Frente a una semana corta donde las expectativas sobre el futuro del dólar y el resultado de las medidas tarifarias no pueden ser más altas, Francisco Cabrera, el ministro de Producción, expresó su fe absoluta en la capacidad del Gobierno de afrontar las fluctuaciones cambiarias y minimizó el impacto en las pequeñas y medianas empresas.
Con la semana pasada dominada por la escalada del tipo de cambio, el titular de Producción consideró que el nivel actual de $20,88 no es relevante. "No me preocupa, cualquier analista económico está diciendo que el tipo de cambio a fin de año va a terminar en $23", dijo Cabrera en declaraciones a A24.
De cara a los próximos 9 meses del año y el margen que hay entre el valor actual y esos $23 (que de acuerdo al ministro a algunos sectores de la actividad productiva les parece bajo), el funcionario se mostró confiado en la capacidad del Banco Central y su nivel de reservas para "hacer frente a cualquier especulación exagerada" que pudiera hacer repuntar el valor del dólar.
Algunos desde la actividad productiva querrían tener un tipo de cambio más alto
Respecto al efecto cascada que un aumento en el tipo de cambio podía tener en los precios de la economía, particularmente teniendo en cuenta que la inflación del primer trimestre acumuló un aumento del 6,7%, el ministro admitió que la relación entre las variables dólar e inflación en el país es rara cuando "en Chile y Brasil tenes cambios en el tipo de cambio que no se reflejan en precios de la misma forma que en Argentina".
El efecto tarifario en las empresas
El ministro también tocó el tema legislativo más importante de la semana cuando se refirió a los efectos de los aumentos en tarifas sobre las pequeñas y medianas empresas. "Los dueños de las pymes entienden que estamos entrando en un proceso de normalización en el país y que en la ecuación de costos a la energía hay que pagarla", explicó.
Y si bien reconoció que "a cualquier pyme e individuo le gustaría que la boleta sea más baja", también pidió poner en perspectiva la magnitud que el problema representa para el sector en su totalidad. "No es un tema que impacte en la economía de una pyme más que los otros como fue la baja del consumo a principios de este Gobierno", priorizó el ministro.
Esa baja en el consumo, motor principal de la economía durante la última década, afectó principalmente a las pymes vinculadas al comercio y ventas minoristas. Pero desde entonces, sentenció el ministro, se entró en "un proceso de crecimiento sostenido de la economía" donde las pymes como las relacionadas con la industria automotriz, construcción, maquinaria agricola, y petroquímica, experimentan un renacimiento durante los últimos años.
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