A su vez, es dueño de Petersen Thiele & Cruz, la constructora donde mutó de ejecutivo a dueño en los años 80 y a partir de la cual empezó a construir su actual patrimonio.
Familia Urquía – US$ 1.200 millones
La compañía de la familia Urquía es uno de los mayores traders de granos del país, líder en producción y exportación de maní, y con uno de los más grandes criaderos porcinos de la provincia. Roberto Urquía es el miembro más conocido de la familia tras haber sido senador nacional por Córdoba, en plena Resolución 125. A su vez, Miguel Acevedo, actual presidente de la UIA, es el esposo de Adriana Urquía, accionista de AGD.
Delfín Jorge Ezequiel Carballo – US$ 1.200 millones
Junto con su cuñado Jorge Brito, fundó en 1976 la financiera Anglia. Diez años más tarde, a los 33 años, los dos socios compraron Macro a José Dagnino Pastore, Mario Brodersohn y Alieto Guadagni. Así, en 1988 comenzó su carrera como empresario en Banco Macro –que cotiza en la Bolsa de Nueva York y Buenos Aires– y acumuló una participación de capital del 19% a lo largo de los años. Desde fines de abril, se desempeña como presidente del Directorio, en reemplazo de Jorge Brito. Es abogado egresado de la Universidad Católica Argentina.
Eduardo Costantini – US$ 1.200 millones
Después de trabajar durante años como corredor de bolsa y ejecutivo financiero, Eduardo Costantinia fundó la firma de desarrollo inmobiliario Consultatio S.A. en 1991, y hoy es dueño del 70% de la compañía. Con sede en Buenos Aires, tiene desarrollos en Argentina, donde es dueño de algunas de las torres más representativas de la Ciudad, como los emblemáticos Catalinas Plaza y Alem Plaza. También desarrolló Nordelta. Con inagotable energía, desembarcó en los Estados Unidos, donde desarrolló un complejo residencial de lujo de US$ 700 millones cerca de Miami. También es un accionista mayoritario de Consultatio Asset Management, una firma de Buenos Aires con más de US$ 700 millones de activos bajo administración.
Julio Patricio Supervielle – uS$ 1.100 millones
Julio Patricio Supervielle, presidente y principal accionista de la firma que lleva su apellido, tiene un 36,2% de participación en el grupo financiero. Debutó en el Ranking Global de Forbes este año con una fortuna de US$ 1.100 millones, gracias al aumento de la capitalización bursátil del Grupo Supervielle desde su salida a Wall Street en mayo de 2016.
En su última apuesta en el mercado de capitales en septiembre último, el grupo recaudó más de US$ 400 millones. Previo a esa inyección de fondos frescos, según datos del Banco Central, a agosto de 2017, el Banco Supervielle sumaba 174 sucursales y más de 3.600 empleados. A la fecha, contaba con más de $65.000 millones en activos y $40.000 millones en préstamos, ubicándose en los puestos 12 y 11 del ranking local de entidades financieras, respectivamente.
Alfredo Coto y familia – uS$ 1.100 millones
Alfredo Coto hizo de su apellido la mayor cadena de retail de capitales argentinos. Impacta más su ingreso a la lista de millonarios argentinos si se tiene en cuenta que a mediados de los años 80 se trataba de una cadena de carnicerías. Hoy son más de 110 sucursales en todos los formatos y 18.500 empleados los que forman parte de la compañía, dueña de frigoríficos, espacios de entretenimiento y hasta una planta avícola. Siempre escoltado por su esposa, Gloria García de Coto, y con cuatro hijos, el empresario se asoció a la inglesa Aston Martin para levantar un rascacielos residencial en Miami. Será la primera apuesta en el mercado del real estate de los Estados Unidos para la familia y la primera torre con su sello para la escudería inglesa. ¿El dato? Solo el terreno, propiedad de la familia Coto, tiene un valor de US$ 120 millones.
Felipe y Marcela Noble Herrera – US$ 1.000 millones
Los hermanos herederos de Ernestina Laura Herrera de Noble, la otrora propietaria del Grupo Clarín fallecida a mediados de 2017, igualan la fortuna con la cual su madre supo aparecer en la lista internacional de Forbes hace 18 años. Sin embargo, el Grupo Clarín de inicios de siglo nada tiene que ver con el actual; de hecho, la principal fuente de ingresos del grupo ya no pertenece a la sociedad que imprime los diarios desde hace más de 70 años. Cablevisión se escindió del grupo de medios y está en pleno proceso de fusión con Telecom, para darles batalla a los gigantes globales de las telecomunicaciones en el mercado argentino. Allí también los hermanos Felipe y Marcela Noble Herrera serán accionistas, aunque minoritarios.
Héctor Horacio Magnetto – US$ 1.000 millones
En sus inicios, contador público de la ciudad de Chivilcoy, provincia de Buenos Aires. Hoy, principal accionista, junto a los hermanos Noble Herrera, del Grupo Clarín y la reciente fusión Telecom-Cablevisión. La ascendente carrera profesional (y patrimonial) de Héctor Horacio Magnetto es digna de una serie, pero no estuvo exenta de contratiempos. En el medio de su lucha más férrea con la pasada administración kirchnerista por el control de la comunicación y la Ley de Medios Audiovisuales, no solo superó el cancer que padecía, sino que también salió fortalecido como empresario y ahora piensa en triple play. Entre sus herederos, se encuentran sus dos hijos Ezequiel y Marcia Magnetto, pero también se vislumbra como posible sucesor a uno de sus sobrinos, Pablo Casey.
Lilia Neumann de Sielecki – US$ 1.000 millones
Los referentes femeninos en la lista de los más ricos de Argentina no abundan, pero Lilia Neumann de Sielecki, o simplemente Lili Sielecki, es uno de sus principales exponentes. Viuda de Manuel Sielecki, creador de los laboratorios Phoenix, la empresaria delegó en sus cuatro hijos el manejo del patrimonio familiar. De hecho, algunos de sus nietos ya se preparan para suceder a la segunda generación en la toma de decisiones.
Los intereses de la familia nacen en la industria farmacéutica, donde aún conservan el 50% de los laboratorios Elea y se extienden a rubros diversos, como la energía (TGS), la petroquímica (Petroken y PetroCuyo) y algunos placeres vinculados a la enología y la colección de autos antiguos.
Familia Götz – US$ 1.000 millones
El petróleo y el gas son parte insoslayable de la matriz de generación de riqueza en Argentina, y la familia Götz es fruto de ella. Compañías Asociadas Petroleras S.A., comúnmente conocida como CAPSA, es la empresa madre de la familia en la industria en la cual también participan con Capex, listada en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Hoy son cinco hermanos varones los miembros de este grupo energético amante del bajo perfil y que tiene como su mayor exponente de cara al consumidor final, el local de regalería Alparamis, en la zona norte de Buenos Aires.
Claudio Fernando Belocopitt – US$ 1.000 millones
Debutó en el mundo de los negocios como productor, y tiempo después apostó a la industria de la salud, convenciendo a un fondo de inversión suizo de montar una clínica de avanzada sobre la avenida Pueyrredón. Hoy es dueño del 76% de Swiss Medical Group, la mayor compañía privada de salud de Argentina, con un millón de clientes, 12 mil empleados e ingresos proyectados en torno a los $50 mil millones solo para este año. A su vez, despunta su pasión por el espectáculo con productora propia y una reciente incursión en la pantalla chica, tras hacerse con el 40% de América Televisión. Negocios agropecuarios, empresas en Uruguay e inversiones de real estate en los Estados Unidos completan el portafolio.
Luis Alejandro Pagani y familia – US$ 950 millones
El prestigioso empresario, número uno de Arcor e hijo mayor de Fulvio Pagani, cultiva el bajo perfil. La historia de la compañía –que ostenta el título del grupo argentino con mayor cantidad de mercados abiertos en el mundo– se remonta a 1924. El joven inmigrante Amos Pagani se radicó en Arroyito (Córdoba) e instaló una panadería. Era el oficio que había aprendido en su Italia natal.
Tras el fallecimiento de su padre, a fines de 1990, el mayor de sus hijos llegó a la presidencia de la compañía y es la cara visible de un grupo de cinco hermanos, más los herederos de Fulvio hijo, que falleció en 2015. Nacido en Córdoba, Luis egresó del colegio La Salle, es contador público por la Universidad Nacional de Córdoba y se especializó en Marketing en la New York University. Ingresó a la empresa familiar en 1986, como director comercial. Entre los distintos reconocimientos que obtuvo el empresario, fue el primer latinoamericano en ingresar al Candy Hall of Fame, la más alta distinción que otorga la National Confectionery Sales Association de Estados Unidos, y recibió el Premio Konex de Platino.
Wood Staton – US$ 900 millones
En el mundo del fast-food se lo conoce como el rey de las hamburguesas. Es el fundador de la mayor empresa administradora de franquicias de McDonald's a nivel mundial, con más de 2.100 sucursales en 20 países de América Latina.
En 2007, la reconocida cadena de la "M" más famosa del mundo le otorgó el derecho de las operaciones en toda la región, luego de ganar la licitación por 20 años a cambio de US$ 700 millones.
Lleva adelante un plan de inversiones de $ 1.000 millones en Argentina para el trienio 2017-2019. El empresario vivió 25 años en Argentina, donde inauguró el primer local de la empresa en el barrio de Belgrano, en 1986. Tiene 90.000 empleados y opera en el NYSE desde 2011.
Familia Vicentín – US$ 860 millones
Sinónimo de aceite, el apellido Vicentín esconde mucho más que eso. Un grupo familiar amplio, donde el apellido incluso ya mutó en nuevos herederos, con peso propio en el campo. En la práctica, son dueños de un gigante asentado en el norte de Santa Fe, pero con fuertes lazos en la ciudad de Rosario. No solo es uno de los principales traders de granos del país; comparte sociedad con la suiza Glencore en una de las mayores plantas de crushing de soja del mundo. También son uno de los mayores faenadores del país y venden carne bajo el sello de Friar, se quedaron con la división postres de Sancor (ahora en manos de Adecoagro) y son dueños de Algodonera Avellaneda.
Familia Ayerza – US$ 860 millones
Una cualidad que comparten muchas de las personas más ricas del país es su anonimato. Los miembros de la familia Ayerza supieron conservar ese atributo por décadas. Tan dueños del Grupo Financiero Galicia como sus históricos socios, las familias Braun y Escasany diversificaron su patrimonio en otro de los hilos conductores de las principales fortunas del país: el campo. Hoy son miembros de la familia Abel Ayerza Quirno, Adela María Ayerza de Gutiérrez Maxwell, Josefina María Ayerza de Bullrich y los hermanos Daniel, Dolores y Diego Milberg Ayerza, con diversas participaciones en el paquete accionario de un gigante financiero valuado en más de US$ 7.000 millones.
Héctor Pedro Poli y familia – US$ 850 millones
La familia Poli es una de las tantas que pertenecen al selecto club de los argentinos con más de US$ 500 millones de patrimonio, pero practican un riguroso bajo perfil. Socios de la familia Rey en la petrolera Pluspetrol, constituyen uno de los escasos ejemplos de empresas de familias con múltiples socios que continúan en el negocio de los hidrocarburos.
Pluspetrol está posicionada como una de las compañías líderes en reservorios no convencionales en América Latina, lo que la constituye en una protagonista clave a nivel global en este recurso estratégico. Solo en Vaca Muerta, lleva adelante un programa de inversiones que este año le insumirá US$ 160 millones. El plan completo asciende a US$ 616 millones en la provincia de Neuquén, y para cumplir con su promesa se deshizo de activos convencionales para hacerse de dinero fresco.
Héctor Alfredo Poli, uno de los hijos del cofundador de la compañía, es uno de los principales ejecutivos en ejercicio dentro de la firma con presencia en Angola, Argentina, Bolivia, Colombia, Estados Unidos, Países Bajos, Perú, Uruguay y Venezuela.
Carlos Pedro Blaquier y familia – US$ 830 millones
Por el paso del tiempo, Carlos Pedro Blaquier (90) no solo abandonó la vida pública, sino que ya no tiene la última palabra en Ledesma, el ingenio azucarero que heredó de la mano de su esposa, al ser el elegido como sucesor por su suegro Herminio Arrieta hace 50 años. Son los cinco hijos que tuvo junto a María Elena Arrieta Wollman los que, en la práctica, tienen las acciones de la compañía. Mientras tanto, su hobby de cría de cerdos sigue funcionando como un negocio paralelo, bajo el paraguas de Cabaña Argentina.
Carlos Miguens Bemberg y familia – US$ 820 millones
La dinastía que inició Otto Bemberg ya atravesó tres siglos, desde los inicios en 1860, con la destilería Franco Argentina, pasando por el gigante Quilmes, cedido a los brasileños en 2006, hasta hoy, cuando los Miguens Bemberg, la rama más argentina entre sus herederos, diversificaron el portafolio entre energía y limones.
Los hermanos María Luisa, Cristina, Carlos y Diego Miguens Bemberg comparten posiciones en la mayor exportadora mundial de limones, Citrícola San Miguel, donde son socios de la familia Otero Monsegur. A su vez, son accionistas de Central Puerto, la mayor generadora privada de energía eléctrica del país, a la que ingresaron tras la venta de su imperio cervecero.
Alfredo Alberto Román – US$ 800 millones
La hoja de ruta de Alfredo Román es la de un auténtico self-made man argentino. Con un origen humilde, pasó de ser camionero a montar la mayor terminal de grúas del país en el puerto de Dock Sud. Recorrió un camino que no estuvo exento de obstáculos, pero le permitió erigir una de las mayores compañías de logística de la región. Su hazaña portuaria, Exolgan, cambió de manos entre 2008 y 2010, y por ella recibió un cheque con varios ceros. Mientras tanto, hoy sus hijos comparten el control del fondo de inversión que nació alimentado por esa misma venta. Entre algunas de sus excentricidades de millonario, se cuenta que compró la residencia del embajador de Francia, en San Isidro, y la remodeló por completo.
Juan Carlos y Sebastián Bagó – US$ 800 millones
Son los hijos de Don Sebastián Bagó, que fundó la compañía farmacéutica en 1934. Tiene productos en más de 50 países, 11 plantas productivas en el mundo –Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, México, Pakistán y Uruguay–, 85 patentes obtenidas en 15 países por investigaciones y desarrollos y más de 480 productos que cubren 46 líneas terapéuticas. Además, son dueños del 100% de Disprofarma S.A. –la distribuidora del grupo y una de las más grandes del país–, de Química Montpellier y del 33% de Biogénesis Bagó.
Rubén Cherñajovsky – US$ 780 millones
Es socio fundador y accionista de Grupo Newsan, que tiene ventas por más de $ 13.000 millones y emplea a más de 4 mil personas. En 1987 abrió la puerta de la primera de las ocho plantas que tiene hoy. Durante su etapa como CEO de la compañía, estuvo a cargo de diversas adquisiciones estratégicas. En 1999, adquirió dos marcas de prestigio en Argentina, ATMA y Noblex. En 2011 logró diversificar sus negocios con Newsan Food, su unidad de negocios de exportación de productos alimenticios. Hoy es el principal exportador de la industria pesquera local.
Jorge y Ricardo Stuart Milne – US$ 760 millones
Los hermanos Stuart Milne vendieron en abril de 2010 el 51% del Banco Patagonia al Banco do Brasil, por US$ 479 millones. Ya retirados de las funciones operativas, poseen un 18,06% del capital accionario de la entidad. Los hermanos tienen otro socio en Degasa, el fondo que tiene marcas como Kentucky Fried Chicken (KFC), China Wok y Wendy's, entre otras.
Eduardo Escasany y familia – US$ 740 millones
Banquero emblemático de los 90, Eduardo Escasany se recluyó en el bajo perfil tras la crisis de 2001 a la que se vio sometida el país y, por supuesto, su banco. Hoy, lentamente, vuelve a la escena pública de los negocios y no teme presentarse en foros y seminarios económico-financieros. Las cifras del Grupo Galicia lo acompañan: su capitalización bursátil llegó a ubicarse por encima de los US$ 10.000 millones en Wall Street. Junto a su sobrino, Silvestre Vila Moret, son los dos accionistas individuales más importantes del grupo, en el cual son socios de las familias Ayerza y Braun.
Julio Alfredo Fraomeni – US$ 730 millones
Galeno es una de las tres mayores compañías de medicina prepaga del país, y Julio Alfredo Fraomeni es su principal accionista. La firma tiene más de 12.000 empleados y siete sanatorios, y presta sus servicios al sistema de salud para cerca de 2 millones de personas; a su vez, ha incursionado en los negocios de seguros y financiero. Su más reciente adquisición se concretó este año, cuando se hizo con la marca de créditos personales Efectivo Sí, que estaba en poder del Grupo Financiero Galicia. Además, el empresario es propietario de más de 40 mil hectáreas de tierras en la Pampa Húmeda, donde, a través de Agrosal, desarrolla tanto la producción agrícola como el ciclo completo ganadero.
Daniel y Pablo Lucci – US$ 680 millones
Son pocas las veces que se reconoce el mérito conseguido por la familia tucumana Lucci. En el negocio del limón, ellos son los mayores industrializadores del mundo, incluso por encima de Citrícola San Miguel, porque su fuerte no pasa por la comercialización de fruta fresca, sino por la producción de jugo y esencias bajo el ala de Citrusvil. A lo largo de los años, el tesón de un inmigrante italiano dedicado a la construcción mutó al negocio agroindustrial, y hoy se abre paso de la mano de sus dos herederos no solo de la producción de limones, sino también de los cultivos de soja, trigo y maíz, el engorde a corral bovino, la caña de azúcar y hasta una mega planta de crushing de soja propia, en la provincia de Santiago del Estero.
Marcos Marcelo Mindlin – US$ 680 millones
Pampa Energía es el buque insignia de Marcos Marcelo Mindlin, uno de los empresarios energéticos más resonantes de los últimos tiempos. Entre sus últimas hazañas se suma la compra de los activos de Petrobras en Argentina y la fusión de su Petrolera Pampa a la sociedad madre. Hoy dirige los destinos de la compañía que es dueña de Edenor y socia de Transener y TGS, entre muchas otras sociedades, desde la misma torre que alguna vez ocupó Gregorio Perez Companc, cuando conservaba PeCom Energía.
Alberto Reinaldo Pierri y familia – US$ 600 millones
Alberto Reinaldo Pierri da batalla a los gigantes mundiales de las telecomunicaciones desde su bastión en La Matanza. TeleCentro es la cableoperadora que supo estar en la mira de los jugadores más importantes del mundo, como Telmex, del mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo. Sin embargo, Pierri, junto a sus hijos, decidió conservar su principal activo y continuar con un programa de inversiones que solo en el primer año de gobierno de Mauricio Macri le insumió US$ 150 millones. A su vez, es propietario de Canal 26, portales de noticias y una radio. En un plano completamente ajeno a los medios de comunicación, también es accionista de Papelera Tucumán.
Franco Macri y familia – US$ 540 millones
La familia presidencial integra la lista de los más ricos de Argentina. No resulta novedoso. El propio Franco Macri, patriarca del clan, figuró por primera vez en la publicación internacional con US$ 730 millones, a mediados de la década del 90. Hoy, sus cuatro hijos, incluido el Presidente de la Nación, y los herederos de Sandra Macri, la hija mayor ya fallecida, son los herederos naturales de quien supo construir, al calor de la obra pública primero y de la industria automotriz después, una compañía multinacional bajo el título de SOCMA.
Antonio Ángel Tabanelli – US$ 510 millones
Si bien por mucho tiempo el título de dueño del juego en Argentina lo ostentó otro empresario, ahora envuelto en problemas judiciales, el verdadero hombre detrás de las máquinas tragamonedas se llama Antonio Ángel Tabanelli. Es el propietario de Boldt, que administra salas de juego, pero también los sistemas electrónicos detrás de cada slot donde se realizan las apuestas. A su vez, como muchos en la lista, con su Cabaña Tres T, despunta el vicio agropecuario como criador de Angus en la provincia de Buenos Aires.
Familia Born – US$ 510 millones
Fue uno de los apellidos con más poder económico en la historia argentina del siglo pasado. La familia Born supo desarrollar y dirigir un verdadero holding multinacional, hoy conocido como Bunge Limited, con base de operaciones en Nueva York. Tras la salida del trader de granos, la familia se refugió en otro eslabón de la cadena agropecuaria: el campo. Las cuatro ramas herederas de Jorge Born Von Gemmingen y Matilde Emilia Frías Ayerza suman al menos 192.000 hectáreas sobre el territorio argentino, a través de Grupo Bermejo, Caldenes, La Pelada Ganadera y Comercial y San José del Oeste.
Máximo Cavazzani – US$ 500 millones
Es el CEO y fundador de la empresa de juegos para dispositivos móviles Etermax. Reconocido por haber inventado, a fines de 2013, el juego de preguntas y respuestas Preguntados, que se convirtió en un boom mundial con más de 350 millones de usuarios en todo el mundo, y durante 66 días consecutivos ocupó el puesto número uno de las apps más bajadas en el Apple Store de Estados Unidos. Según diversos estudios, Etermax habría alcanzado un valor de entre US$ 500 y 1.000 millones, situándose entre las 15 empresas tecnológicas más valiosas de la región.
Nicolás Martín Caputo y familia – US$ 500 millones
Son contadas las veces en que una familia empresaria debe ceder su propio apellido a cambio de una suma de dinero. En el caso de Caputo, US$ 109 millones fueron suficientes para desprenderse del 82,32% de las acciones de la constructora familiar que cimentó las bases de su actual fortuna. Una cercanía casi fraternal por parte de Nicolás Martín Caputo con el actual Presidente de la Nación, Mauricio Macri, alentó la medida para evitar futuras denuncias por conflictos de interés. Hoy la familia la completan Jorge Antonio Nicolás Caputo, Mónica María Caputo (que cedió la mitad de sus bienes a su ex esposo y actual accionista de Mirgor, Roberto Gustavo Vázquez –excluido de esta investigación–), y la sucesión de José Luis Caputo.
Daniel y Omar Garbarino – US$ 500 millones
Los hermanos detrás de la mayor cadena de retail de tecnología y electrodomésticos del país solo exhiben su apellido en la red de sucursales que los hizo ricos. Amantes del bajo perfil, son dueños también de la cadena Compumundo, la agencia Garbarino Viajes y Digital Fueguina. Esta última es una de las principales firmas de electrónica instaladas en Tierra del Fuego; de hecho, vio la luz en los inicios del boom de sustitución de importaciones, impulsado por el anterior gobierno, en abril de 2005.
Moisés Khafif – US$ 500 millones
Una de las caras del real estate local que prefiere mantenerse en el total anonimato. Moisés Khafif es dueño de algunas de las torres más emblemáticas de la ciudad y jamás para de construir. Con Raghsa, su desarrolladora, creó y levantó numerosos complejos bajo el sello Le Parc. La primera, ubicada en Palermo Nuevo, se estrenó en 1994. Le siguieron tres en Puerto Madero, un complejo en Punta del Este y el dúo sobre Figueroa Alcorta. A su vez, es dueño de un portafolio de edificios de oficinas de los cuales conserva la mayoría o, incluso, la totalidad de los m2 de alfombra que le permiten tener un ingreso constante por su renta. Entre sus herederos se cuentan sus dos hijos, ambos ya sentados en el directorio de la compañía.
Amalia Amoedo Lafuente – US$ 480 millones
Amalia Amoedo Lafuente es la única hija del matrimonio entre Inés Lafuente y Julio Amoedo. Es, también, la nieta menor de Amalia Lacroze de Fortabat. Si de arte se trata, "la nueva Amalita" es un fiel reflejo de su abuela, y no solo por su dedicación al coleccionismo, sino también como artista. Además de los negocios que la vinculan directamente a la herencia de su familia, desde Estancias Unidas del Sud, en el campo, pasando por la Colección Amalia Lacroze de Fortabat, en el arte, hasta COCYF, una de las sociedades financieras, Amalita ha incursionado como emprendedora en diversos rubros, como la lencería femenina, mediante su marca Beleidades, hasta el mundo de las fragancias, con Fueguia, de la mano de su socio Julián Bedel.
Bárbara Bengolea Lafuente de Ferrari – US$ 480 millones
Es la nieta mayor de Amalia Lacroze de Fortabat y, a su vez, la hija que tuvo Inés Lafuente con su primer esposo, Julián Bengolea Madero. A diferencia de lo que fue su abuela, Bárbara Bengolea Lafuente se caracteriza por escapar a los flashes y a la opinión pública. Sin embargo, como heredera de un tercio del patrimonio que construyó su familia al calor de Loma Negra, entre los que se suman una vasta colección de arte e importantes negocios agropecuarios, suele ser noticia a pesar de ella. Más allá de un breve paso por algunas tareas administrativas en la cementera familiar, se dedicó a cultivar la espiritualidad, tuvo una escuela de yoga y estudió psicología.
Alejandro y Sofía Bengolea Peralta Ramos – US$ 480 millones
Los hermanos Alejandro y Sofía Bengolea Peralta Ramos son los más jóvenes de este Ranking Forbes. Frutos del matrimonio entre Alejandro Bengolea Lafuente y Zelmira Peralta Ramos, son también los primeros bisnietos de una saga familiar de renombre en sumarse a la lista Forbes. Alejandro y Sofía son dueños de un tercio de lo que significó el Grupo Fortabat, principal proveedor de cemento de la Argentina durante décadas, hasta que pasó a manos del grupo brasileño Camargo Correa, a cambio de una friolera de US$ 1.025 millones, en 2005. La repentina muerte de su padre, nieto de Amalia Lacroze de Fortabat, en 2015 los colocó entre los herederos más jóvenes y ricos de Argentina.