El movimiento alcista del dólar es un fenómeno que en las últimas jornadas se observó a nivel internacional. En las últimas jornadas, desde que la tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU a 10 años alcanzó el 3%, la salida de capitales desde los países emergentes hacia los EEUU se hizo notar y desde el viernes 27 de abril a hoy se registraron fuertes devaluaciones en divisas como el real brasileño, la lira turca o el rublo ruso.
No obstante, el repunte del dólar fue más vehemente en la Argentina, pues se combinó con el desarme de posiciones en LEBAC, luego de la imposición de un impuesto a la renta financiera de tenedores extranjeros. De hecho, Argentina quedó al frente de un listado de monedas emergentes que más se depreciaron frente a la moneda norteamericana, que trepó este miércoles más de 3% en el mercado de cambios doméstico.
La evolución de las monedas emergentes, determinados por el comportamiento de las tasas en los EEUU, siguen sin encontrar catalizadores positivos fuertes que le permitan romper la tendencia declinante respecto del dólar.
Entre los principales drivers para esta semana, debemos hablar de la vuelta a escena de la Reserva Federal (Fed). El banco central norteamericano dejó sin cambios los tasas de interés en el rango de entre el 1,5 y el 1,75 por ciento, y dijo prever que la inflación se sitúe "cerca" de la meta anual del 2% "en el medio plazo".
Este rango de tasas representó un alivio para las divisas emergentes, aunque el comunicado de la Fed apuntó a una más que posible subida de tasas en su próximo encuentro, previsto para mediados de junio.
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Las expectativas sobre que sean cuatro los ajustes de tasa en 2018 y no tres, comenzaron a deslizarse, a partir de ciertas presiones inflacionarias más importantes, a lo que se suman déficit y deuda, que volvieron a presionar al alza a la tasa de referencia en los EEUU y el dólar.
De hecho, gran parte de la atención de las próximas ruedas se concentrará sobre la evolución de la curva de rendimientos de los Treasuries, con un 3,05% como un nivel de resistencia importante para la tasa del bono del tesoro de los EEUU 10 años, hoy en 2,97% anual.
Desde que la tasa del bono del Tesoro de EEUU llegó a 3%, la salida de capitales de los países emergentes se hizo notar
En el mercado local, el peso argentino "capturó" el comportamiento de los activos en los mercados internacionales entre lunes y martes. Por eso, la devaluación de varias divisas que ya se estaba registrando desde el viernes fue más profunda para la moneda argentina, que concentro esa dinámica bajista en una sola rueda, dado que por la intervención del BCRA había registrado escasos cambios el 27 de abril.
Según Lucas Gardiner, director de Portfolio Personal, los factores que llevaron a este salto en el dólar, aún a pesar de la acción del BCRA, "responden a un 'mix'. En lo propio la explicación apunta a los ruidos políticos crecientes que incluso siguen demorando la reforma de la Ley de Mercado de Capitales-, pasando por cuestiones técnicas como la ya efectividad del impuesto a la renta financiera (para inversores extranjeros en LEBAC) y, en lo estrictamente macro, a un camino de desinflación que peligra y que va mucho más allá de no cumplir con la meta".
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El experto de Portfolio Personal sumó que "como causa-efecto de un escenario más complejo, expectativas de volver a ser emergentes que se opacaron. Mientras que, en lo externo, debemos básicamente apuntar a una apreciación del dólar a nivel mundial (el Dollar Index testeo la zona de 92, luego de operar debajo de 90,5 en los últimos tres meses), ante una tasa norteamericana a 10 años que cruzó puntualmente el 3% anual, ubicándose en máximos de diciembre de 2013".
"Esto último justificado dentro de un marco de posible mayor agresividad de la Fed ante una inflación que se ve presionada al alza. Un marco que sabemos, por lógica, no resulta gratis para la región. De hecho, la devaluación no fue exclusividad del peso local", completó Gardiner.
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